Un centralista a Cultura – Treviño, Fort Apache y Rajoy.

Jueves 14 de junio de 2018

Jesús Guirao es el nuevo ministro de cultura en sustitución del efímero Maxim Huerta. Era algo que siempre había esperado porque siempre había creído merecerlo. Curriculum y buena cabeza, tiene. Más que la de Maxim Huerta. De todas maneras Sánchez tendría que explicar porque no lo eligió a él en el primer bote y no a Huerta. Tampoco fue elegido director del Prado en su día que apostó por Miguel Zugaza. Podríamos decir pues que Guirao es plato de segunda mesa. Por algo será.

Pero este almeriense es un jacobino de los de la escuela de Borrell. A pesar de haber nacido en dicha ciudad costera, lo suyo es el Madrid de los Borbones y por tanto trabajará en todo momento a mayor gloria de la Villa y Corte.

De hecho el ABC ya le ha puesto deberes. La fusión del Teatro Real y el de la Zarzuela, negociar con Carmen Cervera, la baronesa Thyssen y los Museos estatales en precaria situación presupuestaria. Todo a mayor gloria del poblachón manchego. Y él, en sus primeras palabras, no ha reconocido en nada que el estado español es plurilingüe y pluricultural.

Nos viene pues, uno más, de los muchos que ya ha habido.

De hecho, cuando en 2010 solicitamos que el cuadro de Picasso, el Guernica, se pudiera exhibir en Gernika, salió de mala manera diciendo que “trasladar el Guernica es cargarse el Reina Sofía”. Observen ustedes. No utilizaba la manida y mentirosa excusa de que el cuadro está muy delicado y no se puede mover, sino la verdadera que es el que nos cargamos ese Museo madrileño que sin el Guernica se queda en poca cosa y eso que el tal Guirao es almeriense, aunque madrileño de vocación y profesión.

Yo ayer dije que como vascos no deberíamos perdernos en la discusión de Maxim Huerta, Guirao y el oso del zoo, sino pedir la eliminación del Ministerio de Cultura y que lo reconviertan y se lo paguen los madrileños pues este ministerio no es más que una consejería más de la autonomía del Oso y el Madroño. Ni lenguas cooficiales, ni museos, ni la España plural. Lo de ellos es el ombligo de la Península, es decir Madrid. Y el Real Madrid.

Aquí en Euzkadi, la Consejería del Departamento de Cultura, que ni chista debería ser más beligerante con este asunto. La cultura vasca poco tiene que ver con este señor y sus planes, porque si no defendemos y marcamos bien el terreno, nos tratarán como siempre nos ha tratado este señor a quien conocemos de hace muchos años y que no nos gusta absolutamente nada.

Treviño, Fort Apache y Rajoy

Le escuchaba hoy en el Parlamento Vasco a Carmelo Barrios del PP decir en relación con la iniciativa de Treviño “hay que seguir valorando lo que hay”, es decir, nada con sifón. Una salida por peteneras.

Más claro fue Mariano Rajoy cuando le visitamos en su despacho de Castellana 3,siendo ministro de Administraciones Públicas, Ibarretxe y yo y cuando le tocamos el asunto nos dijo enfático:

“Si Treviño estuviera en Guadalajara, el asunto estaba hecho, pero está en Álava, y un referéndum en Álava para incorporrar parte de Castilla en el País Vasco, es la guerra”. Y se quedó tan ancho en su NO.

Pero hay más culpables.

Juan José Laborda, socialista bilbaíno, senador por Burgos y gran preboste castellano al ver que el estatuto de Gernika en 1979 abría la posibilidad de un referéndum en Treviño para su incorporación a Araba, redactó él mismo, con su mano pecadora, el artículo del estatuto de Castilla León que se aprobó después, para impedir esa posibilidad. Chapeau.

PP y PSOE impidiendo lo que decía Suárez de hacer normal, lo que a nivel de calle, es normal.

Y finalmente un recuerdo para el padre de Federico Trillo que fue gobernado de Burgos en la dictadura franquista. El tuvo la solución. Una permuta de Treviño por la Rioja alavesa. Afortunadamente y a pesar de la dictadura, se lo impidieron. No era tonto el muchacho.

Veo poco futuro a la iniciativa mientras la sigan considerando como Fort Apache, aunque hay que seguir intentándola.

2 comentarios en «Un centralista a Cultura – Treviño, Fort Apache y Rajoy.»

  1. «Colonia» similar es Villaverde de Truzios. que en el siglo XII fue finca particular del Señor de Avellaneda (bizcaino), y que su herederos en el siglo XV vendieron al Señor de Velasco, cortesano de origen vasco (como otros repobladores de Castilla), que creció en poder y riqueza, al ser gran apoyo para Isabel (La Católica) para ser reina de Castilla, en su guerra dinástica contra su hermano rey Enrique IV y su hija heredera, a la que Isabel la acuso de ilegitima apodandola «La Beltraneja», la cual tuvo que huir a Portugal para salvar su vida.
    El Señor VELASCO castellanizado, acabo siendo dueño de gran parte de la actual Cantabria que hasta el siglo XVIII era territorio de BIZKAIA y con la llegada de los borbones fue usurpada, como astillero de Castilla para usar sus bosques de robles y crear una flota naval que compitiera con la inglesa., que en 1805 se enfrentaron en Trafalgar, donde quedó destruida.
    En 1833 este territorio paso a denominarse Provincia de Santander de Castilla la Vieja lo que de inmediato desató la guerra Carlista, entre el aspirante al trono Carlos de Borbon contra los isabelinos gobernantes, que nombraron a su sobrina de 3 años, reina Isabel II.
    Carlos de Borbon, pidió ayuda a los vascos para conseguir su trono a cambio de volver a dar todo lo usurpado por sus antecesores como eran, Los fueros, Navarra y la provincia de Santander que en todos los documentos anteriores a la llegada borbona del siglo XVIII, se denomina Sant Ander (San Andres en euskera).
    Hay literatura de 1691 «Everiguaciones de las antigüedades de cantabria» por el vallisoletano Gabriel de Henao, donde cantabros son los Bizcainos, Alaveses y Gupuzcoanos como Ignacio de Loyola, (Santander no aparece ya que era parte de Bizcaya).
    La historia de España tiene un gran porcentaje, de estafa colonialista, por tantos invasores victoriosos.

    «La historia no la escribe quien tiene la razón, sino quien gana la guerra».

  2. «La historia no la escribe quien tiene la razón, sino quien gana la guerra».

    «Colonia» similar a Treviño es Villaverde de Truzios. que en el siglo XII fue finca particular del Señor de Avellaneda (bizcaino), y que su herederos en el siglo XV vendieron al Señor de Velasco, cortesano de origen vasco (como otros repobladores de Castilla), que creció en poder y riqueza, al ser gran apoyo para Isabel (La Católica) para ser reina de Castilla, en su guerra dinástica contra su hermano rey Enrique IV y su hija heredera, a la que Isabel la acuso de ilegitima apodandola «La Beltraneja», la cual tuvo que huir a Portugal para salvar su vida.
    El Señor VELASCO castellanizado, acabo siendo dueño de gran parte de la actual Cantabria que hasta el siglo XVIII era territorio de BIZKAIA y con la llegada de los borbones fue usurpada, como astillero de Castilla para usar sus bosques de robles y crear una flota naval que compitiera con la inglesa., que en 1805 se enfrentaron en Trafalgar, donde quedó destruida. En 1833 este territorio paso a denominarse Provincia de Santander de Castilla la Vieja lo que de inmediato desató la guerra Carlista, entre el aspirante al trono Carlos de Borbon contra los isabelinos gobernantes, que nombraron a su sobrina de 3 años, reina Isabel II. Carlos de Borbon, pidió ayuda a los vascos para conseguir su trono a cambio de volver a dar todo lo usurpado por sus antecesores como eran, Los fueros, Navarra y la provincia de Santander que en todos los documentos anteriores a la llegada borbona del siglo XVIII, se denomina Sant Ander (San Andres en euskera).
    Hay literatura de 1691 «Everiguaciones de las antigüedades de cantabria» por el vallisoletano Gabriel de Henao, donde cantabros son los Bizcainos, Alaveses y Gupuzcoanos como Ignacio de Loyola, (Santander no aparece ya que era parte de Bizcaya).
    La historia de España tiene un gran porcentaje, de estafa colonialista, por tantos invasores victoriosos.

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