Felices lectores

mas HOMERLeer es felicidad. No sé cuántos libros leerán ustedes, pero según un estudio de psicólogos publicado en la revista Social Indicators Research, “las personas felices leen, los infelices ven la televisión”. Según el sociólogo John P. Robinson coautor del informe, el pupurri de los infelices ven un 20% más tele que los felices. Ver la televisión es una actividad pasiva que puede producir placer momentáneo pero infelicidad a largo plazo, pues además de barata y cómoda no requiere esfuerzo ni compañía, mientras que leer produce satisfacción a largo plazo porque requiere esfuerzo y nos socializa mejor.

En el placer momentáneo estaremos de acuerdo, porque el soporcito que produce la caja tonta (o inteligente) es muy relajante; en lo de la felicidad a largo plazo hay división de opiniones. “He pasado muchos años sin leer ni escribir y soy una persona superfeliz”, mi vecina echa por tierra las sesudas conclusiones de mr. Robinson, quien también tiene su razón porque mientras ves la tele no tomas el sol, ni respiras aire puro, ni haces ejercicio, ni te socializas… y te culturizas menos. Lógica que argumenta Martin de la Fuente en “No es lo mismo ver la televisión que leer”, explicando que el mundo cultural ha sido de elites, mientras que la televisión era una realidad del gran público.

Según el CIS, el 35% de los españoles/as no lee nunca, y en el último año la mitad no ha comprado ni un libro y un 70% no ha ido a una biblioteca, mientras se ve tele cuatro horas y media al día por habitante/año.

Aunque entre quienes leen prefieren el papel(80%), se espera que en 2017 libro-papel y libro-digital confluyan y comience el principio del fin del papel. Quizá será por esto que el gobierno mantiene el IVA del 4% al libro-papel, pero aplica con expectativas el 21% al digital. Esto unido a la crisis que ha reducido el consumo de libro-papel y a los cambios en los hábitos intelectuales, con la creciente dedicación a las nuevas tecnologías, hace que con frecuencia la preocupación por estar continuamente conectados a la red no nos deje disfrutar de otras actividades placenteras como la lectura.

En consecuencia, algunos creen que la sociedad actual camina peligrosamente hacia un progresivo empobrecimiento cultural y humano. Hacia una sociedad vacua, un mix entre “Un mundo feliz” de Huxley y “La sociedad del espectáculo” de Guy Debord.

Si los libros de papel, poco leídos, son además relegados a recuerdos del pasado por el digital al que se aplica un IVA-21%, ya me dirán quién podrá ser feliz en este país de iletrados. Veremos la tele, aunque seamos infelices.

 

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