Pérez Rubalcaba y su profeta San Rodolfo de Ourense escriben derecho en renglones torcidos y, de postre, emborronados. ¡Aleluya! ¡La izquierda abertzale ilegalizada ha vuelto a EITB cerca de la Navidad! Apenas anteayer como quien dice proclamaba con firmeza el caporal Surio que “una radio televisión pública no tiene que servir como caja de resonancia sistemática de portavoces y representantes de formaciones ilegalizadas”. Tracatrá. ¿Le servimos al señor esas palabras con tomate o con patatas? Mejor que alterne la guarnición, porque hay quintales de declaraciones similares que ayer hicieron catacroch en el mismo instante en que Rufi Etxeberria volvía a dirigirse al mundo a través de un micrófono con el txori serigrafiado.
Y de las tablas de Moisés, o sea, del “Acuerdo de bases blablablá”, mejor ni hablamos. Ardo en deseos de saber qué le parecerá al neoeuskaltzale Basagoiti que, según su propia melonada, “se le de bola a ETA” en la colina que él creía liberada. ¿Dirá que por esta vez pase, pero que a la siguiente se lleva el Scatergories? ¿Aprovechará para soltarle a López un collejón de los habituales, sabiendo que al de Portugalete no le queda otra que humillarse ante su sostén parlamentario? Es probable que para cuando se publique esta columna la duda esté despejada.
Casualidades
De otras cosas tardaremos más en enterarnos. Como con lo de Loiola, Oslo y Ginebra, tendrá que contárnoslo dentro de dos años Imanol Murua en otro libro imprescindible. Hasta que se pueda hacer oficial, prometo poner cara de yonosénada, y hacer como que me creo que un buen día alguien del equipo de producción de Boulevard descolgó el teléfono, preguntó lo de Gila -”¿Está Rufi? ¡Que se ponga!”- y fue Rufi, y se puso. Y sólo me parecerá una casualidad que la noche anterior el Gobierno español, que iba a necesitar hacerse el duro, mandase detener a dos abogadas de la izquierda abertzale. O que la fiscalía de la Audiencia Nacional recurriese la absolución de Otegi esa misma mañana.
Capítulo aparte merece lo del PSE votando en el parlamento la iniciativa del PP para evitar “la sucesión fraudulenta de Batasuna”. Menudos chuflistas, cuando sólo hacía un par de horas que habían dado la bendición mediática a los presuntos sucesores fraudulentos. Está quedando entretenido el vodevil. A ver qué dicen mañana o pasado los otros personajes del libreto, que ya tienen las capuchas de gala en el guardarropía desde hace un rato. Con tanta expectación, lo mismo hacen mutis por el foro y nos quedamos con las ganas.