A casi 3 semanas (menos) para acudir a Logroño a la disputa de la Rioja Bike Race, toca ponerse serio… pero serio de verdad, no como cuando en el colegio decías que te ibas a poner a estudiar y al final siempre te pillaba el toro. Serio serio.
Lo suyo en este momento es hacerse una prueba de esfuerzo. Porque es importante saber que estás bien, porque es importante saber tus umbrales para fijar el trabajo y porque me hacía falta para sacarme la licencia de ciclista. No arrojó nada que no supiese. La verdad que no era el mejor momento quizás para hacérmelo, pero es cuando podía y cuando tocaba. Por esta razón lo único importante era el ser apto y no tener ningún problema de salud. Los datos de rendimiento hay que cogerlos con pinzas.
Respecto a los entrenos, desde la maratón me he dedicado a intentar (digo intentar) coger una base con la bici de carretera y acumular kms. Pero la verdad que el tiempo, atmosférico y cronológico, da para lo que da. Y no creo que lo haya conseguido, bueno es lo que hay. Una media de 5 días a la semana y una media de 1:50 la sesión… si eso es volumen… Falete es un peso pluma. A partir de ahora toca hacer todos los kms sobre la bici de montaña para ir adaptando el cuerpo a la nueva montura.
Poco más se puede hacer ya… entrenar lo mejor posible, tratar de afinar un poco y cruzar los dedos, que el reto se la trae. Son tres etapas de 50-60 y 80km… Así que vamos a tener que esforzarnos un poco.
Por otro lado seguimos sin correr, en las últimas 5 semanas han sido 3 días, dos bien y uno mal… no sé cómo acabará esto. No sé si correré Hiru haundiak, no sé nada… mala pinta.
Os dejo un vídeo güeno, esta vez BTT (creo que es lo que toca):