El postre navideño de la tía Loli

Miércoles 1 de enero de 2025

En navidades y año nuevo la familia se reúne. Los más allegados en casa, los cercanos se suelen ver tomando algo en una cafetería o en un  bar  y todos se mandan su correo como antes se hacía con tarjetas. Es lo normal con excepciones. Y nosotros no somos una excepción. Por parte de  mi aita fueron diez hermanos que formaron familias con muchos primos. Y parte de ellos nos reunimos el sábado 28 en Bilbao alrededor de la única tía viva que queda de aquellos diez hermanos, la  tía Dolores, conocida como la tía Loli, que a final de este mes cumplirá 97 años y está como una rosa. Cabeza despejada, buen apetito, sentido del humor. En 1937 fue con su hermana Paci, ”niña de la guerra” en Bélgica volviendo de allí a Kambo, donde estaba el resto de la familia, en 1939, al inicio de la invasión alemana a Holanda y Bélgica. Hace dos años nos fuimos con ella a Kambo a visitar los lugares donde habían vivido. ”Mirad, por allí paseaba Monseñor Mateo Mugica, el obispo privado de su diócesis por no sumarse a la Cruzada y nosotros íbamos a besarle el anillo”, nos contaba.

Fue `por tanto muy agradable estar con ella que además nos vino con un sobre lleno de  fotos  familiares. Entre ellas, la de blanco y negro, en  la que está su ama, Aurelia Hernani de Anasagasti, esa señora delgada con cinco de los cuatro hijos que nacieron en Argentina. Mi aita el mayor se había quedado con los abuelos en Trauko Zar, para no dejarles solos y ella con su hija Carmen había seguido los pasos de su marido, capitán de la marina mercante, de Mundaka y concejal del PNV en esta localidad, que había aceptado la propuesta de un tío solterón que vivía en la Pampa y le había pedido fuera a hacerse cargo de todo aquello. Toda una aventura, como fue el viaje de Aurelia, la madre, con su hija Carmen en un barco que encalló en el Río de la Plata pues el armador quería cobrar el seguro. Contaba que en ese barco viajaba asimismo el poeta, Nobel de Literatura Rabindranath Tagore con quien ella conversaba en 1924. Sabía francés y era profesora en Bilbao. Y lógicamente estaba encantada. Nos iba enseñando esa y otras fotografías y contando historias familiares de años en los que no había casi nada de lo que hoy tenemos y todo era más humano. Y tras mil peripecias volvieron de la Argentina pues al parecer el tío solterón era insoportable, pero recordaban con cariño  aquellos años tan pegados a la naturaleza.

Le preguntamos por la cena de navidad y nos habló sobre todo del postre. La familia tenía detrás del ayuntamiento un caserío, Trauko Zar, pegado a  la Iglesia del Aneja y cerca del Batzoki y al parecer el padre de Aurelia, José Mari Hernani, era un sibarita con las plantaciones que tenía que fue logrando crecieran en Bilbao  trayendo de varios países las semillas adecuadas  y él se ocupaba de cuidarlas y de hacer injertos y uno de ellos era un peral con tres injertos que debían producir unas peras asombrosamente buenas. ”Y no ponían peras al vino, sino las peras con agua, azúcar y canela en palo. Se  cocinaban y estaban exquistas, pero no se les ponía vino. Su propia melaza lo hacía todo” insistía. Luego esas cotizadas peras familiares ella y otra hermana las repartían por la vecindad y al cura de la parroquia.

Todos los primos le escuchábamos con embeleso viendo como a sus casi 97 años se acordaba de aquel mundo hoy totalmente desaparecido. ”Mi ama estuvo en el funeral  de Sabino Arana en noviembre de 1903 y mi hermano Jose Mari, que fue gudari, se libró de ir a un campo de concentración por haber nacido en Argentina” nos decía.

Hemos quedado en repetir el encuentro con ella en primavera y allí estaba  solícita su  hija Abigai para confirmarlo.

Lo malo de la  Navidad es recordar a las personas, familiares o no, que ya nos han abandonado pero lo bueno son este tipo de encuentros familiares entrañables. La vida sigue en este 2025.

45 AÑOS DEL PRIMER PARLAMENTO (A TRES) DE NUESTRA HISTORIA.

Martes 31 de diciembre de 2024

Me mandan esta fotografía del 30 de noviembre de 1983. Se debatía la LTH. Estoy con el recientemente fallecido Ibon Navascues. Eran momentos boreales de aquella primera legislatura donde se puso en marcha la estructura del país, se aprobó el Ente Público EITB, el Himno Nacional Vasco, Osakidetza,la Ertzaintza y tantas cosas.

Este año 2025, en abril se cumplen 45 años de aquel primer Parlamento Vasco. Es una fecha redonda para hacer pedagogía. HB lo consideró un parlamento vascongado y no acudió, AP tenía dos parlamentarios, nueve el Partido socialista, uno el PC, once HB, seis UCD y seis EE. En total éramos 60 parlamentarios. En la actualidad 75. Se amplió a cinco por cada territorio. El PNV con 25 gobernó esos cuatro años con Carlos Garaikoetxea como Lehendakari.

De todo esto, el país  y sobre todo los jóvenes no saben absolutamente nada y sin embargo se pusieron las bases de una nación en marcha. Era verdad que de seis territorios solo teníamos a tres, pero también era verdad que constituíamos el 75% de los vascos y la meta  era  ir consiguiendo cerrar ese Parlamento Nacional  que si se dan las circunstancias su sede debería estar en Iruña.

Roberto Lertxundi y yo le presentamos a la actual presidenta del Parlamento una iniciativa para la creación de la Asociación de Parlamentarios, como la hay en todos los Parlamentos del Mundo, por supuesto en las Cortes Generales. En todos. Durante años no fue posible para no excluir a HB, habida cuenta de la existencia de ETA. Hoy, superada esta desastrosa fase de nuestra historia reciente, se debería poner en marcha esta Asociación y normalizar algo que tiene como función no solo agrupar a todos los ex sino contar las distintas historias  de cada legislatura como esa cadena que nos dicen que no se rompe.

Un Parlamento sin historia es como una lámpara colgada en el techo.

Acaba de fallecer Ibon Navascues, parlamentario de esa primera legislatura. Hubiera sido una buena ocasión para hablar de lo que fue aquel trabajo clave de nuestra historia reciente.

¿Se hará?

Agur Begoña

Lunes 30 de diciembre de 2024

El pasado 23 de diciembre le enviamos unas letras de felicitación navideña al Lehendakari  Ibarretxe  deseando  que en el 2025 su esposa Begoña estuviera  tan en forma como en los tiempos en los que  iba en el coche escoba cuando el Lehendakari andaba por esos montes de Dios y ella le acompañaba  encantada de botillera. Me contestó muy amable diciéndonos que en el 2025 se vería la luz.

Ayer domingo su ex consejero Joseba Azkarraga me escribió unas líneas informándome que Begoña estaba ya sedada y se esperaba su fallecimiento. Nos quedamos de piedra. Conocíamos a Begoña de tantos actos colectivos en el pasado e inmediatamente le dimos el pésame.

Hoy traigo la valoración que me hizo Joseba Azkarraga sobre ella. Joseba tuvo mucha relación en aquellos tiempos como Consejero y con posterioridad. Su testimonio tiene mucho valor. Me decía así:

“Bego era una mujer muy alegre. Extrovertida. Quienes estuvimos con el lehendakari en el gobierno, nos juntamos a menudo a comer o cenar y ella era una persona  con mucho criterio, abertzale sin aristas. Con posiciones muy progresistas en los temas más actuales

La verdad es que era un placer charlar, discutir, dialogar con ella

Ibarretxe pierde el puntal más importante que tenía. Él es un hombre fuerte y el tiempo le ayudará a reponerse pero será complicado, viendo la complicidad que tenían

El 28 de junio fue la última comida que tuvimos. Ese mismo día, estaba pendiente del teléfono porque su hija Eneritz esperaba el cuarto hijo. 

Ya entonces estaba con molestias aunque no sabían de qué era. 

El diez de agosto le diagnosticaron un cáncer muy agresivo. En diez días le sometieron a tres intervenciones muy duras y a partir de ahí comenzó aquí  el tratamiento. 

No le resultó y este mes habían iniciado un nuevo tratamiento en el Valle de Hebron que tampoco resultó”.

Un gran testimonio en pocas palabras.

Solo volver a dar el pésame al Lehendakari y a sus dos hijas Eneritz y Nekane.GB.