HEMOS PUESTO EN CIRCULACION UN DEBATE QUE LE INTERESA A LA SOCIEDAD Y NO A LA POLITICA ESPECTACULO

Lunes 15 de febrero de 2016

cerdito–  El documento que se comunicó a la Asamblea General  sobre las pensiones es un resumen de 15 páginas de un exhaustivo y concienzudo trabajo que se ha venido  desarrollando desde hace dos años. Un esfuerzo, liderado por el EBB, que ha contado con la participación de numerosos expertos, tanto del ámbito público como del privado. Un trabajo que ha dejado centenares de folios y una conclusión principal: no solo es deseable, sino viable, un sistema propio de Seguridad Social y de Pensiones tanto para la Comunidad Autónoma de Euzkadi como para la Comunidad Foral de Nafarroa. Un sistema común o un sistema propio para cada Comunidad. Eso, llegado el caso, lo decidirían sus respectivas instituciones competentes.

–  ¿Qué va a hacer el PNV con este estudio?. Llevamos muchos años, demasiados, esperando la transferencia de la gestión económica de la Seguridad Social. Esta competencia viene recogida en el Estatuto de Gernika, que es una ley orgánica, una ley que España no cumple. Lo que propugnamos ahora  es configurar un Sistema de Protección de Euskadi, con perfiles de público, suficiente e irregresivo.

En  la Asamblea General del fin de semana se marcaron  las líneas de la acción política en los próximos cuatro años. Sin duda alguna, esta demanda será uno de los ejes de nuestra acción política en la próxima legislatura. ¿Por qué?. Para que los y las pensionistas vascos, los que lo son ahora y los que lo seremos en el futuro, tengamos garantizadas nuestras pensiones, algo que ahora mismo no ocurre. Porque a los responsables del PSOE y del PP se les llena la boca cuando dicen que un sistema vasco de pensiones sería hoy deficitario. ¿Acaso el sistema español no lo es?.

En 2015, las cotizaciones volvieron a ser insuficientes para pagar las pensiones en España. Esto empujó al Gobierno del PP a recurrir al fondo de reserva (la hucha de las pensiones) por cuarto año consecutivo, de la que sacó la friolera de 13.250 millones. Lo dice el informe sobre disposiciones del Fondo de Reserva presentado por la ministra de Empleo, Fátima Báñez. ¿Así que un sistema vasco de pensiones sería deficitario?.

Eso no tiene por qué ser así, pero aunque lo fuera, no se diferenciaría del español. Y, en todo caso, sería deficitario en menor medida. En cuatro años, el Gobierno español se ha gastado más de la mitad del fondo de reserva. Si a finales de 2011 los recursos disponibles en el Fondo de Reserva eran de 66.815 millones, a finales de 2015 ya son solo de 32.485 millones. La cuenta es muy sencilla: a este paso, en cuatro años hemos roto la hucha de las pensiones. De modo que, sin querer caer en el alarmismo, las pensiones de los vascos y de las vascas no las vemos muy garantizadas a día de hoy. Y, ante eso, EAJ-PNV no se puede quedar de brazos cruzados.

Este es el gran debate.

 

UNA BUENA ASAMBLEA GENERAL AUNQUE CON AUSENCIAS

Domingo 14 de febrero de 2016

Puño rompiendo las cadenasHace 39 años no teníamos casi nada. Habían permitido tan solo la ikurriña. Juan de Ajuriaguerra se había presentado en Madrid con el Equipo Demócrata Cristiano en enero y el Lehendakari Leizaola y su gobierno seguían en el exilio. Pero el grito ensordecedor, junto al de ¡¡Libertad, Amnistía y Estatuto de Autonomía!! era el de ¡¡Nafarroa, Euzkadi da!!, si, con Z. Ese nombre imaginado por Sabino Arana con esa caligrafía tenía ya noventa años de rodadura.

Y se eligió Iruña, para culminar un trabajo de hormiga y discusión que había comenzado en junio de 1976.

El PNV era en marzo de 1977 una incógnita. Decían que un recuerdo del pasado. Pero, tras aprobarse las cuatro ponencias, se le eligió al navarro Carlos Garaikoetxea como presidente del EBB. Fue una apuesta estratégica. El puesto le correspondía por historia a Juan de Ajuriaguerra, pero se quiso apostar por Navarra. Y  además se le trajo a Don Manuel de Irujo del exilio de Paris por todo lo alto, en avión, y siendo el centro de aquella magna Asamblea. Eran tiempos emocionantes, y también de ingenio.

Y de allí surgió todo. Un buen diagnóstico y mejores decisiones tras mucha discusión. Y de hacer mucho caso a los que tenían experiencia: centrar la batalla en otro estatuto similar al del 36, recuperar el Concierto Económico para Gipuzkoa y Bizkaia, poner a Europa como centro y horizonte, apostar por Navarra en serio (no lo desarrollamos), recuperar el euskera, pactar con todo quisqui para  ir logrando subir las escaleras, hacer política en Madrid y conjugar en las directivas veteranía y juventud.

En 1977 HB, apoyaba a ETA y no quería hacer política. El PSOE se desgajó en PSE y PSN, y se cargaron a Navarra. La derecha parió a UPN. Los republicanos habían desaparecido junto al carlismo. AP seguía las indicaciones obsesivas de Jaime Ignacio del Burgo. Y la UCD se desgajaba en luchas internas. Solo el PNV aguantó el tipo y tuvo las ideas claras.

Treinta y nueve años después, el país está irreconocible. Nada que ver con aquel desierto institucional de 1977. Hemos ganado en todo, aunque hemos bajado en emoción. No es fácil mantener esa constante. Pero el nacionalismo es emoción. Y su mejor gasolina. Es lo que mueve a la gente. Los partidos de cuadros gestionan, los que tienen 121 años, gestionan, movilizan y emocionan. Por eso duran.

Las primeras palabras leídas por Andoni Ortuzar, tras ser elegido, y empezar su disertación pública el domingo las escribió en 1977 Alberto Elosegui. Y la imagen que utilizó Alberto y la que repitió Andoni con acierto era muy buena. En 1977 el puño estaba cerrado, ahora abierto. Ese puño lo había dibujado Koldo Ruiz de Aguirre en Caracas. Yo se lo había encargado sacando la idea de una revista argelina donde un puño le pegaba a un alambre de púas. Luego nos lo quitó EIA y Mario Onaindia. Pero es nuestro. Y me encanta que se haya recuperado.

El slogan, lo fabricamos entre Alberto y quien ésto escribe. Y que 39 años después siga vigente a uno le satisface y le remacha en la idea de que es mejor oir a la gente, que seguir a pies juntillas lo que una agencia de publicidad dicta. Si, eso está ben, pero ese slogan lo hicimos dos aficionados sabiendo lo que era y había sido el PNV  y, ¡mira por donde!, perdura.

Si me hubieran preguntado cómo se organizó aquella Asamblea de salida en estampida para que fuera nombrado les hubiera dicho que no se olvidaran de Joseba Goikoetxea asesinado por ETA. Fue el gran organizador logístico  de aquel tinglado con Emilio Mardaras  y varios más. Incluso tuvieron un altercado con la extrema derecha que por aquellos años pululaba por Iruña. Salíamos del “biotopo bizkaino” como con  acierto  lo ha nombrado Ortuzar.

Y he recordado en El Baluarte a la ingente cantidad de personas fallecidas. Demasiados. Toda la generación de la guerra, que había sobrevivido al franquismo ya no está, no  queda ni uno, y muchos más.

Ni Estornés Lasa, Ormaza, Solaun, Arredondo, Elorriaga, Clavería, García Falces, Pello Irujo, Azurza, Zubiri, Elustondo, Castañares, Robles, Unzueta, Verdes, Lauroba, Timoteo Plaza, Inza,…….Ya no están con nosotros y con su fe del carbonero en relación con el jelkidismo.

Pero no hubiera estado nada mal que se hubiera invitado a los responsables de las cuatro ponencias: Política, Organización, Socioeconómica y Cultura. Trabajaron mucho y bien. Y con mucho debate. El propio Arzalluz lo reconocía en Deia el pasado sábado a cuenta del Jel, pero también lo hubo en la ponencia socioeconómica, con el euskera y con qué tipo de euskera, en si teníamos o no que tener un secretario general, en el peso de las extraterritoriales, en las incompatibilidades, en….Pero lo que se aprobó en Iruña  fue a Misa. Y a los dos meses nos registramos en Madrid. Nos llamaron traidores, pero ahora ellos van encantados  a la Villa y Corte e incluso negocian con la Fiscalía reconocimientos varios que redunde en las penas.

¡Cuánto tiempo perdido por no hacer caso al PNV!.

La Asamblea del domingo ha estado muy bien. Buen slogan buena presentación icónica y de escenario, buen sonido, buen lugar, invitados adecuados, buen discurso omnicomprensivo de Ortuzar, palo y zanahoria, prudencia y osadía, con la acertada imagen del caminante, hilo central de su disertación.

Solo he echado en falta la presencia de ex presidente del EBB, Xabier Arzalluz y Josu Jon Imaz, del Lehendakari Ibarretxe, y de la veteranía en un acto que debía haber sido, además de orgánico, familiar. Bien es verdad que se han proyectado las imágenes de todos los presidentes del EBB incluida la de Garaikoetxea, todo un acierto y un culto a la historia necesario, pero han faltado los ponentes, los consejeros de todos los gobiernos que hemos tenido, las viudas y familiares, los alcaldes y diputados generales, los parlamentarios vascos, diputados como Marcos Vizcaya  que estuvo en aquella asamblea como fotógrafo, ponentes constitucionales como Mitxel Unzueta, redactores de las ponencias como Iñigo Aguirre, Josu Bergara, Kepa Sodupe, y la mayor parte posible  de la gente que estuvo en aquella Asamblea, asi como la familia Irujo.

No sé por qué se es tan remiso en invitar a los protagonistas de esta historia de 39 años con lo que a la gente le gusta no verse solo en funerales. Y no lo digo yo solo. Lo hemos comentado Xabier Aguirre y Pilar García de Salazar, que somos los tres últimos mohicanos de aquella histórica asamblea, recordando como  tuvimos especial empeño, por indicación de Ajuriaguerra, en que Manu Robles Arangiz, Julio Jauregui, Pedro Basaldua, Doña Concha Azaola, Mikel Isasi, las viudas de Lasarte, Aguirre  y de otras personalidades tuvieran su palco de honor. Habían estado a las duras y la Asamblea les debía el reconocimiento de cuando se atisbaban las maduras. Pues no han estado. Y lo siento por ellos y por la historia del propio PNV. Decía Landaburu que el PNV era una gran familia. Pues en esta celebración ha faltado muchos familiares, mucha gente, a pesar de que se haya llenado el gran local.

Salvo ésto, todo perfecto y espero sea el del domingo motor del mismo impulso que lo fue hace 39 años. Puedo decir con orgullo que estuve allí, como burukide del BBB y he estado hoy, representando a la extraterritorial de Venezuela y depositando los dos votos en la urna.

Nosotros, y los organizadores de esta Asamblea pasaremos y los actuales pasarán, pero tiene toda la pinta que el EAJ-PNV, perdurará. Ahí está el detalle.

CUANDO A LEIZAOLA LE PEGARON EN EL CONGRESO

 

Sábado 13 de febrero de 2016

Leizaola 1936En la célebre película “Sopa de Ganso”, Rufus Firefly (Groucho Marx) es nombrado presidente de la República de Libertonia. En su toma de posesión declara solemnemente: ”No permitiré de ningún modo la corrupción….sin que yo reciba mi parte”. Acto seguido nombra como ministro de la Guerra a un vendedor callejero de cacahuetes, que casualmente trabajaba como espía para una potencia enemiga, Sylvania, y al estallar la guerra, y ante la falta de tiempo para cavar, pide que le sirvan trincheras prefabricadas. Y al general que informa de un ataque de gas en su sector le recomienda una cucharada de bicarbonato.

Sí, ya sé que es una película de Groucho Marx pero se parece mucho a la actual política española. Política que tiene una ronda de contactos con el rey de película, anatemas contra todo quisqui, un Pablo Iglesias formando un gobierno donde deja al PSOE la portería de la Moncloa, una señora que va con su nene a que le saquen fotos y un ex Lehendakari  elegido como  gran presidente  de la tercera institución española. Pues sí. Ahí le tenemos como presidente del Congreso a Don Patxi López, al que un locutor de radio llama groseramente  Patxi Nada.

Por aquí se dice que no hay nada más importante para un vasco que ser Lehendakari. Es el súmmum. No así para Don Patxi, que no se va a Madrid a arreglar la política territorial del PSOE desde su experiencia de presidente de la Comunidad Autónoma Vasca con apoyo del PP, sino a presidir un Congreso de los diputados donde pinta menos que Maximino en Haro. Ahora se dice que ya no es Maximino el que no pinta sino Don Patxi. ”Pintas menos que López en la Mesa del Congreso”. Ha habido dos votaciones y las dos las ha perdido. ¿Para eso ir a Madrid? ¿Se explica el PSE la reserva que tenemos hacia quienes su estación Termini de la política es la Villa y Corte?. Corcuera, Mugica, Almunia, Eduardo Madina, Benegas, Jauregui, Aranzadi, Redondo, Egiagaray, Gabilondo, y un largo etcétera, al parecer, su compromiso no es con su tierra, sino con la de los demás. Su patria querida se les queda pequeña y se van a la Villa del Oso y el Madroño como Rufus Firefly.

Todo ésto me ha venido a la mente al leer un apartadito de la página de Opinión de Deia que decía el 21 de enero: ”¿Sabía que una de las primeras decisiones que debe tomar Patxi López como presidente del Congreso es si mantiene o no los dos crucifijos que adornan  la pared y una mesa de su nuevo despacho?.

No sé si Don Patxi ha tomado la decisión, pero por si acaso, deseo ilustrarle sobre este asunto.

En 1931 la beligerancia política de aquel primer parlamento de la República contra la Iglesia Católica y sus órdenes religiosas fue muy intensa. Desde aquella frase de “España ha dejado de ser católica” de Manuel Azaña, pasando por la quema de iglesias y conventos, el anticatolicismo y ateísmo militante de varias de las fuerzas representadas en el Congreso, la necesidad de regular de otra manera la educación de forma no confesional, la aprobación del divorcio y el matrimonio civil, una nueva ley de órdenes religiosas para su subsistencia, el caso es que los debates sobre estos asuntos entre el ocho y el catorce de octubre de 1931 fueron muy largos, apasionados y de gran dureza. Solo en este contexto se explica el por qué la derecha navarra quiso pactar con  el Partido Nacionalista Vasco una candidatura común que había dado origen a la Minoría Vasco-Navarra. Lo dijo en Gernika, con su habitual cinismo, el Conde de Rodezno: “Cuando se va por el mar, todo el mundo navega a gusto en barco hermoso, en un trasatlántico. Pero cuando el barco hace agua, todo el mundo toma también, el barco salvavidas”. Y el barco salvavidas para unos era la Minoría Vasco Navarra y, para Indalecio Prieto, un intento intolerable “de hacer con el País Vasco y Navarra un Gibraltar reaccionario y un reducto radical en oposición a las ansias democráticas de toda España”. El famoso Gibraltar Vaticanista. Y todo a cuenta del artículo que  queríamos se aprobara en el estatuto de Estella según el cual Euzkadi, como Baviera, podría tener relaciones directas con el Vaticano.

En ese clima tanto José Antonio Aguirre, como el entonces diputado Jesús María Leizaola defendieron los criterios propios de un partido  entonces confesional como lo era el PNV, pero el clima era tan tenso que dio origen a una agresión física a Leizaola del diputado radical Ricardo Carreres, que Aguirre contó de la siguiente manera:

«Había comenzado la votación y casi todos los diputados bajaron al hemiciclo, agrupándose bajo la presidencia. Parecían un orfeón bien disciplinado. Como obedeciendo a una consigna, comenzaron a aplaudirnos en chanza. Las tribunas bien aleccionadas, les secundaron. Y, como si fuera poco, comenzaron a gritar: “¡Mueran los vascos!, ¡Mueran los católicos!”. Nosotros -me refiero a los nacionalistas- ante la provocación contestamos «¡Gora Euzkadi azkatutal» como mueras nos eran dirigidos. Crea usted que fueron bastantes. Y entonces dos o tres “jabalíes” se destacaron del orfeón y avanzaron hacia el señor Leizaola, que estaba algunos escaños más abajo que nosotros y le increparon de haber gritado «¡Muera la República», cosa absolutamente falsa, como el testimonio de los taquígrafos podía demostrar. El señor Leizaola les contestó correctamente negando el hecho, y entonces siete u ocho contrarios más, le rodearon, y uno de ellos, por detrás, sin que el señor Leizaola pudiera darse cuenta de la agresión, le dio cobardemente un puñetazo en la nuca. Yo salté de escaño en escaño para castigar al agresor. Acudieron también Basterrechea, Robles, Eguileor… Pero cuando llegamos, el agresor se había mezclado en el grupo. Algún otro diputado contrario -justo es decirlo- intervino para cortar el incidente, y así acabó todo. Mientras tanto Besteiro, debió romper dos o tres campanillas».

Como se ve, ser diputado en aquel Congreso no era precisamente una pera en dulce. Pues bien. Pasada la dictadura y habiendo regresado el 15 de diciembre de 1979 Leizaola del exilio como segundo Lehendakari, tras la muerte de Aguirre, una de esas noches de los años ochenta, el entonces Lehendakari Ardanza ofreció una conferencia en el Club Siglo XXI de Madrid a la que, entre otros muchos, acudió el Lehendakari Leizaola.

Al día siguiente le saludé en el Hotel Palace y como éste edificio se encuentra a escasos trescientos metros del Congreso le pregunté a Leizaola si desearía visitar aquella que había su casa en tiempos de la República. Me dijo que no. Sin embargo, al poco, me llamó para decirme que tenía interés en averiguar una cuestión. Y me trajo a colación aquella agresión sufrida en octubre de 1931 contándome que el presidente del Congreso, el socialista Besteiro, tras el incidente contado por Aguirre, le había llevado a su despacho y que lo que más le había impresionado de aquella jornada había sido el crucifijo de marfil que Julián Besteiro, socialista como López, tenía en aquella habitación. Leizaola quería saber tan solo si aquella cruz continuaba allí.

Presidía en aquel momento el Congreso D. Félix Pons Irazabal, diputado socialista por Mallorca que, en ese momento, no estaba en su despacho, aunque pudimos (Olabarria, Echeverria, Zubia y yo) visitar la estancia, no encontrando el citado crucifijo. Pero como la cuestión era tan peculiar y se trataba de una personalidad como Leizaola los servicios de la Cámara se pusieron a buscar el citado símbolo encontrándolo en el despacho del letrado Claro José Fernández Carnicero. Desde entonces, afortunadamente, volvió al despacho, respetándolo los socialistas Marín y Bono así como Trillo y Rudi.

Vuelvo a la historia. Al poco llegó el presidente Pons que le atendió con mucha consideración al antiguo diputado y éste le contó varios de los muchos recuerdos que tenía de su trabajo como representante por Gipuzkoa y las muchas vivencias con su compañero Aguirre. Quizás las nuevas Cortes en 1977, por las urgencias del momento, no tuvieron el reflejo de haber reunido en aquella casa a todos los supervivientes de una vida parlamentaria tan rica que se quebró tan abruptamente por lo peor que le puede ocurrir a un país: una guerra civil. Las siguientes generaciones nos hemos perdido las sabias reflexiones de aquella generación que mayoritariamente murió o vivió en el exilio.

Estoy seguro que esta historia no la conoce Patxi López y lo que es peor, le interesan un pito. Pues a mí sí. Y a mucha gente también.

En setiembre se cumplen ciento veinte años del nacimiento de aquel diputado gipuzkoano, Leizaola, al que pegaron en el Congreso. Era del PNV, llegó a ser lehendakari y su máximo honor fue haber ocupado este insigne puesto. Y no quiso más.