Martes 1 de mayo de 2012
Tenía otro concepto de él. Creí que era un hombre tolerante y sensible, universal y valiente, pero los hechos me demostraban que llegó a Madrid a hacer política de Administración Central, con el ordeno y mando por delante y olvidándose que la cultura es, ante todo, una gran labor de paciencia. Me refiero a Jordi Solé Tura, ministro de Cultura, desgraciadamente ya fallecido.
Cuando fue designado ministro le visitamos en su despacho. El hecho de ser catalán nos animaba a acudir a él, pensando encontrar otra sintonía. Le planteamos dos cuestiones: la posibilidad de la promoción del euskera a través del Instituto Cervantes, en aquellos lugares donde hubiera demanda, y una postura favorable a que el “Guernica”, de Picasso, pudiera ser expuesto enla Villa Foral.
A la primera propuesta, él, catalán y bilingüe, no hizo nada.
A la segunda, no tuvo el menor gesto de acercamiento, explicación y cortesía. Tan sólo una rueda de Prensa para decir que, con “firmeza, y si no se tercia un terremoto, el «Guernica» “se instalará en el Museo de Arte Contemporáneo Reina Sofía”.
Como se ve, un talante dialogante y en sintonía con el criterio de la ejecutiva federal del PSOE, que un lunes emitió un comunicado diciendo que deseaba mantener una especial relación de comunicación con CiU y el PNV. ,
Para nosotros, Jordi Solé Tura, más que ministro de Cultura del Gobierno español, fue el consejero de Cultura» de la autonomía madrileña. En eso quedó su Ministerio.
En momentos en los que los gestos en política eran tan importantes, su talante agresivo, de ministro prusiano de la cosa, no tenía nada que ver ni con el Pacto de Ajuria Enea ni con una postura mínimamente inteligente.
Picasso pintó su cuadro conmocionado por el bombardeo dela Villa Foraly por la acusación del franquismo de que habían sido los propios nacionalistas vascos quienes habían incendiado la histórica población. Fue un grito contra la guerra, la barbarie y la mentira. Por eso lo llamó “Guernica”. No de otra forma.
Bien es verdad que no consta en parte alguna que Picasso mostrara su voluntad de que el cuadro estuviera en Guernica, pero no fue obstáculo para reconvertir el concepto “república” en “democracia”, el Casón del Buen Retiro en el Museo del Prado y el Museo de Arte Moderno Reina Sofía en el comentario de que el cuadro pertenece al Estado español, y la pregunta se impuso:
¿Consideraba Jordi Solé Tura que Guernica es España?
En caso contrario, no había nada de lo que hablar.
Si no es así, el cuadro puede ubicarse en Madrid, Albacete, Barcelona o Guernica. Es cuestión de decisión política. Y la decisión fue la de Madrid. Por cierto, un Madrid pletórico de magníficos museos y desorbitantes inversiones culturales, frente a otros desiertos peninsulares.
Javier Solana y Jorge Semprún mantuvieron las formas. Hablaron de la posibilidad de exhibición de los bocetos, de estudiar otras posibilidades, de entender el hecho. Solé Tura habló de localismos, folclore y cuestiones menores. España era, para Solé Tura, Madrid y su corte.
El ministro de Cultura perdió una buena ocasión de acercarse al mundo vasco con uno de los símbolos del siglo XX dedicados a la paz, la libertad y la denuncia de la guerra. Su actitud, agresiva y arrogante, nos llenó de estupor.
Por eso, nosotros le pedimos que si la villa de Guernica no es merecedora más que de desprecio por parte del ministro de Cultura, lo lógico es que se le quite el nombre de Guernica al cuadro. Que le llame Madrid o como quieran, pero no el nombre dela Villa Foral, motivo directo de inspiración de un pintor universal que tuvo mayor sensibilidad que aquel ministro comunista que consideró nuestros planteamientos como mero localismo.
¿ Y por qué no en Málaga? Picasso era malagueño.
O en París.
Que el cuadro tiene relación con Gernika es evidente. Y sí tendría sentido que se expusiera en Gernika, pero tampoco creo que sea exigible como un derecho en sí mismo.
Son varias las veces que le leo lo mismo, y como de costumbre no tiene ni idea (para variar). 2 cosas, senado:
1. Aqui solo es buen vasco, buen catalán, demócrata, valiente, etc aquel Que comulgue con su ideología politica, sino no. Como comprenderá es ridículo.
2. Picasso no dice que el guernika deba regresar a españa cuando vuelva la república, sino textualmente cuando «se reinstauren las libertades civiles», es decir, la democracia. El contrato que firmó en 1970 con el MOMA neoyorquino lo dice claramente, ocupa un folio y es facilísimo de encontrar en internet, le animo a que lo haga.
Eso de que PICASSO habla de que se devuelva a la república y no a cualquier otro sistema democrático es parte de ese misticismo propio de vuestro nacionalismo cateto y de campanario. Cuando Picasso firma con el mona en pleno año 70, tenia clarísimo que una monarquía parlamentaria con d. Juan Carlos era muy posible, y le parecía bien porque ya le habían hablado en Inglaterra y Francia de que su perfil era democrático y aperturista. Pero le repito, el contrato está en internet, y dice «libertades publicas» no «república»; busquelo, documentese y deje de escribir estupideces.
Jordi Solé Tura ya no puedo hablar más. Lo que fue, lo que pensara y lo que hizo, resta congelado en lo que dejó escrito o dejó grabado.
No me gusta nada esta entrada suya, nada, porque la otra parte de aquel encuentro no va a poder aportar ninguna matización, ninguna réplica, a lo que usted ha escrito aquí .
Y no me parece que usted intervenga en esto como erudito sobre las vicisitudes del «Guernica» pintado por Picasso, por más erudición que tenga sobre el cuadro y sus circunstancias, usted, Senador, más bien interviene desde su posición de político en activo y militante del PNV, con el horizonte de las próximas eleccioness que han de celebrarse en el País Vasco incrustado entre ceja y ceja..
Este escrito suyo no empeora el concepto que tengo de Jordi Solé Tura, ni mejora el que me voy forjando respecto de usted.
Comprendo que le traiga al fresco todo ello, faltaría más.
Me maravillan sus dotes adivinatorias, Sr. Anasagasti, cuando afirma que Picaso pintó el cuadro «conmocionado por el bombardeo de la Villa Foral y por la acusación del franquismo…» Yo, que estoy deseando la auténtica normalización de la vida de TODA la ciudadanía de la CAV no me atrevo a afirmar tanto, pues sospecho que Picaso pintó ese cuadro para justificar los cuartos que había recibido de la República y nada más. Y como víctima de un bombardeo del franquismo en el que murió un hermanito menor mío y mi madre quedó tuerta, me creo con más derecho que usted a decir que ojalá no hubieran existido ni ese adefesio de cuadro ni el carroñero afán del PNV de sacar tajada política de 125 muertos, que podrían haber sido muchísimos más si Franco hubiese mandado hacer el ensayo de bombardeo sobre Bilbao, por ejemplo. Así pues, tengan ustedes un poco de respeto a aquellos muertos y dejen de airear sus esqueletos a los 75 años de un hecho lamentable, pero menos que aquel en el que yo perdí a mi hermano menor y en el que los muertos se contaron por centenares-
Mire D. IÑAKI, yo comprendo que el PNV tiene que barrer para casa, pero en esto simple y llanamente no tenéis razón. Decir que ese cuadro tiene que estar en Guernika porque sale guernika, es como decir que un cuadro en el que salga la torre Eiffel o la gran muralla tiene que estar por narices en Francia o en China, obviamente un disparate.
Ese cuadro pertenece al estado, ademas con todas las de la ley, y lo normal es que este en un museo importante y bien comunicado, para empezar porque anualmente muchos miles de personas viajan solo para verlo.
Madrid tiene mucha mas capacidad e infraestructuras que guernika para exponer ese objeto y puede llegar a muchas mas personas para trasladar el mensaje de la obra, que es lo realmente importante, pues el prado o el reina Sofía tienen millones de visitantes cada año.
En esta ocasión no tenéis razón.