Un buen acto, un mal protocolo

Miércoles 28 de febrero de 2018

He estado este miércoles en el Arriaga en la celebración del 140 aniversario del Concierto Económico. Fui convocado por la Comunidad del Concierto, pero mi mujer, por ser nieta de uno de los Consejeros del primer Gobierno Vasco de 1936 por cartulina y una hoja transparente y aparte de forma diferenciada. No sé porque, para lo que le ha servido.

Nos piden estemos en el Arriaga media hora antes. Yo siempre me he opuesto a ser el aplaudidor del rey en actos de este tipo y llegaba frisando la hora. No tengo alma de súbdito, si de puntualidad, esa sí, cortesía de la gente educada. No hace falta más. Pero en este caso nos decían que fuéramos con la suficiente antelación para evitar retrasos. Y lo hemos hecho. Y allí estábamos en la puerta del Arriaga, que estaba abierta, y un funcionario de protocolo de Ajuria Enea dejaba entrar a cuentagotas sin decir nada y cuando mi mujer le ha enseñado el tarjetón, nos ha dicho que cerraba la puerta y que luego la abriría. Y así lo ha hecho, dándonos con la puerta en las narices. Sin más. Pero el hecho criticable ha sido que han cerrado esa puerta para que por la derecha entraran los vips del momento. Solo ellos. Como una Casta aparte. Como en los antiguos edificios que había una puerta para el servicio y otra para los amos, o en los Estados Unidos de la segregación que tenían puertas distintas para los negros y los blancos. Jamás he visto gesto de peor gusto, porque al poco, esa puerta que se iba a abrir, no se ha hecho, y hemos tenido que ir por un lateral, cosa que no me importa nada, aunque sí y mucho la discriminación, cosa que no ha pasado desapercibida. ¡Por qué un Vip ha de colarse?. Que me lo argumenten. Nunca lo he soportado. Estos jefes de protocolo en el Vaticano estarían en paro. El Papa la noche de su elección se fue a la pensión donde había estado a pagar la noche. Y hablamos del Papa.

A eso se le añade unos encargados de protocolo que conoces de toda la vida y que, puestos a ello, ni saludan, como las azafatas en vuelo que por mucho que las mires, ni te miran. Ellos y ellas a lo suyo. Les han dado una lista y cumplen lo que les ordenan a dedazo limpio, sin mano izquierda, sin una sonrisa. En el fondo hacen mal su trabajo, aunque luzcan la estrella de sheriff y se crean con el derecho de desconocer a la gente, muchas veces por pura ignorancia, que han hecho más por el Concierto que ciertos cantamañanas a los que tratan como si fueran faraones .Tienen un poder delegado alrededor de una hora y lo ejercen como en un campo de concentración. Por ejemplo. Estábamos sentados y al lado ha querido hacerlo Javier Urizarbarrena que si algo ha hecho en la vida ha sido velar por el Concierto. Pues no. Le han dicho que se fuera. No nos habíamos dado cuenta que en un recoveco del asiento había una etiqueta para un concejal. Y podría contar varios sucedidos de esta índole que te dejan cara de tonto.

La lectura del texto el Lehendakari ha estado bien. Corta, inclusiva y al que no le faltaba ni le sobraba una palabra. Y con esta lectura, como se nos ha dicho, pudo haber terminado el acto pero la presentadora, por indicación no se de quien de protocolo, ha pedido que subieran al estrado todos los representantes institucionales, algo que sobraba pues era evidente que solo había tres mujeres en una colección muy vasta de hombre. Esto, cada vez más chirría, a lo que se le añade que todos además, todos, todos, eran del PNV. Normal pero cuando tú organizas un acto institucional y te van de todos los partidos no incidas en lo evidente porque te conviertes en excluyente. Quien pensó en esa foto lo hizo con el trasero.

Y eso que el acto en su concepción estaba bien. Y que ha sido bueno recordar la efemérides. Un documental sobre el Concierto y la lectura de un Comunicado. Suficiente. No hacía falta más.

El documental por otra parte ha sido muy pedagógico y claro. Solo he echado en falta dos alusiones a dos muertos por demandar la devolución del Concierto para Gipuzkoa por parte del presidente de la entonces Diputación franquista Juan María Araluce en 1976 y la muerte por patada de Ramón Begoña en la manifestación que hicimos en Bilbao para la devolución del Concierto. En 1980. Lo mataron los de siempre.

Quizás con mejor tiempo hubieran estado los Lehendakaris Garaikoetxea, Ardanza, López e Ibarretxe. Se les ha echado en falta. El acto lo merecía. Era de himno y Lehendakaris.

Ojalá este documental lo vean los de Ciudadanos, Susana Díaz, Albert Rivera y lo puedan proyectar en Colegios Mayores y el Círculo de Bellas Artes en Madrid, Barcelona y Cáceres. Que los de protocolo se ocupen de ello. Y sin poner una puerta para los Vips y otra para el ciudadano común. Como en tiempos de Alfonso Guerra.

3 comentarios en «Un buen acto, un mal protocolo»

  1. TRANQUILO IÑAKI, A MI NO ME HAN MANDADO NINGUNA INVITACION, POR SI TE SIRVE DE CONSUELO.

  2. En 1980, quienes fueron los de siempre Sr. Anasagasti?, los trabajadores de Nervacero?, quién agredió primero?, los de su partido?. Ver edición de «El País» del 22 de Julio de 1980. Otra vez manipulando

  3. El Concierto económico es un instrumento válido, pero no puede ser el fin último. No hay bilateralidad con el Estado por mucho que se empeñe el Lehendakari Urkullu. Necesitamos avanzar en la soberanía y disponer de instrumentos en política económica

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