Oreja con salsa de tomate y pimientos. Si el refrán que dice: «de lo que se come se cría», fuese cierto, estamos ante un plato que además de estar muy sabroso nos va a fortalecer el oído y notaréis que cuando preguntéis eso de «… ¿quien quiere más?, os escucharán a la primera y ya podéis ir preparando una ración bien grande porque con esta receta lo normal va a ser repetir. Por mi experiencia los beneficios para el oído son sólo temporales y según acabamos con los postres y preguntas «…¿quién va a levantar la mesa?, enseguida detectas que todo el mundo está un poco teniente.
Sin embargo este platito está tan rico que yo lo sigo intentando, … esa es la actitud, ¡digo yo!, así que si os apetece os espero a que empecéis a preparar los ingredientes, p0r supuesto con el delantal puesto y empezamos. INGREDIENTES (para 4 personas): 4 orejas de cerdo, 2 hojas de laurel, sal, pimienta y agua.
Para la salsa: 400 g de tomate, 1 bote de pimientos, 2 cebollas, 1 diente de ajo, 1 rebanada de pan, 1 cayena, aceite, sal y pimienta.
Opcional: perejil fresco picado para espolvorear.
Cocemos las orejas:
Se lavan bien las orejas y se ponen a cocer en la olla a presión cubiertas de agua con todos los ingredientes, aproximadamente unos 40 minutos.
Sacamos, colamos y esperamos unos minutos para que se enfríen.
Cortamos en trozos y los vamos colocando en la cazuela. Reservamos.
Preparamos la salsa:
Ponemos a pochar la cebolla bien picada con un chorrete de aceite en la sartén a temperatura baja.
En unos 10 minutos que estará ya blandita incorporamos los pimientos rojos y seguido los tomate limpios y cortados en cuartos.
Rehogamos, sazonamos e incorporamos también la pimienta y la cayena siguiendo con la temperatura baja.
Dejamos durante unos 40 minutos en los que seguiremos removiendo.
Sacamos, rectificamos y pasamos por la batidora.
Incorporamos la salsa a la cazuela donde tenemos la oreja.
Ponemos a fuego medio unos 3 minutos. Apagamos y dejamos reposar unas horitas.
Bien sabemos que toda receta con salsa gana mucho con estas pequeñas esperas, es duro lo sé, según ves esta orejilla en la cazuela entran unas ganas de coger un trozo de pan y entrar a …matar, pero bueno, el sacrificio tiene su recompensa. Salud.
Opcional: Cuando emplatamos espolvoreamos perejil picado.