El otro día me decía un amigo que parecía que estaba enfadado, que en el blog no aparecían más que críticas. Que no estoy enfadado lo se, que solo aparezcan críticas pues puede ser… si que de un tiempo a esta parte, cada vez aguanto menos. Hay días que veo cosas que no hacen ningún bien a este deporte y no me apetece callarme. Si quieren blogs de candy candy ya tienen muchos y como no vivo de esto y me es lo mismo el número visitas, retuit, me gusta o compartir… no voy a callarme.
Dicho esto, no perdamos la perspectiva que esto es un blog. Por lo que la esencia del mismo, es contar las aventuras y desventuras del autor. No recuerdo donde dejé mi aventuras deportiva, seguramente en alguna charcutería, pero haremos un breve resumen. Desde mi llegada de Tailandia arrastre lo que creía un buen estado de forma hasta el campeonato de Euskadi veteranos de pista cubierta: 60m, 400m, 800m, 1500m y lanzamiento de peso. Ya en enero con la llegada del crudo invierno, entré en el túnel en el que siempre entro. Preparé el campeonato de Euskadi de lanzamientos pero no tenía la mínima, por lo que no pude ir (lógicamente). Para preparar este campeonato, nonato, recurrí al powerlifting. El powerlifting es una modalidad similar a la halterofilia que se basa en tres movimiento: Sentadilla, press de banca y peso muerto. Lo tuve que dejar ya que mientras mi fuerza y masa muscular aumentaban, mis ritmos iban en caída libre… Así que desde Abril he vuelto a centrarme en correr el 800m, tanto en el campeonato de Bizkaia como en el de Euskadi veterano y aquellas pruebas en las que se me permita correr. Esta chapa, solo por ponerles al día. Mientras preparo el 800m he vuelto a las salidas en bici, a nadar…
Los que siguen el blog desde 2011 (caso de que haya alguien) se habrá dado cuenta de la re-conversión de pruebas que se citan en el blog. Si en ese 2011 el protagonista era el Ironman de Niza hoy lo es un 800m. Desde mi último Ironman hasta hoy han pasado muchas cosas, personales, deportivas… Y la verdad que esta deriva no me ha hecho muy feliz. Pensando, me gusta mucho pensar, en qué me apetece y que no me gusta, me he dado cuenta que esto no me hace feliz. He disfrutado mucho, pero no me ha hecho feliz, con la salvedad de las pruebas de larga distancia.
Una vez me dijeron: sabes cual es la diferencia entre un cristiano y un budista? Que si al cristiano se le enferma su madre, irá a pedirle a Dios que la cure y pondrá muchas velas… el budista, se parará, pensará y buscará la mejor solución para ayudar a su madre. Algo así he hecho yo. Me he parado y he buscado en mi disco duro los momentos que más feliz me han hecho (deportivamente) y sin buscar mucho ha salido el Ironman y la larga distancia en general. Es la prueba que más me gusta, es la prueba que me permite compaginar más deportes debido a su preparación, es mi prueba. Y porqué lo dejé? La razón es muy simple, si ya era malo cuando tenía todo el tiempo del mundo, cuando llegó Jon me decanté por pruebas más cortas para no perder competitividad. Y el resultado no ha podido ser peor, mismos resultados y menos ilusión. Por lo que, teniendo en cuenta lo que me pagan, es hacer el idiota… así que volveremos a la senda del Ironman. Si antes llegaba el ante último ahora seguramente llegue último, pero nene: que me quiten lo bailao. Y mira que he dicho que el triatlón está herido de muerte y que el ambiente ya no me mola mucho…pero el Ironman es otro tema.
Así que, si esperan un poco, volverán a leer historias relacionadas con el triatlón y más en concreto con el Ironman. Con un nuevo proyecto y seguramente re-debutando en Lanzarote. El único Ironman que me da miedo de verdad. Que mejor manera de cumplir con la tercera carrera de 5 carreras en 5 continentes que con uno de los Ironman más duros del mundo. Eso sí, en 2018. Que aún estoy muy verde, hay trabajo por hacer…
Como siempre, lo mejor los vídeos: