En estas fiestas navideñas un invitado recurrente en nuestra mesa es la coliflor. En casa siempre ha sido fuente de conflictos porque aunque así lo manda la tradición a la mayoría no nos apetecía mucho. Este año la hemos dado una vuelta a esta verdura que siempre nos recuerda a un jardín y la verdad es que creo que hemos acertado. Cortada en ramitos y espolvoreada con pimentón, pimienta, comino, … y de cabeza al horno. Deliciosa. Ha sido todo un éxito. En el último momento hemos incorporado unos frutos secos y cuando ha llegado a la mesa olía de vicio. Merece la pena. Antes de emplatar, un toque de perejil. Rico y sano, muy interesante en estas fechas y por cierto de aspecto precioso.
Estoy ya con el delantal puesto, animaos y a limpiar la coliflor, en un minuto empezamos.
INGREDIENTES:
1 Coliflor grande
3 dientes de Ajo
1 cucharada de Pimentón dulce
1 cucharadita de Comino molido
Pimienta negra
Sal Gruesa
4 cucharadas de aceite de Oliva extra
2 cucharadas de frutos secos (nueces y pipas)
Perejil picado
ELABORACION:
Lavamos la coliflor y cortamos en ramilletes pequeños y colocamos en un recipiente.
Laminamos los ajos y añadimos.
Echamos la mitad del aceite de oliva y salpimentamos ligeramente.
Añadimos el pimentón dulce y el comino. Revolvemos bien todo para que se impregne bien.
Horneamos en la parte alta del horno con el gratinador encendido durante unos 10 minutos, a 200º.
Removemos bien y rectificamos si fuera necesario.
Volvemos a hornear durante unos 20 minutos más, hasta que la coliflor esté bien tostada.
Incorporamos los frutos secos, mezclamos bien y de nuevo al horno de 5 a 10 minutos, a 120º dependiendo como nos guste la textura.
Sacamos, espolvoreamos perejil picado y a comer.
On e gin, por supuesto.