En el segundo post que publiqué en febrero, al respecto de una noticia sobre la defensa que un perro hizo a su dueña de la amenaza de un maltratador, ya reflexionamos sobre el número mayoritario de mujeres entre nuestros clientes, y la relación especial que estas mantienen con sus animales de compañía.
Estas reflexiones se ratifican según un estudio realizado por la nueva Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud, adscrita al Departamento de Psiquiatría de la Universitat Autònoma de Barcelona y al Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones (INAD) del Parc de Salut Mar.
Según este estudio, la relación global se soporta en tres pilares:
- vínculo afectivo que establecemos
- forma de comportamiento e interacción con él.
- impacto de la convivencia con el animal, en la calidad de vida
Las conclusiones a las que llega son varias:
- Las mujeres muestran puntuaciones más elevadas que los hombres en los aspectos afectivos de la relación. Son más cariñosas y le conceden “caprichos o regalos” más frecuentemente.
- Las personas sin hijos se muestran particularmente cercanas a su perro en el plano emocional
- En estas el impacto en su calidad y forma de vida, es mayor. No están acostumbrados a tener “ataduras.
- El grado de satisfacción mostrado es mayor para este grupo.
Por tanto, podemos decir que cuando se habla, que este perro o este gato, son el “hijo”que no tuvo esta pareja, no andamos desencaminados. Que los animales de compañía suponen un camino que facilita el flujo afectivo, sobre todo en las mujeres. Y que ellos responden, por vulnerables, a los instintos de protección y defensa que tenemos los humanos.
Conclusión de una evidencia, analizada de forma científica:
Convivir con una mascota mejora nuestra calidad de vida, así como nuestra salud física y mental, aunque la interacción, difiere si se trata de una mujer o un hombre.
IAS