Hay veces que entras en la rueda y no puedes parar, o no quieres. Giras y giras, pedales y pedaleas, corres y corres… en ocasiones estar dentro de la rueda hace de terapia y te evitas pensar en otras cosas que no sean dar el siguiente paso, comprarte las siguientes ruedas, buscar la mejor zapatilla… pero a veces la rueda se para y lo que te rodea sigue al mismo ritmo. Porque para el mundo solo eres un hámster. Pero ahora, tu vas al tras pies y sientes que te ahogas. DEP Sr. Yago Lamela.
Es conveniente salir de esta rueda, ver el mundo desde otra perspectiva o mejor dicho, desde la perspectiva real. No la de ese mundo paralelo que en ocasiones nos hemos creado, el de las carreras, el de los ironman, el de los ultras, el de los likes de Facebook, el de los RT… y que no se moleste nadie: realmente no vale nada.
Ayer comentaba con un amigo que estaba preocupado por mi bajo estado de forma, más a menos a una semana de La Rioja Bike Race. Lo que realmente me preocupa, no es que no mueva los watios correctos, que no haga 6h… lo que me preocupa de verdad es que me importa un huevo llegar el 100 que el 200. En otra época habría pasado la noche en el garaje haciendo rodillo, pasando días sin comer… Lo que me preocupa es que no me preocupa… me estoy limpiando.
Que no «me se» malinterprete, el virus de competir está ahí. Yo soy competitivo por naturaleza. Sólo que la bestia está dormida (o muerta). Cuando me pongo un dorsal me siento como «yo el halcón» cuando se daba la vuelta la gorra, se me enciende el interruptor. Lo bueno es que ahora encajo mejor los traspiés, algún día tendré que aprender a encajar las victorias, aunque ese día no creo que llegue nunca.
Ahora mismo tengo la carrera más importante de mi vida por delante, cuando la acabé despertaré a la bestia.
Les dejo con una canción, pásenlo bien:
