Parece que últimamente están muy de moda los reportajes sobre retos deportivos. Gente anónima ( o no) que prepara un reto o desafío. A mí, hay algunos que me parecen autenticas obras de arte, bien filmados, buena música…luego hay otros como el que hice yo en Tailandia que deja mucho que desear. Pero de lo que les quiero hablar hoy, es del contenido no del continente. De las historia no de la fotografía. Pido disculpas de antemano porque últimamente estoy algo ácido.
En cuanto a las historias yo veo varios tipos, todos respetables:
- El que se inventa un reto que ni le va ni le viene, solo porque puede quedar bien. Aquí incluyo a los que en una semana no conocían una prueba y la pintan como si fuera la de su vida.
- Una variación de este, es el que además le pone la etiqueta solidaria. Si lo hace de buena fe está perfecto. Si lo hacen para que le paguen los costes, es caca.
- El que tiene un sueño, lo persigue y da todo hasta conseguirlo o no.
Los dos primeros grupos, son básicamente el mismo. Son los más populares porque son los que más repercusión tienen. Famosos que van a pruebas «extremas»… O los que yo denomino: vendedores de sueños. Este tipo de gente, es aquel deportista que vive a costa de retos que para la mayoría de la gente son super-chungos y además los adorna con proezas extremas. Suelen pinchar 20.000 veces, se deshidratan, se les rompen cosas, llegan a meta siempre justo al limite del fuera de control… y todas esos percances son pruebas que Dios les ha puesto para mostrar su fortaleza. Cuando la mayoría de estos percances son motivados por la falta de entreno, desconocimiento de la prueba y del material. Todo respetable, pero no aguanto ni 2min con esto.
Y luego está el grupo que me gusta a mí. Historias que cuando todos se van a dormir busco por la red. Gente que deja todo por perseguir un sueño. A lo mejor no son sueños tan «molones» como los del primer grupo. Pero la pasión y la forma de sacrificarse, me enamoran. Normalmente la diferencia entre estos dos grupos es que los primeros siempre sacan algo y los del segundo siempre pierden algo. O lo que es lo mismo unos se sacrifican y otros se benefician. Por qué? Porque les gusta, pero les gusta de verdad. Y cuando algo te gusta, no miras el bolsillo, miras el corazón.
Hoy les traigo una historia que me encantó. Una pieza de Informe Robinson, el mejor programa de la TV. La historia de un luchador de Muay Thai español que marcha a Tailandia a perseguir su sueño. Desde cero. Reconozco que a mi si sale Tailandia y hablan de su gente, de su cultura, de su forma de ver la vida… como si el reportaje es sobre literatura griega. No me canso de recomendarlo como destino, vayan, vayan ya.
https://www.youtube.com/watch?v=InLxucH7FCUBusquen sus sueños, los suyos. No los de otros. Vivan sus vidas, no las de otros.