Royalties democráticos

Ahora que volvemos la vista con el dedo acusatorio por delante hacia la bulliciosa y muy mediterránea Grecia (de reojo a todos los PIGS) para pedirles a los helenos cuentas por lo mal que dicen los del norte-norte que han administrado los euros prestados, una mira-rasca su bolsillo y se encuentra con euros-calderilla, seguramente con un PIB menos jugoso que el del este de China y más déficit que en los tigres asiáticos y muchísimo más paro que en los campos de explotación laboral de países emergentes.

Es bien sabido que la deslocalización de grandes empresas multinacionales (y de las no tan grandes) ha sido siempre por motivos meramente pecuniarios, limitándose a la búsqueda de paraísos laborales (para el capital) con trabajadores bajo mínimos legal-laborales. Es posible que los griegos se hayan pasado en la alegre concesión de subvenciones y prestaciones sociales generosísimas.

Pero también es cierto que esto no es nuevo, sino algo sabido incluso antes de entrar en el euro cuando nadie pareció verlo ni atisbarlo. De modo que en cuanto al control, estarían ante el Lazarillo que toma de tres en tres las uvas sin queja de quienes las toman de dos en dos aunque hubieran quedado en hacerlo de una en una.

El caso es que a la cuna madre de la democracia se le apunta con la ley al pecho y se le apremia a cumplirla so pena de lesa economía-financiera y amenaza de expulsión de la corte selecta euro-europea. En el camino, las exigencias a los griegos comienzan a materializarse en rebaja de pensiones, recortes sociales, despido de funcionarios, impuestos-recargo sobre propiedades básicas, privatizaciones, venta de patrimonio público… Y no saben si aun así lograran llegar a los mínimos y evitar la quiebra, que por cierto se convertiría en todo un dominó mediterráneo.

En todo caso, es seguro que los griegos ricos tendrán su money a buen recaudo en Suiza, Seychelles o cualquier otro paraíso fiscal. De modo que si para pagar sus deudas se hace recaer todo el peso sobre los hombros de los trabajadores helenos, ya me dirán ustedes qué les va a diferenciar en cuanto a derechos laborales y sociales los explotados laborales en empresas deslocalizadas en países emergentes. Cuando las barbas de tu vecino trabajador veas pelar… Bueno, a los griegos les quedaría la posibilidad de cobrar royalties a los demás países por el concepto democracia, laboral incluida, ¿o esto está demodé?

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