Domingo 6 de julio de 2014
Criticar en una viñeta a la Corona se puso esos días, y en la actualidad, difícil. 18 dibujantes del El Jueves abandonaron la revista satírica después de que la empresa editora, RBA, decidiera censurar una portada sobre la abdicación del rey.
Asimismo, la dibujante Atxe anunció a través de las redes sociales que dejaba de colaborar con El Huffington Post tras recibir una negativa a la publicación de una viñeta sobre la abdicación de Juan Carlos I.
Viñeta 1
“¡Nos plantamos!”, así tituló la ilustradora Iratxe Fernández de las Heras (Vitoria-Gasteiz, 1983) la viñeta con la que anunciaba que dejaba de colaborar con El Huffington Post por lo que ella considera «censura». La dibujante conocida como Atxe, criticó que la publicación propiedad del Grupo Prisa «no publica viñetas contrarias a la Monarquía» y sostiene que bajo esa premisa no aceptó la ilustración sobre la abdicación de Juan Carlos I.
Viñeta 2
La ilustradora, que llevaba un año colaborando con el medio que dirige Montserrat Domínguez, sospechó que «algo pasaba» cuando «después de dos semanas» no se había publicado su viñeta, y supo que a otra compañera, Laura Santaolaya, le pasaba lo mismo con una ilustración que también ponía en cuestión a la Corona. «No me han dado ninguna explicación, más allá de que se trata de una decisión editorial, pero nunca antes me habían rechazado una viñeta», explicó estupefacta.
El Huffington Post, apeló precisamente a un «criterio editorial legítimo» a la hora tomar la decisión. «No publicamos cualquier cosa», alegaban desde el departamento de comunicación. En este sentido, Atxe consideró que «están en su derecho, pero la manera en la que lo han hecho evidencia que no quieren publicar según qué información», aclaraba.
A la renuncia de la ilustradora vitoriana le siguió la de @P8ladas, nombre con el que firmaba la también ilustradora Laura Santaolaya.
Viñeta 3
En el caso de El Jueves, su portada se publicó un día más tarde de lo habitual y con una portada diferente a la prevista con Pablo Iglesias como protagonista en vez de rey Juan Carlos imponiendo una corona sucia y maloliente a un Felipe arrodillado y temeroso. Esta decisión provocó que 18 dibujantes de la revista satírica decidieran abandonar la publicación y lanzar la revista Orgullo y Satisfacción.