Mermelada de higos de Muskiz que no es poco, recogidos a golpe de estirar brazo y montada en una escalera que me rio yo de Pinito del Oro.
¿Que no te suena esta trapecista?… pues seguro que entonces eres muy joven, pero eso no justifica el desconocimiento de esta estrella de las alturas, reconocida en 1960 con el Oscar del trapecio.
…Pero volvamos a esta recogida heroica que nos obliga dar un destino ilustre a estos frutos pertenecientes a la familias de las moráceas, apellido éste que con sólo nombrarlo te entran unas irremediables ganas de ponerte «…ídem».
Así que como en su día preparamos la receta de higos en almíbar, hoy presentamos una mermelada de higos riquísima.
Es muy sencilla y queda deliciosa. Ñam! ñam! ñam!!! …, que ganas de arrancarme con una cucharilla loca.
Si os apetece, empezamos.
Los higos, … limpios, … luego como siempre el delantal perfectamente atrincherado y ahora sí, es el momento de preparar este néctar en nuestros fogones.
INGREDIENTES: 1 kg de higos, 300 gr de azúcar moreno, 100 gr de azúcar blanco, 1/2 limón en zumo y 1/2 cucharadita de canela molida.
ELABORACION:
Método tradicional:
Limpiamos los higos y los incorporamos a una olla junto con el azúcar moreno y el azúcar blanco.
Removemos y dejamos unas 12 horas para que se vaya macerando.
Guardamos en la nevera.
Colocamos la olla que tenemos reservada al fuego y añadimos el zumo de limón.
Cocinamos durante unos 50 minutos removiendo continuamente para que los higos no se nos peguen en el fondo.
Retiramos del fuego y en caliente echamos la mermelada a los frascos para guardar.
Cerramos y dejamos los envases boca abajo hasta que se enfríen.
Luego los guardamos en el frigorífico.
Método thermomix:
Limpiamos los higos, retiramos los rabitos y los cortamos en cuatro trozos para incorporarlos al vaso de la Thermomix.
Añadimos el azúcar moreno, el azúcar blanco, el zumo de limón y la canela.
Trituramos durante 30 segundos a velocidad progresiva 5-7 y 10.
Seguido programamos 25 minutos a temperatura varoma y velocidad 3, sin el cubilete.
(Podemos colocar el cestillo sobre la tapa para evitar salpicaduras).
Retiramos y en caliente echamos la mermelada a los frascos para guardar.
Cerramos y dejamos los envases boca abajo hasta que se enfríen.
Luego los guardamos en el frigorífico.
Y ahora llega lo mejor, en una tostada, acompañando un queso fresco o un queso curado, con mantequilla, … sencillamente exquisito.
Seguro que os gusta.
