Crisis de jóvenes olvidados

Conocido como el viejo continente caminamos a grandes zancadas hacia un «continente de viejo». Más veloces aún en el Estado. Algunos se sorprenden de que estén anunciados unos Juegos Olímpicos pasados por agua. Lógico, es Londres y hace ya ocho años que se anunciaron en la capital británica, por si alguien no se había enterado.

Metidos de lleno en el ojo del huracán de la crisis económica que pagaremos los ciudadanos de a pie que no la generamos, puede que las urgencias nos estén desviando de la búsqueda de soluciones a nuestras necesidades. Necesidades básicas que no llegarán como olas imprevistas de galerna veraniega, si no de previsible mar de fondo tipo tsunami: por una parte envejecemos a marchas forzadas y como complemento del desastre la generación de jóvenes menores de 30 años no entra en la cadena social familiar-reproductiva-laboral-económica.

En una sociedad basada en la solidaridad intergeneracional esta crisis bifocal es crucial, el año 2040, si no antes, puede que la mitad de la población sea pensionista. Difícil equilibrio el de una pirámide que se invierte. Pero la puntilla la pone el análisis del otro polo: los jóvenes. La semana pasada la fundación La Caixa ha publicado un estudio sobre la juventud española con resultados demoledores además de inquietantes: los jóvenes del Estado son los que más tarde se emancipan, a los 29 frente a los 23 años de sus homólogos europeos, y la edad media de maternidad está en 31 años con paulatino retraso.

 Carecen de expectativas laborales, empresariales y en consecuencia, de formar familia y vida propia. Es cierto, la crisis económica les machaca, la mitad de los menores de 30 años están sin trabajo, pero la ola de fondo tiene que tener otros componentes a los que tal vez los dirigentes políticos no se enfrentan o no sepan y quieran hacer cara. Por ejemplo, el espécimen de papa-mama helicóptero que aletea sobre todas las necesidades del hijo retrasando su madurez sine die. Hace unos días, tras una reunión de líderes europeos en Reims se les acercaron a pedirles autógrafos; uno de los fans le puso a la señora Merkel un talón. No coló, pero el intento fue bueno para salir inmediatamente de la crisis. Como aquí la demoledora subida del IVA, el atraco a los funcionarios, el desmentimiento de la Sanidad y la Educación pública, el desguace de la Ley de Dependencia…

 Puede que con estas draconianas medidas aplicadas al ciudadano medio, que no al rico, no perezcamos asfixiados, pero los mayores cada día son más y a los jóvenes nadie les da pista ni ayudas para entrar de pleno derecho en el engranaje social. Pero claro, Don Mariano, esto sería tarea para un estadista, no para un político cortoplacista banco-merkel dependiente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *