Antes de que empezará de forma «real» el otoño, es decir, antes de que comenzará a llover sin parar, he aprovechado estos días soleados del mes de octubre para recorrer nuestros montes y caminos de costa. De un día para otro los árboles y plantas han comenzado a vestirse de esos colores pardos que tanto nos gustan y han ido ganando terreno al verde. Además como han sido unos meses muy secos, el verde este año parece haber desaparecido más rápido que en otras ocasiones.
Aunque el otoño no es precisamente la estación preferida para las flores, existen algunas tardías que salen en esta época del año y que anuncian la llegada de esta estación como lo hacen sus primas las flores de primavera. Pero las de octubre llaman quizás más la atención por ser casi únicas. La más fácil de ver y común, es la flor de la especie Colchicum autumnale, también llamada Cólchico o Narciso de otoño. Lo cierto es que es muy bonita y contrasta mucho con los colores del otoño.
Si os acercáis al monte la encontraréis por todas partes, o por lo menos así era hace unos días (con la naturaleza nunca se sabe,…). Esta especie de planta con flor, de la familia de las colchicáceas, es común en Europa y crece en praderas húmedas, sobre todo a grandes alturas, aunque en Gorliz la pudimos ver a nivel del mar.
La planta alcanza una altura de entre 10 a 30 cm de altura. La flor es de color rosa lila, muy bonita, y se parece increíblemente al azafrán, de ahí que también se le conozca como azafrán silvestre o bastardo. ¡Pero cuidado! porque no tiene nada que ver con la especie aromática, tiene un alcaloide que la hace tóxica, es la colchicina que curiosamente en pequeñas cantidades es beneficiosa contra la gota. Aunque no debe usarse en preparados caseros, ya que es importante ser un buen conocedor de la dosis exacta, si nos pasamos puede ser letal.
El ganado la evita por ser tóxica así que es fácil encontrar campas repletas de esta bella flor a la que le gusta las tierras fértiles y humedas.
En euskera se la conoce como Azpelarra. Otro de los nombres por la que también se la denomina es Quitameriendas, y es que cuando aparece esta florecilla lila, quiere decir que se acabaron las meriendas al aire libre, o lo que es lo mimos, se terminaron las tardes cálidas del verano y comenzó el frío del otoño. Es una planta muy habitual y arraigada en la cultura popular de ahí que tenga tantos nombres.
Son las auténticas mensajeras del otoño.
En este otoño es cuando se puede apreciar mucho mejor a flores exóticas que no se pueden aprecian en otros épocas del año sin duda es un buen trabajo 😉
Siii gracias Alejandra por tu comentario 😉
Precioso el narciso. Precioso el articulo Oihana.
Gracias!