El yogur como punta de lanza del plan ministerial para reducir los desperdicios alimentarios

 

España es el 6º país de la UE que más desperdicia en su producción alimentaria. Los países ricos tiran la producción de todo el África subsahariana. Pero las grandes cifras son difícilmente asimilables. Cada habitante de Europa, tiramos anualmente 180 kilos de alimentos a la basura. Más del 40% se despilfarra en casa, otro 40% se desecha en la industria y el 15% en la distribución.

El MAGRAMA, Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente está desarrollando 5 áreas estratégicas para reducir las cifras de alimentos desechados:

1- Editando unas guías practicas de manipulación de alimentos

2-Reforzando la normativa orientada a mejorar la eficiencia de los productores.

3-Revisando la redistribución de los excedentes afectados.

4-Apoyando las nuevas tecnologías que innoven y mejoren los procesos para la vida útil.

5-Estudiando las características de la generación de estos desperdicios.Quien, Como, Cuando y Por Qué se generan.

Todo ello con el objetivo último de mejorar la eficiencia de los operadores para adaptarnos a la actual reducción de los recursos en general. Para ello han elegido, el yogur, como ariete mediático que nos ayudará a comprender el esfuerzo necesario y los beneficios que podemos obtener. No obstante, y solo con el ejemplo del yogur aparecen voces discrepantes.

El FENIL, o la asociación de productores lácteos no quieren cambiar «la caducidad» por el «consumo preferente”. Prefieren alargar la primera hasta los 35 días.

FACUA, los consumidores, sienten que esto provoca desconfianza al «hacer» saludable un alimento que hasta el viernes era incomestible. Solo de un plumazo normativo.

Desde el observatorio de la Nutrición y la tecnología, Emilio Martínez, nos alerta del riesgo de consumir alimentos caducados.

AESAN, la agencia de Seguridad Alimentaria, estudia la nueva normativa.

Pero nadie parece ponerse de acuerdo. ¿Podemos comer un yogur caducado sin riesgo?

Sí, en ese alimento caducado no hay crecimientos espontáneos que se generen súbitamente y por lo tanto si inicialmente no tiene microorganismos patógenos, que producen enfermedades, nunca los tendrá. Seguirán creciendo los gérmenes indicadores o alterantes, responsables de deteriorar el yogur. Este será más acido, más seco, hasta hacerse incomestible, pero no nos enfermará. Siempre debemos distinguir los m.o. patógenos de los indicadores.

 

 

 

En mi opinión, el proyecto de Aria Cañete, tiene un objetivo loable, pero no todos los medios son los adecuados. Como en el resto de sectores, las medidas son livianas o tibias. Esta crisis no nos permite parchear, sino cambiar de raiz.Por tanto, las 5 medidas que mejorarían la eficacia productiva mi entender serían:

1-Apoyar de forma decidida al pequeño productor y comerciante. Somos un País muy pequeño que no precisa de grandes redes de distribución, ni macroproductores, de hecho casi no los tenemos. Somos especialistas en producir poco, pero de una gran calidad.

2-Impulsar el producto fresco y poco transformado.

3-Crear puentes directos entre productores, distribuidores y bancos de alimentos.

4-Incentivar o desgravar las producciones dedicadas directamente a los más desfavorecidos.

5-Cultivar un consumidor FORMADO E INFORMADO, para que se decida siempre por un consumo preferente auto regulado.

IAS

Eroski frente a la OCU,¿ estaba o no la carne de caballo en las hamburguesas?

Desconfianza, es el estado de ánimo general,  y posiblemente la mecha que prenda finalmente el polvorín alojado en los cimientos de la estructura del sistema.

No obstante, voy a romper una lanza en favor  del sistema  de vigilancia de los alimentos. Si la democracia, teóricamente, debe sustentarse sobre la independencia de los tres pilares, legislativa, ejecutiva y judicial, el entramado de competencias permite designar a la autoridad de un pilar desde la potestad de otro, enmarañando finalmente esta división.

En cambio, en Seguridad Alimentaria, contamos con los productores por un lado, los distribuidores por el otro y la autoridad sanitaria por el otro, frente a un consumidor cada vez más informado. Estos últimos cuentan con una herramienta llamada O.C.U. que vigila a los dos primeros, investiga, saca conclusiones e informa a los usuarios de las mismas. Además de esta organización institucional, contamos con otras herramientas como CONSUMER, ligada al grupo Eroski, que también efectúa sus valoraciones sobre los diferentes alimentos. Tanto unos como otros, suelen provocar enfurecidas reacciones por parte de los peor valorados e incluso de las asociaciones que los representan. No obstante, debo decir que en la mayoría de ocasiones solo quedan en altisonantes amenazas.

Por citar los últimos titulares, al respecto de informes de valoración emitidos por la OCU:

 

  • Nueve marcas de aceite cometen fraude en su etiquetado de aceite de oliva virgen.
  • Bebemos peor leche que hace 10 años.
  • Detectada carne de caballo en hamburguesas.
  • Conservante en 6 de las 20 muestras realizadas.

Desde mediados de Enero, salta a los medios la presencia de ADN de caballo en hamburguesas en Inglaterra. Posteriormente, la OCU publica un estudio sobre diferentes marcas de “burguer meat” , donde incluye la detección de carne de caballo, entre sus pruebas.

Una de las hamburguesas muestreadas es la “basic” , marca blanca de Eroski, y producida por el grupo Campofrío en su línea de “carnes Selectas”. Esta da positivo al ensayo de ADN equino. Esto provoca una respuesta por parte de Eroski, que retira su producto e inicia una investigación al respecto. Resultado, presenta un comunicado en el que con el aval de un laboratorio independiente ratifica que no se ha detectado presencia de carne de caballo en sus hamburguesas.

Contrarréplica por parte de La OCU, que señala que son diferentes lotes los ensayados y por lo tanto pueden ser no coincidentes en los resultados. Pero se felicita por la retirada del producto y la preocupación con medidas correctoras que ha suscitado su estudio.

¿Pero quién tiene razón?¿Y quién miente?¿Cual es la verdad?

En mi opinión la verdad absoluta no existe. Es el mundo intermedio entre lo REAL y la percepción moldeada que hacemos o tenemos de ella. Me temo que sí se detectó técnicamente el ADN de caballo, pero la responsabilidad por parte de Eroski, le obliga a dar una respuesta. Y esta, en definitiva es la revisión y prueba de las medidas correctoras, hasta la verificación de que “ya” no hay carne de caballo en las hamburguesas Eroski.

En conclusión, si en todos los ámbitos del sistema pudiéramos contar con elementos independientes, que se vigilan mutuamente y cuyas actuaciones redundan siempre en la mejora del alimento, tendríamos un sistema casi satisfactorio. Solo una pregunta:

¿Dónde está Sanidad?

Ellos no vigilan sino la INOCUIDAD  de las hamburguesas, y estas son todas aptas para el consumo. En otros aspectos, el fraude es algo más complejo de perseguir.

 

IAS

P.D.  Los medios no descansan,si el año pasado estaba de moda el champú de caballo, ahora volvemos a tener de moda al caballo, pero en los alimentos.Se ha detectado que en la lasana findus del Reino Unido tambien contiene carne de caballo.

La política agroalimentaria española, la perdida de la última oportunidad.

Próximamente los medios publicaran el siguiente titular:

«Ana Mato firma un convenio con las empresas de alimentación y bebidas para aunar esfuerzos en la lucha contra la obesidad»

Piensen si les suena alguna de las empresas de la siguiente lista:

Bimbo, Calvo, Campofrío, Coca-Cola, Corporación Alimentaria Peñasanta, Danone, Deoleo, Ebro Foods, Grupo Fuertes, Ferrero, Gallina Blanca, Lactalis, Grupo Leche Pascual, Hero, Kellogg, Mondelèz, Nestle, Nutrexpa, Schweppes, Panrico, Pepsico, Pescanova, Unilever y Wrigley.

La publicidad realizada por estas empresas representa:

  • el 16% de la mostrada en televisión
  • el 8% del total de la publicidad en España
  • el 76% de la publicidad del sector de Alimentación
  • el 55% de la publicidad total del sector Bebidas en España
  • el 85% de la inversión en publicidad de estas compañías se dedica a la televisión.

Estas 24 empresas de alimentos y bebidas, se han unido para crear una fundación privada, sin ánimo de lucro, ALIMENTUM. Esta, junto con la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), y el Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales, pretende sensibilizar e informar a la población del impacto positivo para la salud, que tienen una alimentación equilibrada y moderada, y la práctica regular de actividad física.

No tengo nada claro que el camino emprendido por el gobierno de Madrid sea el más adecuado para mejorar  nuestros hábitos alimenticios. Utilizar la televisión para hacerlo puede ser efectivo, pero utilizar de soporte a las multinacionales que ponen en escena el 80% de los alimentos transformados que se exponen en los lineales, no me parece dar un giro al sistema. Ellos representan la alimentación moderna, el fast food, el alimento transformado, moldeado, aditivado, coloreado, saborizado y envasado.

Creo que nos estamos equivocando de camino, perdón , volviendo a equivocar de camino!

No veo las ventajas de la galleta o el pan de molde frente al pan sano, de los cereales frente al pan tostado con tomate y aceite, de la coca cola frente al agua, del txitxarro frente a la merluza congelada, la leche frente al biofrutas. Pero sobre todo, quien de estos «colaboradores» nos instará a comer más fruta natural, algunas verduras, pescado fresco o carne natural?

Si en conclusión, la apuesta está por las marcas frente al producto blanco, y de la gran empresa frente al pequeño productor, volveremos a perder la oportunidad de revisar el sistema.Y esta crisis es una oportunidad irrepetible.

IAS

 

La Politica Agroalimentaria Española,la debacle del sistema.

Arias Cañete en Espejo Público de  Antena3, nos explica que para mejorar, se debe desperdiciar menos en la industria alimentaria, revisar el etiquetado de caducidad, que el ministerio trabaja en una etiqueta de calidad en la leche para mejorar su precio, y que se negocian favorablemente las cuotas de pesca con UE y Marruecos.

Todas estas medidas me recuerdan a la nueva limitación de velocidad de 110 Km/h. que lanzó el gobierno socialista para afrontar la crisis. ¡QUE POBREZA DE LIDERAZGO!

Cuando en todos los medios coinciden en el tiempo noticias que nos adoctrinan sobre aspectos cotidianos, no puedo evitar pensar que se está tratando de crear una corriente de opinión. Esta, avalada por expertos, nos dicta lo que debemos comer, beber o consumir. Por eso, aún en temas que conozco a fondo, como la alimentación, me resulta cada vez más difícil discernir entre lo que es real, y aquello, que por decisión de un Lobby (colectivo con intereses comunes que realiza acciones dirigidas a influir ante la Administración Pública para promover decisiones favorables a los intereses de ese sector concreto de la sociedad .wikipediapretenden que nos creamos.

Revisamos:

  • Un banco de alimentos, como el ejercicio de la caridad, se hace cada vez más imprescindible, cuanto mayor es el número de individuos del colectivo que no pueden acceder al bien básico que son los alimentos. Este último es el axioma de partida en Seguridad Alimentaria. Los alimentos al alcance de todos. Quien permite una sociedad en la que esto no se cumple, no puede servirse del aval omnipresente de la democracia
  • La vida útil, la caducidad y la fecha de consumo preferente, es una información al consumidor, que siempre debe ajustarse a criterios sanitarios y nunca de logística o distribución.
  • En una situación de crisis, las etiquetas de calidad, están fuera de contexto. Demasiado manido para reforzar las denominaciones de origen, el origen geográfico protegido, el lavel, la Q, y la interminable lista de sistemas de calidad.

La calidad, y no lo debemos olvidar, es la aportación o la respuesta a las expectativas del consumidor. Y en crisis, la única expectativa requerida es el binomio precio-seguridad.

  • El valor añadido se crea en el mercado solo cuando los recursos lo permiten y por tanto, la demanda lo aprecia y considera. No olvidemos que es un factor diferenciador.

En estos momentos, creo que las líneas a seguir por los productores, los distribuidores y las instituciones públicas deben estar más orientadas a promocionar alimentos sencillos, sanos, equilibrados y naturales, que perseguir la alta cocina, los delicatesen y la sofisticación.

Es decir:

  1. El consumo de leche, frutas, verduras y pescado en los niños.
  2. El consumo de carnes no transformadas.
  3. El consumo de pan frente a las galletas.
  4. Legumbres y hortalizas, de cuchara, hasta hacerlas atractivas.
  5. Dejando en segundo término a productos de charcutería, derivados lácteos complejos, repostería edulcorada, etc.

Esta catarquica crisis nos enseñará a volver a la producción razonable, el consumo moderado y la vuelta a relacionarnos adecuadamente con nuestro entorno.

 

IAS

¿Te gusta el foie-gras?

La noticia de que el RESTAURANTE MUGARITZ  ha sido sancionado, y la granja que le suministra hígado de pato cerrada, nos recuerda la polémica que desde hace meses gira en torno a los sistemas de producción de foie-gras.

Dos ideas:

– El uso que «Igualdad Animal», asociación en defensa de los animales, hace del nombre del reputado restaurante, para darse a conocer, no me parece legítimo. La utilización del nombre de un establecimiento de reconocido prestigio, para catapultar la noticia del maltrato que se dispensa durante la cría de las palmípedas, consigue extender la noticia como un reguero. Pero el daño que infringe al Sr. Aduriz y su equipo, creo que va más allá del llamado “daño colateral”. Pues en casi todos los restaurantes y bares, salvo los vegetarianos, se hace uso de este tipo de productos derivados de las aves.

-Estos hábitos de consumo, que no respetan las más básicas normas de bienestar animal, deben combatirse desde la educación, no desde el escándalo. No creo que el mundo se diferencie entre los que consumimos alimentos “éticos” y los que no, pues entraríamos en una discusión infinita. Contemplaríamos todos los aspectos, respeto al bienestar animal, soberanía alimentaria, reparto justo de los beneficios, etc.

Una verdad:

El ser humano es bipolar, por definición, por un lado propone una rigurosa normativa sobre el bienestar animal, y por la otra, hace fiestas, con linchamientos de animales regados de sangre y alcohol. Que España está a la cabeza de estas manifestaciones, es evidente. Pero incluso la refinada sociedad francesa, combina el culto por la protección sobre los perros y gatos, mientras comparte con ellos, un delicioso bocado de foie tras un festejo taurino.

Pero no nos fijemos en la paja ajena, cuando tenemos una biga en el mismo colectivo veterinario, donde aún hay defensores apasionados de “los toros”. Creo que el problema está en el acostumbramiento. Este permite reconocer con familiaridad, las más aberrantes formulas de injusticia. Y si no, echad una mirada atrás.

En cualquier caso son numerosos los países que ya vetan el consumo y distribución de foie gras, Argentina, Austria, Dinamarca, República Checa, Finlandia, Israel, Turquía, Alemania, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Noruega, Polonia, Suecia, Suiza, Inglaterra, California, etc.

Pero qué debemos cambiar  antes, nuestros hábitos de consumo o el trato que dispensamos a los animales que nos lo proporcionan. Creo que debemos ir cambiando aquello que mostramos a nuestros hijos, en esencia, el equilibrio entre lo que este mundo nos ofrece y lo nosotros le devolvemos.

P.D. ¿Comerás foie-gras esta Navidad?

Algo ya hemos avanzado, ¿o tendrás sesos rebozados como entrante?

IAS