Sopa de zanahoria, jengibre y curry

Sopa de zanahoria, jengibre y curry deiaPropongo unas sopitas prácticamente instantáneas que os pueden dar mucho juego.
Me he preparado con ellas un caldo de zanahoria, jengibre y curry que al mediodía me dejan un buen sabor de boca cuando toca la hora del almuerzo.
He incorporado a la sopa un par de salchichas de polo fileteadas y un huevo cocido rallado para darle un poco calado a la cuchara y a disfrutar del día.
Mañana tocará la de tomate con tomillo y luego quedan las de brócoli y col ó espinacas, limón y menta.
Estas infusiones son muy versátiles y se pueden tomar solas o como fondo para guisos o simplemente como tisanas.
Aquí como somos adictas al «sopeo» animo a disfrutarlas en un caldo.
A la de tomate y tomillo, la he rallado queso y con unos daditos de pan frito estaba deliciosa …, y a la de brócoli y col unas tiras de fiambre de york ó … cada cocinilla con su «libretilla».
El producto es de alveus-tea y a mí me las han descubierto en Tea Time Getxo y si os acercáis o entráis en su blog seguro que podéis coger más información.
El delantal preparado, vamos a disfrutar nuestra dosis sopera.
Empezamos.
Sopa de zanahoria, jengibre y curryINGREDIENTES:  2 cucharaditas de Veggie Tea (sabor zanahoria, jengibre y curry), 2 tazas de agua, 2 salchichas de pavo o pollo, 1 huevo cocido, sal, pimienta y perejil fresco.

ELABORACION:
sopa de zanahoria, jengibre y curry 1_Fotor Cocemos el huevo, quitamos la cáscara y reservamos.
Freímos las salchichas (o las preparamos a la plancha), sacamos, cortamos en rodajas y reservamos.
En un cazo ponemos el agua a calentar y cuando rompa a hervir echamos dos cucharadas de Veggie Tea, bajamos la temperatura y dejamos unos 10 minutos.
Incorporamos las salchichas, salpimentamos y apagamos.
Rallamos el huevo, servimos en las tazas y espolvoreamos con un toque de perejil recién cortado.
Sana, diferente y apetitosa.
Sopa de tomate y tomillo 1 Sopa de tomate y tomillo_Fotor Sopa de tomate y tomillo 2_Fotor

Ensalada templada de higos y ciruelas con roquefort

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Llegando ya a mitad de semana, siempre es de agradecer un pequeño empujoncito que nos ayude en el sprint final. Si como es el caso asumo tal responsabilidad, entiendo que nadie se va a sorprender si el gesto de ánimo surge desde mis fogones y a ello me pongo, así que por favor a partir de aquí leer con atención.
Propongo una ensalada extraordinaria, con unos protagonistas exquisitos, preciosa de color y además templada. Necesitamos para que la propuesta nos quede perfecta tener unos hielos preparados para cubrir los brotes tiernos y que nos queden tiesos (siempre anima), con un color intenso y frescos, … y luego a las ciruela las retiramos el güito y cortamos en rodajas, freímos en la sartén con un chorrillo de aceite y el almíbar de los higos. Además en este plato se pasean otros actores principales y cuando llegue el momento de reunir a todos en torno a la ensaladera,  garantizo que van a conseguir que todos los comensales «sufran» un subidón.
Llega el momento de colocarse el delantal y situar sobre el fogón a todos los actores de reparto, a modo de claqueta damos con el cazo un golpe seco y seguido empezamos.

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Ingredientes principales

INGREDIENTES (ensalada para 3 personas):
200 gr de brotes tiernos
4 higos en almíbar
2 ciruelas
100 gr queso roquefort
60 gr queso emmental
100 gr. tacos de jamón ibérico
9 nueces
60 gr piñones
1 chorrete de aceite
1 toque de crema de vinagre balsámico
1 chorro de almíbar
hielo

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Brotes tiernos, ciruelas y higos en almíbar
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Nueces, piñones y tacos de jamón ibérico

ELABORACION
Limpiamos los brotes y en una ensaladera les dejamos con un poco de agua y cubiertos de hielo hasta que sea el momento de emplatar.
Limpiamos las ciruelas, las cortamos por la mitad y sacamos el güito y seguido las cortamos.
Colocamos la sartén a fuego alto con un chorrete de aceite y echamos las ciruelas.
Bajamos  el fuego a temperatura media y vertemos cuatro cucharadas soperas del almíbar de los higos.
Revolvemos continuamente para que se frían bien  y echamos las nueces.
Controlamos la salsilla y si vemos que reduce mucho, echamos más almíbar.
Cuando las ciruelas estén hechas, sacamos y reservamos.
Sacamos la salsa y la mezclamos en un frasco de cristal con un chorrete  de crema de vinagre balsámico y aceite.
Agitamos bien fuerte para que emulsione la salsa.
Tostamos los piñones en una sartén con un a pizca de aceite y cuando estén retiramos.

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Freímos las ciruelas y las nueces en aceite con la salsa de almíbar

Emplatamos:
Sacamos los brotes, escurrimos bien y preparamos un lecho con ellos en el plato.
Seguido cortamos los higos en almíbar por la mitad y colocamos sobre los brotes.
Ahora toca el turno a las ciruelas con las nueces.
Luego salteamos unos taquitos de queso emmental y de jamón ibérico.
Un chorrete de la salsa que tenemos emulsionada en el frasco y por último, el queso roquefort y una lluvia de piñones.
Empezamos a comer.   ¡Chist!; ¡chiss!; ¡chsss!….  no se habla hasta que aparezca el «THE END».

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Ensalada templada de higos y ciruelas con roquefort