Martes 6 de mayo de 2014
El pasado martes 29 de abril, en la famosa librería Blanquerna, presenté el libro «Jarrones Chinos», mejor dicho, me lo presentaron Bosch, el Delegado de la Generalitá en Madrid, la editora Eimelda Navajo, y los portavoces Jokin Bildarratz y Josep A. Duran i Lleida.
Era día de partido de fútbol y por eso empezamos a las siete para acabar a las ocho. En una hora se puede hablar de todo. Y creo lo hicimos. Y con una particularidad. Me ha tocado estar en presentaciones de libros, cuyos presentadores no habían leído lo que presentaban. El martes eso no ocurrió. Tanto Imelda, Jokin, como Duran lo habían leído y subrayado y por eso destacaron aquello que les había llamado la atención. Por ejemplo, en el caso de Jokin la consideración final del capítulo dedicado a Suarez cuando recuerdo que fue el PNV quien en 1982 premió al ex presidente cuando nadie daba por él un duro y decía que cuando falleciera, los ditirambos y los codazos para ser el más suarista del hemiciclo, lo íbamos a ver. Y así fue.
En el caso de Duran el recuerdo de cuando estábamos juntos en Colonia cuando nos dijeron que el rey había elegido a un ex Secretario General del Movimiento como presidente del gobierno en sustitución de Arias Navarro y yo debí decir que «mejor nos quedamos en Colonia». Año 1976.
El libro se ha presentado en Bilbao, en Barcelona y en Madrid y ahí está hablando de los Jarrones Chinos, expresión venezolana y no de Felipe González, que dice que los ex presidentes son muy valiosos, como los jarrones chinos, pero nadie sabe dónde ponerlos. Y estos días hemos asistido al cabreo de Aznar porque no le habían dado ningún mitin en la campaña electoral europea. Todo un Jarrón Chino lleno de mala leche.