Aviso que este es uno de esos post, que uno sabe cómo empieza y no cómo acaba… Empiezo y cuando me aburra lo dejo.
Llevaba tiempo sin escribir, alguno pensará que ha pasado de moda esto de los blogs o que me he cansado. Pues ni lo uno ni lo otro… esta humilde bitácora late al ritmo del que la escribe (37 ppm en reposo, admítanme la broma) y la verdad que o no he sabido o no he podido escribir nada digo, algo que por ejemplo no les pasa a los de La Gaceta.
Deportivamente estoy preparando la maratón nocturna de Bilbao, con más pena que gloria y con ciertas dosis de ilusión, al ayudar a mi primo. La idea es correr en 3:30 en Bilbao y en 2:59 en Barcelona. Él se piensa que voy a correr la media, la gracia está en eso, ayudarle a modo de sorpresa (esperemos que le falle la conexión o que no lea esto).
Pero el motivo de salir de mi letargo no es este… no. Ayer tuve la ocasión de ver este video, les invito a que lo lean:
https://www.youtube.com/watch?v=3RIk9BYgkqIDe informe robinsón, canal+. Por cierto, con mucho el mejor programa de la TV. El mejor.
Habla de Robert Enke, aquel portero del Barça… motivo de mofa de muchos periodistas. Pero habla de más de cosas… de miedos… de inseguridades… de pedir ayuda… de saber escuchar… de intentar vivir en paz y no poder.
Robert llevó dos vidas, una pública y otra personal. Una alegre y una triste. Una eufórica y una depresiva. Perfecta la imagen de la montaña rusa de fondo en un momento del reportaje. Habla de sus miedos y de cómo no se veía capaz de afrontarlos. Muchos de ellos se tapaban por buenas actuaciones y ese «problema» parecía que se resolvía solo… pero estaba allí. Y como verán al final, con un muy trágico final.
A veces los deportistas nos creemos super hombres, pero es que muchos hombres se creen super hombres o super mujeres. Creo que en el deporte como en la vida hay que analizar lo que pasa y no huir hacia delante. Buscar ayuda y tratar de ser felices, que solo tenemos una vida. No hay super hombres.
Vaya mierda, ni ultratrails, ni triatlón, ni nada… Lo siento hay veces que el deporte y la vida van de la mano y aunque nos cueste creerlo. Este menudo portero alemán, nos debe servir como ejemplo de muchas cosas y a muchas personas. Ningún 2:30 en maratón nos va a solucionar ningún problema, lo puede tapar, pero no solucionar… y al final saldrá, porque siempre salen.
Un saludo y siento la chapa.