Son las 6 de la mañana de un día cualquiera, suena el despertador y te duele todo. Las rodillas, los muslos, un músculo que se debe llamar isquio… A duras penas preparas café, mucho café. Me encanta el café. Cuatro galletas maría (de marca blanca) serán suficientes.
De fondo se oye llorar, hay que echar una mano a cambiar el pañal. Es lo mínimo de madrugada me he escaqueado en exceso. Y esa sonrisa te da más fuerza que la bebida esa que empieza por red y acaba por bull. Por él lo que sea.
Una bolsa, otra bolsa, un tupper, otro tupper… la bicicleta. Todo dentro de un utilitario alemán y a luchar con la A8. A las 7:30 ya huele a cloro. Un jubilado, otro jubilado, uno que nada a espaldas… Y tu que tienes que nadar tus 100 largos entre brazos y piernas. A veces te sientes violado.
Ducha y con ese olor que te deja la piscina por la mañana, al trabajo. Muesli y avena. La avena tiene tantas propiedades que menos el sabor creo que tiene todas. Con más pena que gloria se libra la mañana. Al fin son las 13:30.
Sacamos la bici del utilitario y toca montar en bici (o correr). Es nuestro momento. A las 13:35 en el Euskalduna. Tarde, aparecerá Gustavo. Hablamos, nos reímos, y generamos ácido láctico a partes iguales. Nos sentimos ciclistas en nuestra modestas bicis, la cabeza nos lleva al Giro, al Tour a Paris-Roubaix… jugamos a ser buenos. Nos miramos en los escaparates.
Otra vez vuelta a la rutina, teclados, informes, excel… aquí no eres nadie, no eres ciclista, no eres triatleta… solo eres una cuenta de mail. Te falta el dorsal.
Por fín se acaba esto y puedes ir a ver el pequeño. Risas, tonterías, baños y gases. No siempre en ese orden. Una vez dormido queda preparar la logística de mañana; lavadoras, ropa, cocer el arroz, los tuppers… Rascar un rato para ir al gimnasio a las horas que la gente está viendo la champions, quitarle horas al descanso.
La verdad que no somos los mejores, que no entrenamos como los mejores, no comemos como los mejores… pero hacemos lo que queremos y eso no tiene precio. No ganaremos nunca, pero lo pasamos tan bien que da igual. Y menos dinero tenemos de todo.
Hay que entrenar al ritmo de la vida y no vivir al ritmo del entreno.
La semana pasada cuando estaba «disputando» la Andalucia Bike Race me vino una de esas reflexiones de garrafón que suelo tener, de marca blanca, pero no del Mercadona que esta el tema caliente. Reflexiones de #metodosoviético
Le tomo prestado el título del post al gran Marcel Zamora, para mi el mejor triatleta estatal y no quiero entrar en polémicas. Lo que ha hecho este chico para mí, es increíble. Sin entrar en cómo es como persona, un fuera de serie. Digo que cojo el título a Marcel, porque es el título que dio a su libro, muy recomendable dicho sea de paso.
Estábamos subiendo el segundo puerto de la jornada, barro y frío. En estas que me doy la vuelta y le animo a mi compañero: ánimo Gus que en nada estamos en casa. Uno del pelotón me dice, ojalá estuviesemos en casa y no aquí sufriendo. A lo que tuve que responder… Sin entrar en el dolor puntual que pudiésemos estar sufriendo en ese momento, me parece que no había mejor sitio para estar en ese momento, que subiendo aquella montaña. O prefieres estar sentado 8h en una oficina? o tumbado en el sofá? o sin poder hacerlo porque no tienes aptitudes físicas? No se…
En ocasiones nos castigamos o nos autocomplacemos, no se bien, cuál es el término correcto. Y nos impide ser felices en cada momento. Creo que con 30/40 años estar disputando una carrera de ese nivel, por mucho que sufras, es para estar feliz. Independientemente del resultado.
El estar allí ya implica una serie de cosas, poder disponer de un trabajo que te permita sufragar los gastos, tener un entorno familiar que te permita pirarte una semana de febrero a dar pedales por Andalucia con un amigo, tener una condición física que te permita estar 30h dando pedales… No se chico… Creo que eramos unos auténticos privilegiados.
Este tipo de sensaciones o sentimientos me han pasado muchas veces, vamos a un Ironman a bajar de 10h y nos vamos a las 12h… y entras en un bucle de autodestrucción… cuantas personas que conoces son capaces de correr un Ironman, una maratón… reflexionemos. Nadie nos paga por hacer esto, tenemos mucha suerte de estar ahí haciendo lo que más nos gusta y con gente con nos apoya, y que pase lo que pase nos van a seguir apoyando, porque realmente les da igual que quedemos los 5 o los últimos.
Disfrutemos de cada momento, pongamos las cosas en su justo lugar y sepamos ver que lo que hacemos, por X o por Y hay gente que no puede hacerlo. Por respeto a todos ellos y a los que nos apoyan, hay que competir tratando de dar lo máximo pero sin perder una perspectiva de lo que nos rodea…
Pues esto era… yo la verdad que menos dinero, tengo todo lo que no se compra, y soy muy féliz haciendo este tipo de retos/sufriendo, antes lo pasaba mal cuando las cosas no iban bien, ya pasó aquella época. Ahora cada día que pasa es un regalo y trato de exprimirlo, en mi caso haciendo deporte pero cada uno con lo que le guste. Si tienes la suerte de hacer lo que te gusta, quién quiere una vida mejor?
Si una cosa he aprendido en esta nueva etapa deportiva, es la diferencia entre andar en bici y entrenar el ciclismo. Son cosas totalmente diferentes. Lo sospechaba, cual niño que sabe que meter los dedos en el enchufe es malo… y aun así va y los mete. Pues yo lo mismo, no vale que me lo digan, lo tengo que probar.
Aquí no hay lugar a las medias tintas, no hay atajos (bueno, si tienes un amigo en Andorra y la cabeza no muy bien amueblada, sí que lo hay), si quieres conseguir las cosas hay que trabajar, y trabajar duro. Lo primero que tienes que aprender es que aquí se entrena todos los días y cuando digo todos son todos. No todos los días hay que salir y hacer 6h, hay otros tipos de entrenos de recuperación, descanso activo, gimnasio… Pero hasta cuando se descansa se está entrenando. O estas al 100% o no vale de nada.
Durante esta primera fase me he dado cuenta de esto. No sirve de nada hacer un muy buen entreno, si luego cuando llegas a casa no le das continuidad con el descanso, la suplementación y la alimentación. Al día siguiente no podrás volver a entrenar. El entrenamiento invisibles es fundamental, en breve haremos un post sobre ello.
El entrenamiento ciclista técnicamente hablando, supongo, es preparar tu cuerpo para ir lo más rápido posible durante más tiempo. Yo creo que es preparar a tu cuerpo para soportar el dolor durante el mayor tiempo posible. Cuando corres en bici, no en un marcha ciclo-turista, vas desde el minuto 1 con esa sensación que de manera muy muy puntual tienes cuando sales a dar una vuelta con tus amigos. Una sensación que si no la has vivido es complicado de explicar. Los sentidos alerta, las piernas que escuecen, la sensación de solo oirte el corazón… Si eres capaz de mantener este dolor durante mucho tiempo, todo será más fácil. Y esto solo se consigue entrenando.
Los sacrificios están a la orden del día, hasta el más mínimo detalle. Desde la alimentación, hasta el descanso, hasta no estar mucho tiempo de piés… Se hace duro… El otro día me decían en casa, es qué a ti te encanta sufrir!! Ojo, no me encanta sufrir, me encanta la sensación de conseguir ciertas cosas a costa del esfuerzo/sufrimiento… Lo fácil no lo valoro, pero hacer algo bien después de mucho tiempo de sacrifico… eso no tiene precio y no se paga con dinero.
Uno de esos días fue ayer: 4 grados en la calle y lluvia… tocaba tirada larga para hacer bueno el entreno del Sábado (casi 4h duras de montaña)… no hay debate, ropa puesta (genial la nueva gama de invierno de Spiuk) y a rodar… 76km de BTT… al llegar no sentía las manos ni los pies… apenas podía quitarme la ropa. Arroz integral y pavo. Me gusta sufrir? evidentemente no. Pero se que parte de la Andalucia Bike Race se disputaba ayer y que esto de la competicion no es ponerte ropa con publicidad y salir en el Deia, es trabajo y sacrificio diario… Luego ya se verá lo que pasa.
Me da la sensación que los blogs se han convertido en las biografías autorizadas. La gente cuenta lo que le interesa o como le interesa… y eso no es correcto (bajo mi punto de vista). No creo que seamos un servicio público, pero si que hay que ser responsable con los dos o tres que te lean. A qué viene todo esto? Bueno vamos poco a poco… a ver si se transmitir bien lo que quiero decir, que mi cerebro es más rápido que mis piernas.
El domingo me planté en la salida de la maratón de montaña Galarleiz con mi amigo Xabi, con la sana intención de: Echar la mañana corriendo por el monte. 6 días para recuperar de un Ironman? cómo estaremos? Bueno ilusión tenía. Errores también. Durante la semana había entrenado poco (lógicamente) pero me encontraba bien.
Una maratón como su propio nombre indica son 42km, pero en el monte son muchos más… Algo que subestimé. En condiciones normales no debería tener problemas para correr una maratón de montaña (no es chulería, pero con la carga de trabajo que llevaba era asumible). Pero esta claro que mi cuerpo aun no había interiorizado el Ironman.
Salí con brío, segundo error, estaba ágil, pero no tenía reserva. Hasta que me duró la gasolina iba muy agusto. Muy contento, sin ver lo que se me avecinaba. Tras el paso por el Zalama todo iba rodado, pero en las bajadas sufría mucho. Tenía mucho desgaste muscular. Trato aguantar como puedo hasta que en un momento y sin avisar se me empiezan a encender luces rojas…
El desgaste muscular hace que las bajadas las haga andando… y con el paso del tiempo todo haga andando. Estamos en la media maratón, me mentalizo para sufrir y saber que esto solo va a ser un entreno para el reto Santurtzi a Bilbao del 28 de julio. Pero esto va a más, cuando me agacho a atarme las zapas veo que estoy mareado. Así que en avituallamiento previo al Kolitza hago acopio de casi todo lo que puedo. Subo el Kolitza solo por decir que lo he subido, pero una vez abajo y viendo un puesto de la cruz roja me retiro.
Decía lo de las biografías autorizadas porque muchas veces la gente obvia esto: los malos ratos o las derrotas. Pero no me parece ético. Las cosas hay que afrontarlas como vienen y puede que le sirvan a alguien. Es cierto que nunca me había retirado, pero no es menos cierto que tampoco tengo que demostrar nada a nadie. Y que lo primero es la salud. No iba y punto no hay que hacerse sangre ni vender que somos super-hombres, ni llevarlo todo a lo épico… a buscar la hazaña más grande, el quien puede más… Cuando no se puede, no se puede. A parte que no me estaba divirtiendo y para lo que me pagan no me compensa si no disfruto.
Pues es lo que hay, alguna vez tenía que ser la primera. Ayer estaba jodido de cabeza, de salud estaba bien. Aun así fui a la cruz roja porque quería saber porque me había dado ese bajón. Al final no fue más que una bajada de azúcar, pero vamos lo tengo claro a la mínima me planto, el que esperase más de mí, pedirle disculpas. Porque esto también es el #metodosovietico.
Un vídeo del Ironman de Roth 2012, mismo día que Frankfurt pero sin lluvia:
Decían o dicen que no hay quinto malo, no soy muy taurino, pero si soy ligeramente supersticioso y un poco cabalístico. Pues este iba a ser mi quinto ironman. Tenía muchas dudas, muchas, quizás demasiadas… algo que me hizo pensar que iba mal preparado y me relajé. Eso me vino de perlas… pensé que en 4 meses y sin apenas volumen (para estos niveles) iba a petar como una sardinilla… pero, esa relajación hizo que tuviera un gran día.
Esta vez llegamos el viernes (la carrera es el domingo), con el tiempo justo. Frankfurt no tiene nada que ver. Los días previos a los Ironman son complicados. Hay que hacer muchos planes, controlar que todo este correcto, recoger los dorsales,… son muchos detalles que hacen que estés ocupado, y lo peor que estés de pies o andando. Tienes una sensación de tener las piernas con hormigueos, al final están preparadas para correr y no para andar.
Los días previos circulaba el rumor de que se iba a nadar sin neopreno. Gracias o por culpa de una ola de calor que había habido. Nadar sin neopreno es una faena muy seria. No es por el frío, porque frío no se pasa… es por flotar… con neopreno flotas mucho más. Al final y con previsión de tormentas se autorizó el nado con neopreno. Todos tranquilos.
Natación, 3,8km. Después de una noche en la que pocos pueden dormir y un madrugón majo (4 de la mañana) empezamos el día en el lago. El sábado habías dejado todo preparado, pero los típicos nervios siempre afloran (presión de ruedas, ajustes de última hora, poner el agua, ir a water…). La salida de los grupos de edad (aficionados) era 15 min después de los PROS a las 7h.
Me dirijo al lago desde boxes, busco a Lucía para calmarme un poco, no la veo y me voy para el agua con mi compañero Gus. Nos ponemos no muy delante para evitar palos y en un ti tá se oye la salida. 2800 personas todas ellas buscando una boya… nunca he cobrado tanto en el agua (ni fuera), la verdad que en otro momento me hubiera dado un ataque de ansiedad… Estas situaciones son muy difíciles de gestionar… es como ir en una manifestación y te paras… te pasan por encima.
Tenía esperanzas en este sector, había entrenado menos volumen pero mejor, con los chicos del GIW y con la ayuda de Beñat en Fadura tenía confianza… me defendía con brazos, pies y codos… y cuando podía nadar, nadaba rápido. 1:04 al tocar tierra. 15min menos que en Roth, 10min que en Niza y 12min que en Calella… contento, muy contento. Cuando se trabaja algo, las cosas salen. No hay más secretos, si quieres nadar? chupa cloro.
Ciclismo: 181,5km. Nada más salir de boxes empiezan a caer gotitas, luego gotas y luego gotones… Tormentón de los buenos . No se podía rodas muy rápido en determinadas zonas, te ibas… era como patinar sobre hielo. Aun y con todo paso el km 70 en 2h y el 100 en 2:55h. Al poco de salir me coge Gus y hacemos toda la bici juntos. Uno se iba otro se quedaba y así de vez en cuando coincidíamos. Eso mentalmente ayuda mucho. Hacia el km 105, se va la lluvia y entra el viento… viento que hace que ir acoplado sea prácticamente imposible, no soy un peso ligero (66kg) pero tampoco soy Tyson… Iba con ruedas de 90mm de perfil, porque NUNCA había hecho viento en Frankfurt. Cuando da de cara es insoportable, no avanzas…
Con más pena que gloria, pero guardando fuerzas llegamos a boxes. Me «jode» porque no llegué para nada fundido y podía haber bajado al menos 30min en la bici. Al final 5:52. Normalmente los IM están mal medidos, siempre hay 3km de menos, es muy difícil cuadrar 180km, pero esta vez 181,5… cagüen!!
Maratón 42,5km: Esta parte es supervivencia… puedes correr una maratón sola en 2:50 e irte a las 4h en la del IM. No es una maratón es la maraton de un IM. Esto me ha costado mucho darme cuenta. Los primeros kms me los tomo para saber cual va a ser el ritmo. Una vez que lo encuentras debes mantenerte ahí todo lo que puedas… no vale de nada hacer las series a 3:45, si en esos 5km el reloj canta 4:50 así tienes que luchar.
La maratón me encanta, ese dolor, ese sufrimiento…arghh pasar alemanes, mexicanos (500 había, que cansinos la verdad) me pone… Según va pasando el tiempo ves en que rangos te puedes mover. En seguida vi que si remábamos fuerte podríamos bajar de 4h y así de 11h en total…
Ya tenía algo en lo que pensar: adelantar mariachis y correr a 5min/km, si hacía eso misión cumplida. Tenía un objetivo y había que trabajar en ello. Cada vuelta era una vuelta menos, cada paso era un paso menos… Corrí con cabeza, comí lo que tenia que comer y bebí lo que tenía que beber. No hay excusas.
Llegamos a meta y trabajo hecho. 10:58 en total y 3:50 en la maratón… Satisfacción por haber trabajado bien. Beso a Lucia y para la meta. Alegría enorme. 4 meses duros y en 1min toda la alegría se desborda, quieres que la alfombra dure 42km más… Pienso: Hoy sí Iker, hoy lo has hecho bien.
Pues eso es todo… al final un IM, un trabajo, la vida… se resume en esta carrera: Preparación, trabajo, y saber gestionar las cartas que te manden, adaptarte y luchar por un objetivo. #metodosoviético. Muy contento.
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