El cojo mentiroso

 Se coge antes al mentiroso que al cojo. Aunque a veces sea largo el camino del cojo mentiroso antes de que le atrapen. Sobre todo si una cohorte mediática de interesados lacayos lameculos borran todo rastro de su cojera mentirosa. Tras el escándalo cinegético del rey y sus disculpas públicas con lágrimas de cocodrilo, hubo mentes serviles del entorno palaciego que intentaron ocultar el accidente. Sin las redes sociales/informáticas nos hubieran engañado una vez más.

Ya mató el Rey a su hermano y es un reto encontrar referencia alguna de la existencia del finado Alfonso, asegurándonos, además, que se disparó a sí mismo. Juró los principios del movimiento nacional y fidelidad a Franco, para después abjurar y jurar la constitución; se presentó como salvador de la patria el 23F, ocultándonos que probablemente estuviera a lomos del elefante blanco.

También se rompió la cadera en no sabe dónde y estando con sabe dios quién al tiempo que “¿rey ubicuo?” firmaba asuntos de Estado. Sus amoríos y escarceos, pagados entre todos, han sido ocultados y negados, aunque estuvieran a la vista. Mentiras y ocultamientos de su vida pública y privada han sido/son la norma hacia sus vasallos. Basando su ser rey en la familia y su reproducción, tienen coña sus saltos a cama ajena con total impunidad. Basado su poder en la presunción de inocencia que le reconoce su irresponsabilidad e inviolabilidad ante la ley, son humillantes los fangosos tejemanejes económico-financieros familiares, de los que el propio monarca no puede estar muy lejos.

También mienten otros como López cuando proclamó que jamás pactaría con el PP o Ares cuando amaña a su modo la muerte de Iñigo Cabacas o Rajoy cuando rompe con re-pagos farmacéuticos su promesa de no mermar los ingresos de los jubilados. Cierto, pero a estos mentirosos la voluntad popular les puede mandar a la calle cada cuatro años, mientras que al Borbón además de permitirle la mentira, ocultársela y adularle, no se le puede remover del trono.

 ¿Qué opinará un funcionario recortadodesueldo o un jubilado/a cuando le escuchen pedir sacrificio/esfuerzo para superar la crisis? ¿O un joven cuando el rey discursee de su preocupación por el paro juvenil? Pues que su discurso es pura mentira, que miente tanto como habla y cojea después de irse de farra con el dinero de todos, a matar elefantes o tirarse a una rubia. Quedamos como vasallos ante el mentiroso y cojo rey desnudo.

 

 

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