Mustafa Kemal Ataturk fue un mariscal de campo turco que fundó la República en Turquía mandando al Sultán al exilio. Modernizó un país que Erdogan durante veinte años ha tratado volviera al pasado imponiendo el islamismo, coartando la libertad de expresión, persiguiendo a sus oponentes. Tan es así la situación que el domingo, a pesar de sus manipulaciones, la oposición, que seguramente ganó las elecciones, le obliga a una segunda vuelta.
Turquía es muy importante para Europa y Erdogan se ha aprovechado de ello. Tras la invasión de Rusia a Ucrania ha tratado de ser mediador jugando las bazas de Putin. Amigo de Nicolás Maduro, juega a una equidistancia que no es tal. Recuerden como le trató a Ursula von der Leyen por ser mujer. Un machista de la peor especie.
Reconozco no le tengo la menor simpatía.
Siendo yo secretario primero de la Mesa del Senado me tocó a su lado en la comida oficial ofrecida en el salón de los Pasos Perdidos en su visita a España. Erdogan estuvo flanqueado por Jordi Casas de CIU y por mí. Enfrente tenía al presidente Javier Rojo flaqueado por los portavoces socialista y popular.
Al principio de la comida me preguntó quién era yo. Le dije. ”¿Y de qué partido es usted y el señor de mi izquierda?”. ”Del Partido Nacionalista Vasco y de Convergencia y Unió, nacionalistas catalanes”. El tipo se puso verde, y no exagero.
“¿Cómo es posible que me hayan puesto al lado de ustedes en esta comida?. ¿No saben que odio a los nacionalismos?”. Todo esto en un tono impropio de un jefe de estado. Estuvo a punto de levantarse de la silla, no lo hizo pero solo aguantó hasta el segundo plato. Con evidente malestar no nos dirigió la palabra, se levantó y se fue. Un auténtico facha y además chulo y mal educado.
Entiendo que los kurdos formen parte de la oposición a este tipo autoritario y mal bicho. Y yo celebraré que dentro de dos semanas pierda las elecciones si no logra manipularlas. Turquía merece un futuro democrático.
El pasadodos de mayo, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, muy engallada, usó el protocolo paradarle con él en la cabeza al ministro de la presidencia Félix Bolaños. Le dijo que había ido a provocar y que ella solo había invitado a Margarita Robles a celebrar el díade su Comunidad. Curiosamente la Sra. Robles con gran “solidaridad” ministerial, se puso al lado de Ayuso y del senador Núñez Feijóo, el nuevo y fantamasgórico “jefe de la oposición”, cargo que no existe en ningún sitio, mientras Bolaños permanecíadebajo de la tarima comiéndose las uñas. Todo muy edificante y versallesco. Me llamó la atención lo indignada que estaba la Sra por lo que consideraba una provocación inadmisible. Ya nada al parecer es como era pero no sé qué pueden decir los ciudadanos de Bilbao al tener a esta superwoman, sin comerlo ni beberlo y sin mediar terremoto alguno, cerrando la lista del PP en Bilbao. Antes nos decían que lo hacían en solidaridad porque existía ETA y ahora debe ser que vienen a hacer la respiración artificial a una candidatura que necesita le transfieran música de la Verbena de la Paloma o del levantamiento, pero en plan provocador, del 2 de mayo. Y para que el espectáculo no decaiga y redondear la oferta ha colocado a su escudero mayor, su cerebro, su espadachín, su macarra y su autor de morcillas varias, Miguel Ángel Rodríguez (MAR) cerrando la lista de Durango, porque si no hay espectáculo que llame la atención ante un programa plano, se crea y se adorna con fuegos artificiales, pintxo pote y sokamuturra. Todo una declaración de principios ya que la unidad de España sigue estando para este grupo de hooligans en peligro. Es comprensible pues que el PNV se ha convertido para Iturgaiz en “el felpudo de Bildu”. No somos nadie.
Una vivencia de Xabier Arzalluz
En los tiempos de la legislatura constituyente (77-79) nos contaba Xabier Arzallluz que había presenciado una escena un tanto chusca pero que era reflejo de una realidad que no carecía de importancia. El entonces omnipotente vicepresidente del gobierno de la UCD, Fernando Abril Martorell y el entonces todopoderoso Alfonso Guerra bromeaban entre sí. Guerra echaba en cara a Abril el escandaloso absentismo parlamentario de los diputados de UCD. Abril recalcaba la mayor libertad y capacidad de Moncha de sus diputados, mientras reprochaba a Guerra el que los socialistas parecían figurones de cartón piedra, cuya única función era callar, calentar el escaño y apretar estoicamente el botón conforme a las indicaciones gestuales del domador de turno.
En otra ocasión, durante una intervención de Arzalluz en el debate constitucional, el entonces diputado de EE, Francisco Letamendía, más conocido como Ortzi, le interrumpió airadamente gritando: «¡muy mal, muy mal!». La Cámara se sobresaltó. Algunos se pusieron de pie. Y Ortzi con su intemperancia, consiguió lo que de otra manera no hubiera sucedido, el que todo el hemiciclo rompiera en aplausos.
Coincidió que el suceso fue presenciado por una delegación del Parlamento Europeo presente en la Tribuna de Invitados. Y poco tiempo después, en un Congreso de la UEDC en Malta, el eurodiputado Hans Lücker de la CSU de Baviera, le preguntó:
-¡Oiga!, aquel diputado que le armó aquel escándalo en el Congreso en Madrid, ¿era vasco?
Ante la contestación afirmativa siguió preguntando si pertenecía al Grupo Vasco. Su contestación fue lógicamente negativa, aclarándole que era de EE, así sus posturas políticas, su vinculación política con grupos armados, en aquel momento.
Por último, quiso saber: «¿cuántos son los diputados de esa formación política?». Al contestarle que sólo el Ortzi del escándalo, elevó la voz y dándose una palmada en la rodilla, exclamó: ¡Ah, claro, «er hat die Narrenfreiheit»! (Tiene la libertad del bufón).
Ambas anécdotas, nos comentaba Arzalluz, respondían a una realidad parlamentaria. Los Grupos numerosos, sobre todo en los partidos rígidamente disciplinados como el PSOE, condenan al diputado común a la ingrata tarea de observadores mudos del quehacer parlamentario, mientras que el diputado solitario o cuasi solitario, ni llega a poder seguir el cúmulo de temas (proyectos, proposiciones, preguntas, interpelaciones o debates), sobre todo en las Comisiones. Por otra parte apenas tienen peso, con su único voto, y tiene la tentación de caer en el puro testimonialismo y de querer dar señales de vida con el sensacionalismo, si no con el escándalo. Es la libertad de aquel bufón medieval que puede decir y hacer lo que le da la gana ante el rey y no le pasa nada. Ortzi dejó el Congreso y EE. Hoy seguramente no hubiera actuado así.
En Euzkadi, el PP, y un Iturgaiz, que no le llega a la suela del zapato a Ortzi, tiene la libertad del bufón. Puede decir lo que le da la gana, repetir argumentaciones y consignas de cuando ETA existía, insultar sobre todo al PNV porque lo que busca, y sobre todo en campaña, es polarizar el debate español, tan rancio como ellos, entre el PP y el PNV, fuerza mayoritaria.
Ante tan poco edificante espectáculo me decía un amigo que “es una desgracia que a los grupos que no gobiernan se les denomine oposición y solo vivan con la obsesión permanente de tener que oponerse a cualquier acción de gobierno sabiendo muchas veces que dicha iniciativa es buena para la ciudadanía. Es muy perverso para la salud democrática”. Es verdad. Creen que oponerse es ser gamberro, ser un auténtico capullo, no ofrecer alternativa alguna, jamás reconocer nada del adversario y apoyarse en la brunete mediática. Y ahí está MAR, engrosando el elenco, como candidato del PP en Durango, es el nuevo facha de dientes afilados, cerebro mediático de la Sra Ayuso que en su visita a su sucursal duranguesa el pasado sábado 29 de abril dijo: ”El País Vasco sufre un ambiente irrespirable, sin libertad ni democracia, que lo sitúa fuera de Occidente”. Lo expresó sin ruborizarse defendiendo una españolidad embalsamada, considerándonos en los repliegues de su mente, una manada de imbéciles: ”Vengo a molestar a los que no creen en la libertad para defender que centenares de vascos son mejores que Sabino Arana, el político que más daño le ha hecho a esta tierra”. Seguramente por eso el PNV, su creación, gobierna en todas las instituciones.
La clave es el dominio
Jorge Verstrynge fue secretario general de AP, diputado y candidato por este partido al ayuntamiento de Madrid, antes de saltar al PSOE y de allí a Podemos. Tras su paso por la derecha española escribió el libro “Memorias de un maldito” donde, tras haberles conocido de cerca, relata la actitud y mentalidad de una derecha que en cuarenta años no ha cambiado en lo fundamental. No es una derecha europea, no se ha modernizado y sigue sin aceptar el estado autonómico. España sigue siendo Madrid y su esencia es castellana, nada que ver con aquello de “las Españas” de los Austrias.
Escribía Verstrynge: ”tuve que revisar mis planteamientos ante la cerrazón que vi entonces en el Ejército, en la «Real Casa» y en la derecha, y la consideración generalizada en AP de que los vascos eran poco más que unos burros primitivos, violentos y habitantes de un «territorio conquistado», como decía Fraga de Cataluña, sino que ahora reconozco que para ellos España era algo demasiado sencillo: amén de los «conquistados» vascos, catalanes y valencianos, otros territorios españoles eran colonias: Andalucía, Extremadura, Murcia y Canarias. Hoy tengo muy claro que este país no se merece esa derecha sólo capaz de pensar, en última instancia, en términos de dominio. Pero esto es anécdota. Queda muy bien desviar subrepticiamente la ira popular contra Arzalluz, pero el caso vasco es más de fondo y resulta muy sencillo de expresar: o bien el proceso de descolonización fue protagonizado por el Imperio español, por lo que éste acabó con las guerras de Filipinas y Cuba…, o bien el Imperio era castellano, por lo que puede que la descolonización no haya acabado al menos para vascos, catalanes y canarios…Y es más, puede que no haya solución al problema fuera de Europa -o sea, el mercado económico «nacional»- ya no tiene gran significado económico, sino que, tanto por las necesarias descentralizaciones funcionales como por la necesidad de macroorganizaciones políticas, el Estado Nacional se haya sometido a una terrible pérdida de sustancia, de poder y de competencias, hacia abajo y hacia arriba. Para entendernos, conforme avancen los tiempos, y en lo que a los españoles les atañe, cobrarán paulatinamente más importancia las comunidades autónomas y la comunidad europea, y menos el Estado español”.
“Sin embargo yo, en aquel entonces no veía todo esto, continuaba Verstrynge. Sólo veía que, concretamente en relación con el caso vasco, el Estado español, gracias a catastróficos ministros de Interior, perdía literalmente el control del territorio nacional. He tenido que ir más de una y de varias veces a Euskadi (palabra prohibida en aquel entonces en AP solo se toleraba «País Vasco» y, un poco después, tras la insistente campaña de un representante de allá, Jesús Pérez Bilbao -por cierto, hombre inteligente, sensible y excelente persona-, la de «Euskalerria», pero con calma) a enterrar a militantes de AP, policías o a guardias civiles”.
El libro no tiene desperdicio y narra desde dentro como veía AP su entonces España neo franquista, que no difiere en casi nada a lo que acaba de decir el cerebro político de Díaz Ayuso, o lo que sigue diciendo cada vez que abre la boca Iturgaiz o los actuales candidatos. Madrid sigue siendo la cabeza de un imperio neocolonial donde una ley orgánica como el Estatuto de Gernika sigue, 44 años después, sin ser completado.
Y un apunte. Vean lo que dice de Euskadi y Euskalerria. Por si hubiera alguna duda. La palabra maldita y a perseguir era y es Euskadi, sustituida por Bildu por Euskalerria, permitida en tiempos del franquismo mientras se perseguía Euskadi. Los extremos siempre se tocan. A confesión de parte, relevo de pruebas.
Y, tranquilos, nos quedan quince días en los que los juglares y bufones darán rienda suelta a sus gracias mitineras. Afortunadamente, todo lo exagerado no es creíble. Lo veremos el 28 a la noche.
Si alguien quiere saber de qué escudería es el locutor o periodista que informa sobre encuestas, fíjese en el tonillo que le da a la información sobre Bildu. ”A un solo punto del PNV, Bildu duplica en Bilbao, en Gasteiz todo está en un pañuelo”. No es solo la información, sino el énfasis, que no deja de tener su miga y le hace temblar a Sabino que no hace más que decir que hay que ir a votar. Y es que no es lo mismo dar el pésame de manera compungida que darlos riéndose a carcajadas. Pues eso.
Otro de los temas que saca Bildu con su aparente moderación en la campaña es que tras el 28 de mayo no puede haber pactos en cascada, es decir PNV-PSE en todo. Hoy solo los hay en Irún y en Eibar, pero se quiere que sea en muchísimos otros lugares.
Están en su legítimo derecho de soñar despiertos pero uno se acuerda del sectarismo de la alcaldesa de Azpeitia con la empresa Corrugados, una señora de ordeno y mando quien con criterios chavistas impidió dar salida a un monumento a la empresa varada, o el tiro en el pie que se han dado colocando personas incursas en delitos que como dijo el Lehendakari “tienen derechos, pero no hay derecho a que estén ahí, por su inmediato pasado”. Un partido sano, con los pies en la tierra, respetando a las víctimas no colocan a 44 de los suyos, que son todo menos angelitos, en listas que ofenden y abren heridas sobre lo que ellos mismos hicieron.
Por eso aunque Maddalen Iriarte diga muy seria que así como “son imprescindibles en Madrid (solo aciertan cuando rectifican) no es cuestión de poner fronteras sino construir puentes”. Como frase no está mal. Pero recuerdo una mejor de Isaac Rabin que decía que los puentes se construyen sobre los ríos, no entre oceános y de momento y que yo sepa la cerrazón mental de este mundo en condenar lo que supuso aquella orgía de fuego y sangre sigue estando ahí como asignatura pendiente. Si, ya sé que el PP es del pelo, pero hablamos del intento de Bildu en convertirse en el PNV bis.
Otro de los gritos de campaña que más me han llamado la atención han sido los casi alaridos de la candidata socialista Marisol Garmedia diciendo que el alcalde Eneko Goia está agotado. Si es verdad o no lo veremos el 28 por la noche pero que una concejal del equipo de Goia que es corresponsable de una gestión y es ahora una candidata que sabe que no va a ganar la alcaldía y va el 29 a pretender revalidar con Goia otros cuatro años, diga este tipo de cosas me recuerda más a la película Kramer contra Kramer que a una candidata seria. Pero el aparato es el aparato. Dudo que Odón Elorza le vote.
También me ha llamado la atención la salida de su dedicación a sus negocios en Madrid de Alfonso Alonso el jefe del PP defenestrado por Casado y que teóricamente se había retirado de la política, pues parece que no tanto, como Borja Semper. Ahora está haciendo campaña en Gasteiz y diciendo cosas tan ridículas como eje de campaña que el autobús eléctrico es un desastre. Me da que este caballero la última vez que se subió a un autobús fue para ir a algún mitin de Mayor Oreja, bocadillo incluido, y que como vive en la capital de su España querida, no se ha enterado que el tranvía llega hasta Salburua y que el autobús funciona muy bien y silenciosamente.
Y para terminar una reflexión de la candidata de Podemos que muy seria nos dijo que éramos lo que respirábamos. Yo creí que la frase era que somos lo que comemos. Pues no. Somos lo que respiramos. Seguramente Podemos huele a rosas sin espinas, a desodorante verde, a garbanzo con morcilla, y a otros cosas que al parecer les conforman como seres humanos.
Agradezco el dato que me confirma en la frase de que no te acostarás sin saber una cosa más. Ya lo saben. Somos lo que respiramos. Pues, ¡hala! a lavarse los pies.
Igual se refería a López Uralde que tiene una pituitaria muy sensible. De los Verdes pasó a Podemos y de Bizkaia a Araba, que le aseguraba el escaño. Para este ecologista es verdad que es lo que respira. Y mientras respira, aspira. Y sabe donde le da el aire.
En resumen.
Bildu hace campaña vestido con kaiku y txapela, jersey en los hombros y mensajes sin dientes. Les han dicho que se parezcan lo más posible al PNV porque ahí está el caladero de votos.
Igual aciertan, porque somos lo que respiramos.
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