Inmigrante gotera

INMIGRANTES PATERA

Hasta ahora había escuchado multitud de calificativos, todos muy despreciativos, para mentar a refugiados e inmigrantes, lindezas compendio de una caterva de retuercepalabras para describir al diferente llegado de otros lares. Como si buscar refugio o trabajo fuera despreciable además de ilegal. Pero el ministro de Interior (garrote y concertinas) ha acuñado un nuevo término, inmigrante gotera.

En los últimos meses nos llegan sobre todo de Siria y Eritrea, personas que huyen del horror, de la persecución y de la muerte. En el reparto de refugiados al Estado Español le habían correspondido unas 5.800 personas, no sé si son muchos o pocos, pero sí que necesitan acogida. Y aquí se les ha dicho que verdes las han segado, que ya somos demasiados y que es imposible acogerles, porque, y aquí le ha brotado al ministro la parábola evangélica de la casa con goteras, que la solución no es repartir el agua sino taponar la entrada; de acuerdo, pero mientras tanto acojamos el agua que nos corresponda.

Es meritorio el esmero e interés que se toman Fernández&PPboys en taponar la entrada a las personas, pero no a las mafias que traen pasta o a las armas que se cuelan con pasmosa facilidad y hasta impunidad por las fronteras.

El agravante en “estos goteras” es que huyen de una guerra a tres bandas donde son víctimas seguras, de uno o de otro. Viene a la memoria la diáspora de miles de perseguidos que tras la guerra incivil española huyeron a generosos países acogedores. Algunos estaban en trance de una guerra y acogieron a huidos, eran pequeños y acogieron, otros eran pobres y acogieron refugiados españoles… Más adelante, en los sesenta, la maleta y la frontera fueron un cotidiano español hacia la Europa de las posibilidades. Y ahora mismo, nuestros jóvenes preparados buscan refugio laboral en países de acogida. Flaca memoria la del grupeto gobernante, quizá porque como el ministro posiblemente nunca tuvo que huir del régimen franquista, ni emigrar a Alemania, ni buscar el trabajo que sí le ofreció aquí rápidamente su buena ubicación socioeconómica.

Del sr. ministro descoloca su acendrado catolicismo, otorgador de condecoraciones a vírgenes y de comunión frecuente, olvidando quizá la principal virtud cristiana: ¿Caridad? Puede que incluso para un supernumerario sea más fácil predicar que dar trigo y olvidar el 25:35 de Mateo, “porque tuve hambre y me diste de comer; tuve sed y me diste de beber; fui forastero y me recibiste”.

Si no acogemos al necesitado, a qué debemos esperar, a qué el acuerdo entre el multimillonario Yuri Milner y el astrofísico Stephen Hawking de resultado y contactemos vida en otro planeta.

 

Felices lectores

mas HOMERLeer es felicidad. No sé cuántos libros leerán ustedes, pero según un estudio de psicólogos publicado en la revista Social Indicators Research, “las personas felices leen, los infelices ven la televisión”. Según el sociólogo John P. Robinson coautor del informe, el pupurri de los infelices ven un 20% más tele que los felices. Ver la televisión es una actividad pasiva que puede producir placer momentáneo pero infelicidad a largo plazo, pues además de barata y cómoda no requiere esfuerzo ni compañía, mientras que leer produce satisfacción a largo plazo porque requiere esfuerzo y nos socializa mejor.

En el placer momentáneo estaremos de acuerdo, porque el soporcito que produce la caja tonta (o inteligente) es muy relajante; en lo de la felicidad a largo plazo hay división de opiniones. “He pasado muchos años sin leer ni escribir y soy una persona superfeliz”, mi vecina echa por tierra las sesudas conclusiones de mr. Robinson, quien también tiene su razón porque mientras ves la tele no tomas el sol, ni respiras aire puro, ni haces ejercicio, ni te socializas… y te culturizas menos. Lógica que argumenta Martin de la Fuente en “No es lo mismo ver la televisión que leer”, explicando que el mundo cultural ha sido de elites, mientras que la televisión era una realidad del gran público.

Según el CIS, el 35% de los españoles/as no lee nunca, y en el último año la mitad no ha comprado ni un libro y un 70% no ha ido a una biblioteca, mientras se ve tele cuatro horas y media al día por habitante/año.

Aunque entre quienes leen prefieren el papel(80%), se espera que en 2017 libro-papel y libro-digital confluyan y comience el principio del fin del papel. Quizá será por esto que el gobierno mantiene el IVA del 4% al libro-papel, pero aplica con expectativas el 21% al digital. Esto unido a la crisis que ha reducido el consumo de libro-papel y a los cambios en los hábitos intelectuales, con la creciente dedicación a las nuevas tecnologías, hace que con frecuencia la preocupación por estar continuamente conectados a la red no nos deje disfrutar de otras actividades placenteras como la lectura.

En consecuencia, algunos creen que la sociedad actual camina peligrosamente hacia un progresivo empobrecimiento cultural y humano. Hacia una sociedad vacua, un mix entre “Un mundo feliz” de Huxley y “La sociedad del espectáculo” de Guy Debord.

Si los libros de papel, poco leídos, son además relegados a recuerdos del pasado por el digital al que se aplica un IVA-21%, ya me dirán quién podrá ser feliz en este país de iletrados. Veremos la tele, aunque seamos infelices.

 

Mordazas y leyes

CREMALLERA

Supongo que muchos y muchas habrán experimentado en propia carne lo que es morderse la lengua, o toda la boca hasta lacerarse, para no decir a quien detenta el poder (o la porra) la verdad que escuece, pero que escocería más en la venganza segura del receptor que no desea recibir crítica alguna. Quizá la mordaza sin ley sea posiblemente la ley mordaza más acerada, la conocida autocensura.

Pero por si acaso ésta no funcionara, el 1 de julio entró en vigor la pomposa Ley de Seguridad Ciudadana y la Reforma del Código Penal, es decir 44 nuevas razones por las que cualquiera puede ser sancionado, siempre que no sea delito, con multas de 100 hasta 600.000 euros; de pasada se excluye al juez y a la tutela judicial efectiva, de modo que la sanción te la puede endosar cualquier policía o autoridad administrativa sin que tenga que justificarse. Arbitrariedad “democrática”, algo parecido a la ley de vagos y maleantes del franquismo santificado. Recordándote que han subido las tasas judiciales, primero abona la multa y después si quieres puedes reclamar pleiteando ante un juez “de pago”.

Tras leer las nuevas conductas sancionables, me planteo si en una protesta callejera un policía aporrea a un manifestante, eres periodista, sacas una foto. ¿Cuál es el acto delictivo? Adivinen… pues sí: sacar la foto. O si el vecino del 2º es policía y se le demanda por moroso, ¿puede denunciarnos por acoso a la autoridad? Y si por venganza me pilla sin DNI al bajar la basura, ¿me puede retener seis horas en comisaria? ¿Y si quien no lo lleva es él? Son situaciones chuscas, pero con esta normativa en la mano cualquier cosa pensable sería posible, porque junto a normas de puro sentido común y de respeto a la convivencia con los demás, subyace la idea motriz de domeñar arbitrariamente bajo la autoridad gubernamental el derecho de la ciudadanía a la protesta como instrumento de cambio social, así como un ataque directo-preventivo a los derechos ¿fundamentales? de libre expresión y manifestación. Ninguna medida para prevenir los delitos de cuello blanco. Claramente se criminalizan actos de participación política y movilizaciones de protesta, así que me tendré que autocensurar antes de escribir una línea transgresora sobre alguno de los impúdicos borbones.

Porque volvemos a estar donde estuvimos: “eres ciudadano/a culpable hasta que no demuestres tu inocencia”. ¿Pero en democracia no era exactamente al revés?

El problema de leyes tan graciosamente represivas es que si no actúas como piensas puede que termines pensando como actúas. Tal vez sea éste el fin último de la ley, que te reprimas tú misma.

 

Filántropos y solidarios

 

MONOS
Aunque  existan otras compañías, Internet y Google parecen sinónimos. Así que cualquier mínimo fallo de Google es realzado exponencialmente por la red. Al parecer el software de aplicación GooglePhotos diseñado para reconocimientos faciales le ha jugado una mala pasada al gigante de la red al identificar a una pareja de afroamericanos como gorilas. Los jóvenes se han quejado, la compañía muestra su pesar y consternación, pide perdón y… pelillos a la mar. Aunque el error sea repetido, porque en mayo etiquetó a dos perros como caballos o cuando escribes “rey negro” o “la casa del negro” la aplicación GoogleMaps te lleva directamente a la Casa Blanca.

Pasados tantos años desde que Darwin expusiera sus postulados sobre la evolución de los seres vivos, bien podríamos pensar que no nos confundirían a los primos de hoy con nuestros antepasados comunes de ayer, pero por lo visto que el hombre sea solo una azarosa derivación del simio (la etiqueta de Anís del Mono encierra una injuriosa caricatura de Darwin), no es óbice para seguir laminando sesgadamente la dignidad de algunos humanos. En todo caso, lo más pasmoso de este error o despiste no es el hecho mismo del fallo tecnológico de esta inteligencia que al fin y al cabo es artificial, sino el ennegrecimiento total de la nube de Internet con la cascada de comentarios de unos humanos sobre otros humanos, algunos ziriqueros como“¿inteligencia artificial de reconocimiento de cara basado en deep learning…? pues tendrán que denunciar al algoritmo” o “este software ya no podrá ser nunca concejal”, recordando al concejal Zapata; pero la mayoría en tono mucho más vitriólico, “vaya cagada, claro que no son gorilas, no se ve la selva…”, “…menuda cagada confundir gorilas con chimpancés” o “es curioso, los gorilas auténticos no se han molestado en absoluto, aunque esta comparación sea difamatoria para ellos”. ¿Evolución, dices?

El multimuchimillonario príncipe saudí Al Walid bin Talal al Saud ha anunciado que donará su fortuna (¿cuándo? ¡No se sabe!) de 35. 000 millones de dólares a organizaciones solidarias/filantrópicas y caritativas. ¡Loado sea Alá!, pero me pregunto cómo otros muchos internautas, ¿Por qué no lo utiliza en tratar como iguales a sus hombres y mujeres? ¿Por qué no pagan dignamente a pakistaníes, indonesios, malayos, filipinos trabajadores casi semiesclavos en sus productivas industrias? ¿Por qué no para evitar que las pateras repletas de africanos (mayoría musulmanes) “naufraguen” camino de Europa? ¿Por qué siguen vendiendo armas al islamismo integrista o al IS con el que ganan buena parte del dinero que ahora quieren donar? ¿Por qué…?

Acaso porque Darwin solamente hablara de evolución biológica, nunca de evolución humana.

Una mujer en el dólar

DOLAR

Recuerdo  las risitas displicentes de unos y el manifiesto desprecio de otros ante el “vascos y vascas” del lehendakari Ibarretxe. Diez años después no hay dirigente público que no utilice esta expresión de aceptación de presencia femenina en el ágora publica, unos porque se lo crean y otros quizá porque aprecien que hacer visibles a las mujeres no es mala estrategia y seguramente sí buena táctica.

En EEUU han aprobado que 119 años después figure el rostro de una mujer en un billete, concretamente en el de 10$. Proponen para rostro del billete a la abolicionista Harriet Tubman, o a Rosa Parks activista contra la segregación racial o a Eleanor Roosevelt, defensora de los derechos de mujeres, o a Jeannette Rankin la primera mujer congresista en 1916. Hasta es posible que el próximo presidente USA sea una ella, Clinton, ahora Hillary.

Entre nosotros ha habido antes bastantes políticos-mujeres, pero es remarcable que mujeres como Manuela Carmena y Ada Colau sean alcaldesas, porque no ocultan en su comportamiento público que son y actúan como mujeres al encarar los asuntos de todos y todas; para lo bueno y lo menos bueno no ocultan su feminismo manifiesto. Y mucho más la nueva flamante presidenta del parlamento navarro, que se declara abiertamente euskaldun, abertzale y feminista, con un discurso cercano y conciliador.

Anima ver que a estas dirigentes la palabra feminismo no solo no les asusta sino que militan a su favor.

Esperemos que la ley de custodia compartida que aprobará mañana el Parlamento vasco no sea una añagaza legal frente a la igualdad real. Y no está de más recalcarlo, porque a pesar de la ley de Igualdad de 2007 y de otras de defensa de la mujer, el pasado martes han asesinado en Soria a otra fémina, la 22 de la macabra serie de este año; casi 900 asesinadas desde 2001, más que las víctimas mortales de ETA desde sus orígenes. Cierto, no son las 3.000 víctimas anuales de México y no nos esclavizan como el IS, pero estas situaciones extremas no deben ser nuestro modelo. Porque aquí en 2014 se interpusieron una media de 348 denuncias diarias por malos tratos en los que a casi dos tercios se les dio la razón en contra del runrún machista y del ruido mediático que intenta situar a las maltratadas como denunciantes falsarias que buscan obtener beneficios espurios; un auténtico retruécano de la realidad, como si sufrir maltrato machista fuera cosa de chichinabo.

Porque la violencia duele, pero el desprecio destruye. Así que bienvenido sea el rostro de una mujer en el valioso dólar.