En esta ocasión, nos vamos a perder en una tierra donde aún se puede sentir el esplendor de épocas de castillos, torreones y vida palaciega. Vamos a recorrer la villa medieval de Olite.
Fotos. Aitziber Olaskoaga / Más info: www.guiartenavarra.com
La silueta del palacio nos anuncia la llegada a Olite (Erriberri en euskera). Nos encontramos en la zona media de Navarra, rodeados de patrimonio e historia. Antes de llegar al palacio nos perdemos por las estrechas calles, al abrigo de nobles caserones de piedra y galerías medievales. Sus calles revelan la importancia de esta villa en el antiguo reino de Navarra.
Pero si hay un monumento que recibe mas visitas es, sin duda, el palacio de Olite. Y no es para menos, en su época fue todo un derroche real!
Sede real durante la Edad Media, entre los muros de este extraordinario palacio habitaron reyes y princesas. Se construyó a comienzos del s.XV y fue el antojo del rey Carlos III de Navarra y su esposa doña Leonor. Un palacio de ensueño del que se decía, tenía tantas habitaciones como días el año. Un capricho económico y creativo que lo convirtieron en su época en uno de los palacios más esplendidos de Europa.
Un viajero alemán, en el siglo XV, escribió sobre el palacio: «Seguro estoy que no hay rey que tenga palacio ni castillo más hermoso y de tantas habitaciones doradas».
Y eso se nota! Nos guía en esta pequeña aventura Javier Adot de «Guiarte Navarra».
A cada lado que miremos encontramos una muestra del amor del monarca por el lujo. Este noble rey además quiso agasajar con toda clase de ostentaciones a su reina. Entre otros lujos, mandó alzar para ella este extraordinario jardín colgante. Para que así, desde sus aposentos, pudiese admirar y pasear por este bello vergel. Se encuentra sobre una sala de arquería subterránea, conocida como la Sala de los Arcos o de los Murciélagos.
Y que pensarías si os decimos que este palacio y la villa de Olite ya contaban por aquel entonces con una nevera? Bajo esta piedra de forma ovalada, llamada popularmente «el huevo», se esconde un pozo de 8 metros donde se almacenaban vivires protegidos de hielo y nieve. Se encuentra en la zona más fría del castillo. Sin duda, todo un lujo!
Si eso no fuera poco, este palacio albergaba también un zoológico real. Fue el nieto de Carlos III, el Príncipe de Viana, quien llevó esta afición más allá. Jirafas, leones, camellos y todo tipo de aves fueron su personal aportación a este singular zoo. Hoy día aún se pueden observar los restos en el Patio de la Pajarería. Todos estos detalles, y muchos más, hacen que este palacio sea uno de los mejores ejemplos de gótico civil de la península.
Pero este palacio aún guarda mas sorpresas. Aquí os dejo el paso de Agroviajeros TV por este increíble palacio.
Mis abuelos maternos eran de Olite y me hablaron tanto de su pueblo que fui.
Dormí en el Parador. Recorrí el Castillo, comí rosquillas, vi algunos parientes dos viejitas que todavía estaban.
Cuando llegue me pareció que ya lo conocía mis abuelos me hablaron mucho del pueblo.
Ellos murieron en Argentina. Cuando llegué bese el piso cuando partí lloré
Me alegro que te haya traído buenos recuerdos María de las Mercedes. Un saludo!