No me extraña nada la acusación contra López Aguilar

Martes 7 de abril de 2015

423.15Hace tiempo señalé con el dedo al ex ministro Juan Fernando López Aguilar, un Narciso en estado puro, metido a la política para satisfacer el culto a su persona. No hay más que estar diez minutos hablando con él y se comprobará lo que digo.

Ahora está acusado de violencia de género, y dicen que el PSOE le suspenderá de militancia. Han tardado demasiado. Que un ex ministro de justicia sea llamado a declarar ante un Juez  tienen su cosa. Pero es que esto viene de lejos y tiene que ver con este señor al que se le quedó pequeña Canarias y la menospreció porque lo suyo era la gran política en la Península.

Y todavía le recuerdo con aquel nefasto personaje del PP en los jardines de La Moncloa, Ignacio Astarloa, haciendo de las suyas con  un Pacto para la Justicia que fue todo un bodrio.

En las últimas elecciones europeas ya no encabezó la lista. Lo hizo Elena Valenciano de la que nunca más se supo.

Yo a él lo vi en enero en Bruselas. Me había dirigido una carta explicándome que él no obstruyó a la Justicia en el caso del cámara Couso asesinado por los norteamericanos en el hotel Palestina de Bagdad. Y me vino solícito a dar la mano. Pensé que no debía estar muy equivocado cuando este hombre con tanta labia si yo hubiera patinado estaría colgado  hoy de la picota porque, como se está viendo, tiene la mano larga.

Había escrito yo este artículo contra él:

Hace diez años, en Irak, Aznar, nos metió en una guerra sucia, injusta y cruel. Sin debate parlamentario. Tenía mayoría absoluta y con el concurso del rey nos dijo que quería sacar a España del rincón de la historia. Pero solo quería la amistad de Bush y convertirse en su perro de lanas. Y ya vemos también lo que ocurrió. Torturas por parte del glorioso ejército español que ahora se saben.

Hace diez años también mataron a José Couso y, su familia, organizó el pasado viernes 15 un concierto de homenaje con la música que a Couso le gustaba. Manolo García, Celtas Cortos, Leiva, Quique González, Marwan y Andrés Suárez.

José Couso era un cámara gallego que a menudo aparecía por nuestro despacho de Cortes 9 para hacernos una pequeña entrevista y enviarla a los medios. Couso en aquella época trabajaba en EFE y, ETB le encargaba trabajos varios. También lo hizo para T-5 y Canal Plus. Era conocido entre los periodistas del Congreso como profesional amable y discreto.

El 8 de abril se encontraba en el hotel Palestina de Bagdad. Se había trasladado a Irak poco antes de la guerra y había quedado como cámara de Jon Sistiaga. En el hotel Palestina estaban concentrados los periodistas extranjeros. En ese momento una compañía de la 3ª División de Infantería del ejército estadounidense se encontraba luchando al otro lado del río Tigris y un tanque M1 Abrams disparó su cañón de 120mm contra el hotel. El proyectil del tanque impactó en el piso 15, en el cual se alojaba el equipo de la agencia Reuters, resultando muerto el periodista ucraniano Taras Prosyuk. José Couso se encontraba filmando en el piso inferior, siendo herido gravemente. Couso fue trasladado al hospital San Rafael de Bagdad donde falleció mientras era operado.

Ni que decir que aquella noticia impactó con mucha fuerza en todas partes. El Pentágono reconoció la autoría del ataque alegando que los soldados que dispararon contra el hotel estaban respondiendo a fuego enemigo. A la muerte del cámara se sucedieron varias manifestaciones de repulsa ante las sedes diplomáticas de los Estados Unidos junto a varias acciones civiles y judiciales encaminadas a resolver la culpabilidad de los implicados. La familia de Couso y su hermano Javier abanderaron aquella causa que era seguida de cerca por la prensa y la opinión pública. Desgraciadamente ministros y fiscales españoles durante el mandato de Aznar y posteriormente, bajo el de Zapatero, nos engañaron a todos diciendo que la causa abierta contra los soldados norteamericanos era su causa. Mientras ésto ocurría, el juez Pedraz abrió diligencias previas emitiendo una orden internacional de detención contra tres de los militares estadounidenses imputados. Sin embargo la Sala Segunda de la Audiencia de lo penal archivó las diligencias alegando que aquel había sido un acto de guerra. La familia recurrió y el Tribunal Supremo estimó el recurso y reactivó la orden de detención internacional contra los tres norteamericanos mientras el embajador estadounidense alegaba que los tribunales españoles carecían de jurisdicción por tratarse de una acción de guerra realizada en territorio iraquí. Sin embargo el juez Pedraz acusó a los militares de asesinato y de un delito contra la comunidad internacional por atacar a periodistas y lanzó una orden de busca y captura.

Hasta ahí la historia de la firmeza española que era la correctamente esperada. Lo malo fue cuando leímos que quien en ese momento era el ministro de justicia de Rodríguez Zapatero, el canario Juan Fernando López Aguilar mantuvo un sucio doble juego. A la familia le decía una, cosa, y al embajador otra.

López Aguilar podría definirse como aquellos socialdemócratas de la UCD apelados como «rabanitos». Blancos por dentro, rojos por fuera y siempre al lado de la mantequilla.

Y es que vergonzosamente este personaje con otros más «trabajaron» para que no prosperasen las órdenes de detención internacional contra los tres soldados estadounidenses involucrados en el asesinato de José Couso en Bagdad. Esto lo aseguró el ex embajador de EE.UU. en Madrid Eduardo Aguirre y se constata en un telegrama confidencial filtrado por Wikileaks al diario El País.

Tras la resolución judicial, los entonces ministros de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, y de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se pusieron en contacto con el embajador norteamericano para tranquilizarlo.

El socialista López Aguilar le transmitió que el Gobierno «pondría todo su empeño en cuestionar la decisión del juez basándose en argumentos técnicos». Con esta información, el embajador envió un telegrama confidencial en el que señalaba que «los ministros españoles están trabajando para que no prosperen las órdenes de detención». Típico caso de obstrucción a la justicia.

Poco después, la entonces vicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega se reunió con el embajador y le dijo que Conde-Pumpido le había informado de la «excelente cooperación de la que había disfrutado por parte de la embajada y las autoridades norteamericanas para ayudar a concluir el caso». Sin embargo, Pedraz pidió a la embajada los datos completos de los tres imputados. El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido recomendó al embajador que contestara de forma «superficial» para minar el argumento de Pedraz de que EE.UU. no estaba colaborando. El colmo.

El embajador Aguirre dijo que intuía que el gobierno de España «buscaría una vía para acabar el caso de forma silenciosa».

Cuando el 27 de abril de 2007 el magistrado acusó formalmente a los militares de un delito contra la comunidad internacional y de asesinato, la embajada empezó a plantearse presionar al Ejecutivo.

Según el telegrama enviado por el embajador, éste refiere que «claramente el juez Pedraz tiene la intención de seguir este caso de forma agresiva. Continuaremos con nuestros contactos de alto nivel con representantes del Gobierno español para presionar con el fin de lograr la retirada de los cargos…»El 13 de diciembre de 2010, el hermano de José Couso denunció ante la Fiscalía de Madrid, en su nombre y en el de su familia a los miembros del gobierno, la Fiscalía y la judicatura que en su opinión y a la vista de los documentos diplomáticos de los Estados Unidos maniobraron para que las demandas de investigación y las denuncias no prosperaran en la Audiencia Nacional.

La denuncia de la familia de José Couso se interpuso por entender que había habido una conspiración o concierto delictivo entre funcionarios de la Administración y Altos Cargos españoles por una parte y funcionarios de una potencia extranjera por la otra. Como decía López Aguilar: «pondré todo mi empeño en cuestionar la decisión del juez basándome en argumentos técnicos». No me digan que este sujeto no es detestable.

Nosotros creímos a pies juntillas lo que apareció en los papeles de Wikileaks por que conocíamos a López Aguilar, un político narcisista como pocos de los que he conocido y que para colmo era además el responsable de la Comisión de Justicia y Libertades del PSOE y dada su entrega hacia el que manda, su obsesiva necesidad de notoriedad, su vaciedad moral, denunciamos a éste sujeto que actuaba con semejante doblez y  que también me dio la pauta del gobierno de Zapatero. No fue solo la denuncia que hice de él cuando le pregunté a Zapatero por su «diálogo de civilizaciones», sino que no desaproveché oportunidad de señalar a quien realizó trabajo tan extremadamente sucio y doble para luego dar lecciones de moral y buenas costumbres. Y a pesar de mis denuncias jamás se ha querellado contra mí porque sabe que tengo razón, como la tiene el juez Pedraz y la familia Couso.

A este eurodiputado socialista, lo nombró Zapatero ministro de Justicia y por ahí anda repartiendo lábeles democráticos. Me imagino que con la sensibilidad actual, el tal López Aguilar se habría exiliado en un recóndito país, porque son gentes como ésta las que ensucian la política y hunden la imagen de la política.

Al terminar el concierto del pasado viernes la familia Couso salió al escenario. «Muchas gracias, no nos dejéis solos nunca». «Cada vez que hablamos de José hacemos algo mágico porque los asesinos pretenden que nos olvidemos de los asesinados. Son los mismos que pretenden que no tengamos memoria». Yo no me olvido de Couso. Ni del sinvergüenza de López Aguilar con su doble juego. ¿Y luego se extraña el PSOE de estar como está?. ¿A qué espera para mandar a López Aguilar a su casa?

Bueno pues este es el López Aguilar que conocemos y que el PSOE ha protegido, con semejante pasado, hasta ahora. La culpa la tiene él, pero también el PSOE.

Que no se queje pues.

 

¿Qué hizo el Rey de España para salvar la vida de los espeleólogos?

Lunes 6 de abril de 2015

418.15Lo ocurrido con los tres espeleólogos españoles, dos de ellos muertos en el Alas de Marruecos, me ratifica una vez más la ineptitud y lo inservible que es la monarquía española. De momento la familia y los compañeros se centran en las autoridades de Marruecos y en el gobierno español pero rehúsan poner el punto de mira en esa Institución inservible que llama primo al rey de Marruecos pero que en una situación límite como ésta no sirve absolutamente para nada. Una llamada del rey Felipe al rey Mohamed y al día siguiente este asunto hubiera estado resuelto y no, como ha comentado uno de los compañeros, el inspector se pasó seis día y medio encima de una roca, rodeado de nieve y sin ser rescatado.

¿Para qué sirve esta Institución inservible?. Para nada.

Ya lo demostró cuando Amnistía Internacional le envió una carta para que se interesara por las últimas detenciones en un reino sin democracia en su primer viaje oficial y no hizo nada habida cuenta que es una Institución no  es responsable. Eso sí, para el lujo, los cabezazos, las comilonas, para eso si son competentes. Para lo demás, como se ve, no sirve para nada.

Ya lo demostró su padre con el Sahara y lo está demostrando el hijo en cada ocasión en que podía hacer algo.

Pero eso ya se sabe pero ¿por qué Pablo Iglesias pide una reunión con este rey inservible y por qué los medios y los políticos de Madrid no centran la denuncia también en esta institución tan inservible?.

Me gustaría saber qué opina la viuda del Inspector y el padre del rescatado de esta Institución cero total.

La transición fue un mal apaño

Domingo 5 de abril de 2015

Tras la debacle de UCD en 1982, Adolfo Suárez quiso crear un partido bisagra de centro-social, el CDS. Fracasó. Cuatro años después, Miquel Roca quiso construir España » de otra manera». Su partido reformista no sacó un solo diputado. Y desde entonces tanto CIU, como el PNV hemos sido en Madrid esa bisagra chirriante que consagraba mayorías para irritación del nacionalismo español que veía en ello una aberración de la política. «Quieren destruir España y sacan petróleo de la Cibeles» decían. Pero lo único que sacábamos era, de vez en cuando, que se fuera cumpliendo el estatuto de Gernika.

En un país normal, que cumple sus leyes, no hubiéramos tenido que hacer esfuerzo alguno de apoyo a uno u otro si las leyes orgánicas refrendadas, como son los estatutos, se cumplieran porque sí, porque lo marca la ley. Pero el Madrid político es una feria de ganado en la que tanto eres, tanto vales. Y la historia del desarrollo estatutario se ha basado estos 35 años en el toma y daca. «Los hombres y los rocines -decía Don Manuel Irujo- cada uno va a por sus fines». Y no nos ha quedado más remedio que estar en eso.

Pero parece que esto va a cambiar gracias a dos nuevas y relucientes bisagras que han surgido en el panorama electoral español. Podemos por la izquierda (IU con otro nombre) y Ciudadanos por el centro derecha, con la gravedad de que estos «buenos catalanes», son profundamente antinacionalistas y les produce sarpullido la mera  existencia del Concierto Económico y del Convenio de Navarra. Y de momento solo lo dicen con la boca pequeña. Pero irán a más.

A pesar de que Albert Rivera marca el camino exigiendo «generosidad»: «Nuestros enemigos no son el PSOE, el PP o Podemos, sino el paro y la corrupción. España pide un cambio, pero también diálogo». Pura pose.

Más claro y sincero lo fue con periodistas y empresarios en un almuerzo cerca del Congreso. «Seré transversal, regenerador y furibundo antinacionalista» así se expresó ante ellos que luego lo contaron. Y me lo creo. «Este le ha robado el discurso a Rosa Diez» debieron decir varios de los asistentes al término del encuentro. Y si el PP completa su mayoría con este caballero, lo tenemos claro. Lo mismo que con el Psoe. La España eterna se resume en lo que Franco ´quería de ella, una Patria «Una, Grande y Libre». Lo de Grande y Libre, era difícil lograrlo en una dictadura pero lo de Una, va en el ADN de todo buen español que no admite más interpretación de lo que tiene que ser su España que esa visión franquista unitaria, Gibraltar, Ceuta y Melilla incluidas.

En este momento el discurso es el del poder y no la forma de estado que los socialistas dicen debe ser federal, sin decir cómo, ni que es eso. Y los del PP le dejan a García Margallo que alegre el patio con declaraciones como  esta que dijo en Barcelona en el Círculo Ecuestre: «los estados enanos tendrán un futuro muy difícil en un nuevo escenario internacional en el que las grandes corporaciones  empresariales pugnan cada vez más con los gobiernos para imponer sus estrategias y marcar la agenda política». No sé que habrán pensado de esto en Luxemburgo, Malta, Chipre o cualquiera de los países Bálticos. ¿Se habrá enterado García Margallo que existe la Unión Europea y que son los nacionalismos de estado, como el suyo, quien impide que Europa sea hoy la primera potencia mundial?.

José Manuel Caballero Bonald, escritor, que ganó el premio Cervantes en 2012 sigue diciendo lo que piensa y es rara avis entre sus colegas. Acaba de escribir un libro de poesías a los 88 años  y sobre la Santa Transición acaba de decir:

«Estuve bastante metido en la organización de la Junta Democrática y salí en parte desencantado. La Transición fue un apaño, una compostura de urgencia: la derecha cedió algo para no perder nada y la izquierda aceptó algo para no perderlo todo, lo que se llama una soldadura de ocasión. No había un proyecto de futuro solvente y las cosas salieron bien por casualidad. La Ley de Amnistía prohibió juzgar los crímenes del franquismo y ahí empezó el ciclo de la impunidad. Tuvimos una larga cola de franquistas que amañaron sus biografías: resultó que todos eran demócratas y siguieron en el poder más o menos los de siempre. El caso de Fraga es paradigmático: navegó por toda la democracia después de ser un cómplice del verdugo. La falta de un Tribunal que juzgara esos crímenes permitió que el franquismo permaneciera latente. Pero esos crímenes no prescriben. La memoria histórica exige su propia vigencia. La justicia no puede olvidarse de las víctimas del franquismo, de tanta gente enterrada por las cunetas…»

La semana pasada se celebraba el Día Internacional del Derecho a la Verdad de la ONU. En el Senado las víctimas del franquismo reclamaban el derecho a la verdad, en un acto con todos los grupos parlamentarios excepto el PP, algo incomprensible. Los Grupos allí presentes nos comprometimos apoyar ese derecho a la verdad con una resolución conjunta. La plataforma reivindica la constitución de una Comisión de la Verdad en las Cortes con el respaldo de la ONU. Olvidadas por el gobierno de Rajoy, la justicia y las instituciones del estado, las víctimas del franquismo han recibido el respaldo de la ONU.

Y es que las víctimas del franquismo siguen ninguneadas, invisibilizadas, discriminadas en comparación con las víctimas de ETA, del nazismo y del fascismo europeo. Hicieron un acto de tapadillo en el Congreso. «Nos dejaron una pequeña sala y la siguiente más pequeña era el cuarto donde dejan los útiles de limpieza. En este momento en el Congreso se está presentando un libro dedicado a Manuel Fraga». «Señora, ¿que lleva usted en esa bolsa de plástico?» le pregunté. «La foto de mi padre con este palito diciendo que lleva 78 años en una cuneta y yo lo único que pido es saber donde está para llevarle un ramo de flores a su tumba antes de que yo me muera». «Solo pido eso y esta foto la he llevado a 28 manifestaciones, sin el menor éxito».

Impresionante testimonio. Pero les da igual. El programa malogrado de la visita de Felipe VI a Francia, además de toda la parafernalia monárquica tenía un curioso punto. «Visita a la Biblioteca del Instituto Cervantes». Esta visita se suspendió por el accidente aéreo pero, ¿saben ustedes donde está la Biblioteca del Instituto Cervantes?. Pues en el nº 11 de la Av. Marceau, palacete del PNV, incautado por la Gestapo en 1940, y robado por Franco en 1952 en plena dictadura. Y para más Inri le han puesto de nombre a esa biblioteca el del poeta mexicano Octavio Paz, sabiendo que ese recinto no es suyo. Puestos a elegir podían haber puesto el de Lauaxeta, pero España es así, señora marquesa.

Formulamos una pregunta si el rey sabe que ese edificio es del PNV. Hubo que reformular la pregunta, pues el rey no contesta impertinencias. Como hace cien años.

Esto es lo que hay. El Lehendakari Aguirre lloró cuando dejó su despacho y se negó a una permuta. Un llamamiento a los vascos de Venezuela permitió la compra de la Delegación en la rue Singer. Y en un viaje que hicimos a París Erkoreka, Beloki, Txueka, Zubia y quien esto escribe, allí estuvimos y al salir y en recuerdo del Lehendakari, en la acera de enfrente cantamos el Himno Vasco. Más de uno nos miró como si fuéramos extraterrestres, pero nos quedamos muy a gusto.

Y es que, de momento, solo queda clamar en el desierto y celebrar por todo lo alto hoy el Aberri Eguna elegido por nuestros mayores en 1932 para repetir una y otra vez que ¡Euzkadi es la Patria de los Vascos!!.