Una tarta dulce y refrescante para disfrutar de un postre que nos viene fenomenal cuando preparamos una comida copiosa y llegamos al turno del bocado dulce y ya no podemos con nada más, … ¿nada más? … siempre se hace un pequeño esfuerzo para que pase el postre y con éste la verdad es que entra de maravilla. Muy fácil de preparar, lo tenemos que dejar en la nevera unas 12 horas antes de sacarlo a la mesa, luego unas hojitas verdes o estas gominolas de frutas que me parecen muy divertidas.
Ahora podéis tomar nota de los ingredientes y según tengáis puesto el delantal empezamos.
(Esta tarta la he descubierto en www.thermomixmagazine.com y desde luego ha sido un acierto. Mi agradecimiento)
INGREDIENTES: 500g de agua, 1 sobre de gelatina de limón en polvo (85g), 370 g de leche condensada, 400 g de nata (35% de grasa), 1 limón (sólo la piel rallada) y 200 g de zumo de limón.
Método tradicional
Ponemos a calentar la mitad del agua y cuando rompa a hervir, disolvemos el sobre de gelatina y removemos hasta su completa disolución sin sacar el recipiente del fuego.
Vertemos el resto del agua y seguimos removiendo.
Apagamos el fuego, aunque seguimos trabajando encima y añadimos el resto de ingredientes: la nata, la leche condensada, la ralladura y el zumo de limón.
Mezclamos todo bien, retiramos, echamos en un recipiente y al frigorífico que repose sobre 12 horas.
Luego, sólo nos queda meter la cucharilla en la ración y seguro que os va a encantar.
Método thermomix
Ponemos en el vaso 250 g de agua y calentamos durante 4 minutos a 100ª a velocidad 1.
Añadimos la gelatina y mezclamos durante 1 minuto a velocidad 3.
Incorporamos el resto del agua y mezclamos durante a 30 segundos a velocidad 3.
Agregamos la leche condensada, la nata, la piel de limón rallada y el zumo de limón y mezclamos 30 segundos a velocidad 4.
Vertimos en un molde y reservamos en el frigorífico unas 12 horas.
Desmoldamos, cortamos en porciones y servimos.
Espero que os guste