El día que Bertín presentó Salvados. Dopaje.

Reconozco que no esperaba mucho del programa vistas las promos. Pero aún así lo vi. Como suelo ver, leer y oír todo aquello que esté relacionado con el deporte, desde curling hasta la final de la champions. Y más cuando uno de los bloques toca el deporte que más quiero, el triatlón. De Jordi Évole había oído que no era tan buen periodista como le pintan, dados mis nulos conocimientos del tema, nunca le valoré, hasta hoy. Reconozco que había visto muchos Salvados y me parecieron muy buenos, pero lo de ayer fue una decepción.

Cuando tienes la etiqueta de periodista incisivo y tocas tres bloques tan potentes como los que tocó ayer, no creo que puedas hacer del programa un publirreportaje. Porque la diferencia entre un periodista y un jefe de prensa, es que el primero hace preguntas e investiga y el segundo se dedica a hacer notas de prensa. En la casi una hora de programa no vi nada de lo primero, salvo en algún momento con el futbolista Mata.

Para los que no lo hayan visto, el programa se componía de tres bloques, una gimnasta de Barcelona 92, un futbolista representando (entendí yo) a la burbuja del fútbol y una triatleta que ha dado positivo por dopaje. El vehículo común entre los tres bloques era el deporte de élite y la otra cara. Presentando a todos, en especial a la gimnasta y a la triatleta como víctimas del deporte y lo que le rodea. Con Mata sí que tuvo alguna pregunta semi-punzante, cuando hizo gala de una supuesta ventaja intelectual y sacó el tema de los libros. Sin más. Parecía todo escrito por los representantes de los tres entrevistados.

No voy a entrar en el contenido de las declaraciones de la gimnasta, es un mundo que desconozco. He tenido la suerte de convivir con dos deportistas en dos ciclos olímpicos y siendo los hechos similares, las actitudes de estas personas distan mucho de la gimnasta. Pero cada uno ve la vida de una manera. Si que eché en falta por parte de Jordi alguna pregunta sobre los responsables de esta situación. Nada de nada, todo se quedaba en anécdotas: como la que cuando les mandaban a la farmacia, compraban potitos por el hambre que pasaban, a qué les mandan a unas niñas a la farmacia?, hubiese preguntado yo.

Del tema del fútbol poco que decir, Jordi adoptó el rol del persona que se encuentra en un bar y opina sobre los sueldos, sobre la vida de los futbolistas… y volvió a echar la culpa al sistema en cuanto a la formación de los mismos, la falta de estudios o de planificación. Tampoco entró mucho, en la línea de todo el programa.

Dejó para el final el tema del dopaje. De las declaraciones que se dijeron, no voy a entrar, cada uno tiene derecho a decir la verdad, a mentir, a no contestar. Me centro en el otro lado de la entrevista, el de Jordi. Ahí me esperaba (mentira no esperaba nada) al Évole de los Otegui, Rajoy… Y nada de nada… la falta de documentación por momentos era grave, no sabía en qué año ni donde se produjo el positivo. Hubo un momento en el que le faltó preguntar qué tres deporte componían el triatlón. Si algún día estoy en un juicio, me gustaría tener un fiscal así. Desde el inicio dibujo un relato y permitió al entrevistado seguirlo, para acabar (metafóricamente hablando) en un abrazo. Durante la entrevista se dijeron cosas terribles y él, o no las oyó o estaba pensando en otras cosas: me dieron unas cosas y me dijeron que no daría positivo… Quién te las dio? Dónde te las dio? Qué te dio? Ni sacó el tema del «falso positivo previo», nada de nada…Hacer creer al público que un positivo por EPO es tomar una pastilla y ya está, es cómo explicar la metafísica con una ciruela. Muchas preguntas sin hacer, muchas… Tampoco habló de las víctimas, un tema que suele sacar. Víctimas de este caso: la que quedó segunda, la que se quedó sin subvenciones…Se dio a entender, y Jordi así lo propició, que era una víctima del sistema (pero de qué sistema?) y no lo niego, pero que le pregunte. Como leí en tuiter: Es como si el exministro Soria dice que lo de Panamá, era para no pasar hambre en la jubilación.

Lo digo y lo repito. El testimonio y la actitud de Virginia, están ahí, habrá quien la crea y quién no. La verdad solo la sabe ella. Eso cada uno sabrá, yo en esto no pierdo energía. Pero lo que no entiendo es la actitud de Jordi Évole, en un país con unas tasas de dopaje tan altas, tocar este tema de una manera tan frívola y dando a entender que era un tema menor, me pareció fatal. Tampoco entiendo la actitud de ver en esa entrevista un acto de valentía y ponerse las manos rojas a aplaudir. Hay que recordar, que si no la pillan, no estaríamos aquí. Que no confesó antes de que la pillasen, que confesó porque la pillaron. Y semanas antes hizo un especial contra el dopaje, cuando seguramente la sangre ya estaba manchada. Y tampoco tiró de la manta, una manta que seguramente tenga los tentáculos por aquí cerca y siga operando. Hoy hablo de Jordi Évole porque salió ayer, pero esta misma corresponsabilidad de no ser igual de incisivos la tienen todos los periodistas que no entran al tema, porque se puede investigar sin hundir a la persona, se pueden buscar respuestas sin hacer más leña.

Yo creo que si la entrevista la hubiese hecho Bertín, hubiese estado mejor.

Foto de ecoteuve.eleconomista.es
Foto de ecoteuve.eleconomista.es

De perros y cuestas. Reflexiones de un corredor urbano I.

Cuando no tienes nada interesante que explicar (la mayoría de las veces) puedes o inventarte algo que quiera leer la gente por ir de populista o tirar de anécdotas varias o opinar sobre un tema o…. (Habrá más opciones). Hoy me voy a decantar por la segunda: las anécdotas. Como os he dicho alguna vez, paso mucho tiempo solo entrenando y eso da para que te pasen cosas. Muchas veces mi mujer me dice que vaya cosas me pasan, seguro que si te quedas en el sofá nunca te pasa nada.

Estaba yo entrenando en mi lugar habitual donde hago las series en cuesta. Un sitio céntrico de Bilbao, próximo a la ría. Una cuesta de 10m ancha sin peatones. Cuando en la segunda serie me salta un perro, que no sé de dónde había salido. Hago un pequeño inciso: es una zona donde no se pueden llevar los perros sueltos. Hago un segundo inciso: si las personas que llevan los perros sueltos, donde no se pueden llevar y estos son de saltar a la gente, supiesen el daño que puede producir el impacto de un cuerpo de 70kg a 3:30min/km, tendrían más cuidado. Continuo el relato, me salta el perro y se me tira a las zapatillas con interés de mordérmelas. Me paro, con lo que jode pararte a mitad de una serie. Y aparece la dueña. Perdona, perdona ya le he pegado una paliza antes y no me hace caso. Le respondo: a los perros no hay que pegarles palizas, yo he tenido perro y nunca se me ocurriría pegarle una paliza, tampoco lo he llevado suelto allí donde pueda molestar. Lo que tienes que hacer es llevarlo atado, no pegarle, o llevarle a una zona habilitada para ello. El perro me sigue molestando y no me deja correr… pégale una patada me dice… como le pegue una patada le paso al otro lado de la ría, concluyo.  Si no me saltan, no me importa que vayan sueltos, aunque no se pueda, pero si saltan a la gente, que vaya atado.

Reflexión 1:   De un tiempo a esta parte la gente está muy crispada. Ciclistas que se enfadan con todos los conductores, conductores que se enfadan con todos los ciclistas. Ciclistas que se enfadan con los que corren por el carril bici, corredores que se ponen a correr en medio de la multitud un domingo a la mañana, los de los perros, los niños con el patinete… Yo creo que hay que convivir y que entre todos tenemos que disfrutar donde no molestemos al resto. Porque los ciclistas también conducimos, los que corren tienen perro y hay padres con niños y patinete que les gusta bajar a correr. Como diría aquel portero: un poquito de por favor.

Se marcha la señora con el perro y sigo a lo mío. 30 series tocaba. Hacía la mitad del entreno, tirando al final. Una chica sentada en un banco que llevaba 5min viéndome como subo y bajo una cuesta cual toro en estafeta, por el peso no por los cuernos. Me dice: pero no te cansas de subir y bajar todo el rato. A lo que le tengo que responder, pues la verdad que sí, pero es lo que toca. Porque estoy casado, pero la podía haber pedido el facebook… Sigo a lo mío como Forrest Gump.

Reflexión 2: Es increíble lo que hace la mente cuando está motivada. Hay pocas cosas más absurdas que subir una cuesta para bajarla y acto seguido repetir el proceso. Pero cuando tienes un objetivo, de repente utilizas expresiones del tipo: porque hay que hacerlo, es lo que toca… Me encanta esa sensación de llevar la mitad de un entreno, pensar que no lo acabas y acabarlo. No se paga con dinero. Bueno, si eres profesional supongo que sí.

Lo mejor de este blog, aparte del precio, son los vídeos. Dudo si este lo he puesto ya… Rob Krar y su depresión. Genial.

El vacío de asumir el rendimiento.

El problema de sustentar «los resultados» sobre el entrenamiento duro y no sobre el talento, es que cuando el primero se va, no queda nada.

Quién no conoce al típico amig@ que según se pone las zapatillas después de dos semanas ya se pone a rodar a 4 pelao. O aquél que coge un balón por primera vez desde COU y le mete 40 toques. Pues ése, no soy yo.

Lo poco que he conseguido ha sido con mucho esfuerzo, en ocasiones con demasiado. Ahora, que el nivel de entrenamiento (por lo que sea) ha descendido, qué queda?: el nivel cultural de un concursante de gran hermano, nada. Pero nada es nada. Y hasta que te das cuenta es duro. Piensas que con bajar a correr 2 días vas a hacer tal o cual cosa… y de eso nada. Por mucho que tu mente tenga los impulsos de antaño, tu cuerpo tiene el entreno de ahora, y algunos años más.

Supongo que será normal, que a todo el mundo le pasa. Pero cuando lo único que te sacia es aquello que proviene del trabajo duro y este no llega, no te sacia nada. Y es complicado, créanme.

Llegados a este punto, tienes que pensar qué hacer. Está claro que todo este circo es un hobby y que (gracias) no vivimos de esto. No vivimos económicamente, pero si nos hace vivir. Muchos pensarán que a otro nivel, se puede hacer el mal llamado: deporte salud. Las carreras populares, las cicloturistas… O simplemente volver a la casilla 1 y estar donde empezamos: el último de las clasificaciones. Pero el vacío está ahí. Y no se llena de manera fácil.

Son reflexiones que seguro que a alguno le han pasado alguna vez y si no pues igual le pasará, o no que se yo…

Les dejo un vídeo, que como siempre digo, es lo mejor del blog:

Auto-Reflexiones de garrafón. Sorteo MendiTrail.

Continuando con el post anterior… y la búsqueda de objetivos. Hay un dicho que dice, que el primer amor nunca se olvida. Supongo que esto no se aplica a Julio Iglesias. O como dijo El Potro de vallecas: cuando has probado la droga…

Si algo tengo claro, es que el deporte tiene que ser un divertimento, eso tiene que ser lo primero. Que no te lleve a la insatisfacción por los resultados. Y también tengo claro que hay que ser honesto con un mismo y tratar de dar siempre lo mejor, sea en lo que sea… Con este coctail, afronto lo que queda de temporada, plaga de competiciones de muchos tipos. Desde pruebas de fuerza a triatlones, pasando por Spartan o trails…

La resolución de la ecuación de lo planteado en el párrafo anterior, sería el santo grial de la psicología deportiva. Cada uno ha de tener la suya, yo creo que a mí lo que más me gusta es hacer deporte (competir) por lo que no debo de dejar de meterme en aventuras, pero sabiendo que ya no estamos para guerras como en el pasado. Por lo que por ejemplo haré el triatlón de Bilbao, pero en su versión olímpica, correré carreras de BTT pero de un día, haré trails pero no ultras… Equilibrio.

Me he dado cuenta que aunque quiera, el triatlón está ahí, que no puedo dejarlo y que honestamente es lo que más me gusta. Aunque seguramente no se mi mejor disciplina. También me he dado cuenta que la distancia Ultra se me puede dar bien, pero no quiero volver al nivel de exigencia previo a las 24h de ChiangMai, el camino no era de tanto disfrute.

Este pequeño auto análisis, es fundamental. Hay que reflexionar en qué queremos, cómo lo queremos, cuándo lo queremos…

Dicho esto, si quieren un dorsal para la mendi-trail del 3 de abril, en el programa del viernes en Tele 7 se explica cómo:

Runners solidarios

He perdido la cuenta de las veces que he borrado y escrito este post. En diferentes épocas y por diferentes motivos. Los de escribirlos: el cansancio de ver a gente comercializar (a favor y en contra) de la solidaridad. Los de borrarlos: si meto la pata y a uno de los que pienso que lo hacen por oportunismo, no es así, con solo a uno, habré cometido un error, un error que nadie se merece. Con uno solo. Por eso, hay que ser fino, y si alguien se siente ofendido quiere decir que este post no va por él. Va por todos aquellos que se valen de la «solidaridad» para llenarse el bolsillo.

De un tiempo a esta parte me he encontrado con gente que se plantea retos o acciones deportivas (las habrá de otros ámbitos, pero los desconozco) con un fin social, un fin de ayuda, un fin altruista… Eso en principio es bueno. Todo lo que sea ayudar al prójimo debería ser positivo. Pero luego rascas y ves que le han puesto la etiqueta solidaria para conseguir: patrocinadores, difusión, salir en los medios… Maquillan una acción con el barniz de la solidaridad en beneficio propio. Y eso creo que no es lo correcto.

Como decía en el primer párrafo me da miedo meter la pata y meter en el saco a todos. Por eso no me voy a meter a dar ejemplos concretos, cada uno que haga su juicio y saque sus conclusiones, evalúe y piense (que es gratis).

En esta sociedad en la que vivimos es muy difícil ser coherente al 100%, hay que interactuar con muchos actores y la vida a veces es muy complicada. Pero como se suele decir: tener un acuerdo de mínimos con tu alma y que te metas a la cama sabiendo que eres honrado. No estoy aquí para justificarme de nada, ni para demostrar que soy más o menos que nadie, para nada. El que me conoce sabe cómo soy, y el que quiera conocerme aquí me tiene.

Soy el primero que sé que se puede y se debe hacer más. Pero soy de los de acción-reacción-repercusión. Lo que seguro que no haré es buscar en un web enfermedades que desconozco para conseguir el aplauso fácil apadrinando mis acciones, ni me lucro con lo que hago (ni tengo intención de ello), ni digo que hago tal cosa para dar visibilidad a proyectos que son más grandes que yo mismo, ni nada por el estilo.

Cada uno que haga lo que quiera y pueda, pero que ni maquille cosas que las iba a haber hecho sí o sí, ni utilice la solidaridad en beneficio propio.

Unos con el amor calculan interés y si lo rompen calculan otra vez.