No me suele gustar escribir sobre esto, porque como no sé escribir muy bien, no me gustaría herir ninguna sensibilidad. Dicho esto y partiendo de mi más sincero respeto a las familias que hayan perdido a un compañero en una carrera, voy a dar mi muy humilde opinión sobre el tema. No lo iba a hacer, pero este fin de semana nos han dejado dos personas y he creído que era el momento.
Lo más importante son las personas, en este caso los corredores y por desgracia en este caso: las víctimas. No voy a poder dar una respuesta única. Porque a diferencia de otros que lo saben todo, yo no sé a qué se han debido cada una de ellas, ni de quién fue la culpa (caso de haberla). Solo un forense lo sabe. Y si lo supiese tampoco podría escribir nada al respecto. Pero a veces, tendemos a simplificar mucho las cosas y pensamos que todos los fallecidos son por un «infarto». Y no es así. Vamos a abrir el debate de cómo solucionarlo.
Empezamos. Esto es un negocio. Y el que no lo vea es que o no quiere verlo o es un poco cegato. Un negocio. Como el que monta una churrería, quiere vender churros. El negocio del running quiere vender running. Esto es malo? Para nada, si se tienen unos principios éticos. De la misma manera que no es malo hacer cuchillos, aunque puedas apuñalar a alguien. El problema viene cuando en aulas de primaria repartes cuchillos para que jueguen. Habrá niños que sepan que con eso no se juega y habrá otros que por desgracia se corten.
Nos solemos dar cuenta de las cosas cuando pasan las desgracias. Y más, cuando no es una actividad que tenga más riesgo que otras. No está en la lista de deportes peligrosos, por lo que las desgracias vienen por una mala praxis y/o seguramente en algunos casos (entiendo que los menos) la mala suerte.
Decía que es un negocio. Y en todo negocio unos abaratan costes y otros buscan maximizar ingresos. La oferta y la demanda. El libre comercio. Pongan el término que más les guste. Y en esto estamos todos, corredores, organizadores, federaciones, médicos… Todos los actores de este gran teatro tenemos nuestra parte de responsabilidad. Y hoy no voy a entrar en aquellos que nos recomiendan que hagamos tal machada porque ellos lo hacen, estos también tienen lo suyo. Nada, entreno 30min tres días y corro la maratón.
Parece obvio que un % altísimo de estas muertes se podría evitar con un reconocimiento médico. Ahora bien, quién lo exige? debería ser obligatorio? con qué protocolo? para qué personas? para qué carreras? una respuesta adecuada a estar preguntas seguramente nos acerque a la solución del problema. Pero no deben de ser fáciles de responder porque el problema va en aumento. También por estadísticas, a más gente, más todo.
Seguramente la primera medida lógica, sería regular todo esto. Que las carreras, el running o como lo queráis llamar, estén bajo un paraguas común. La federación de atletismo? reconozco que es complicado, porque aunque sería lo más lógico, en este batiburrillo hay carreras más o menos organizadas, con un carácter más festivo o más competitivo, por montaña o por asfalto… Pero no creo que las federaciones estén capacitadas para aglutinar las miles de carreras que se hacen cada fin de semana. Y parece que la demanda obliga a este volumen de carreras.
Otro punto de control serían los organizadores. Que no admitan a personas que no presenten un reconocimiento médico o un apto para dicha prueba. Ante esta situación he visto de todo: desde el que te lo pide, hasta el que te hace firmar un papel de que si te pasa algo es culpa tuya, y el de la mayoría: que no te piden nada. La razón principal puede ser que si nos pide un reconocimiento médico la gente no se apunta. Y es que somos así. Nos gastamos 150€ en unas deportivas para correr en más de 1:30 una media maratón y 90€ en la inscripción, pero si nos piden un certificado nos parece un robo. Y si no hay X inscritos la prueba no se hace.
Si damos por hecho, que el reconocimiento médico sería un gran avance. Ahora entramos en otro negocio, el de la salud del deportista aficionado. A qué me refiero? a que hay gente que ante estos hechos, intenta hacer su pequeño negocio. Reconocimientos médicos hechos sin los más mínimos estándares de calidad, baratos y para que me den el apto rápidamente. Los hay, créanme que los hay. Por azares de la vida conocí al Dr. Joseba Barrón (esto no es publicidad, que cada uno elija el que crea mejor, hay muchos), empezamos a hablar de esto mismo. De la falta de uniformidad en los reconocimientos, de lo laxos que son algunos y de lo poco que nos gusta que nos digan que no podemos hacer tal o cual cosa. Cuando debería ser al revés, te han evitado un susto. Busque, infórmense, pregunte y si decide hacerse un reconocimiento, hágalo bien.
Espero que nadie hubiese esperado una respuesta concreta al problema. Es muy complejo, hay muchos intereses. Aunque sí creo, que se podría gestionar algún tipo de certificado estándar y obligar (no sé quién) a los organizadores que soliciten ese certificado a los corredores. Pero creo que la única solución pasa por uno mismo, aunque no estemos federados (que aun estando federado tampoco es obligatorio hacértelo en todos los deportes) o aunque la organización de tal carrera no nos obligue: nos hagamos al menos, un chequeo al año y éste sea de calidad. Y no me refiero solo a los corredores, porque ahora estamos hablando de esto, pero el equivalente a una carrera popular es jugar un partido de futbol 7 los domingos o un partido de pádel, el riesgo está ahí.