¡Qué des-facha-tez!

El 8 de marzo se nos ha atragantó el desayuno con muchas malas noticias para las Mujeres. De unas semanas para acá, el tema sin duda, está calentito. Revisemos.

Hace unos días los santos e infalibles miembros, ya que son mayoría aplastantes de hombres, de la real academia de la lengua (sí, con minúsculas, porque en estos momentos no se merece mi respeto), tienen la des-facha-tez de promulgar, sin ningún tipo de pudor, que las propuestas para adoptar un lenguaje inclusivo con respecto al género, conculcan aspectos gramaticales o léxicos firmemente asentados. Sí claro, asentado está todo lo que ellos quieren que esté. Díganme sino, porqué se niegan insistentemente en no incluir dentro de la definición de matrimonio, que éste puede ser entre personas de un mismo sexo, o porqué también se niegan a admitir como definición del término género, no como sexo, sino como comportamiento y expectativas asociadas a un sexo, cuando ya hay leyes promulgadas que apuestan por la Igualdad de género como algo admitido y normalizado. Es evidente que todo lo que tiene que ver con la Igualdad tiene una resistencia atroz. Parece que sólo las personas que defendemos un uso no sexista del lenguaje estropeamos la lengua y sin embargo, utilizar el masculino indiscriminadamente es siempre correcto. Lo que se me ocurre pensar es que estos “sabios” con su corta visión, no alcanzan a ver la pertinencia de la transformación de la lengua para que sea menos androcéntrica ya que la sociedad en la que vivimos sigue siendo patriarcal, y el lenguaje es reflejo de ello.

La otra grata noticia es la del flamante Ministro de Justicia, al que el cargo le ha debido insuflar de repente el poder de creerse el salvador de las mujeres y el guía divino de lo que éstas tienen que hacer, que en el fondo es lo que más le gusta a la derecha y no cejan en su empeño de intentarlo. Así, Ruíz Gallardón ha tenido de nuevo la des-facha-tez con respecto a la Ley del aborto aprobada democráticamente en la anterior legislatura, de promulgar que con su intención de cargársela, no tiene intención de recortar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres tal y cómo se le está reprochando desde diferente colectivos, sino que (y presten atención, por favor) además de no recortarlos va a aumentar la protección del derecho reproductivo «por excelencia» de la mujer, que es, a su juicio, el de la maternidad. Que sí señor Gallardón, usted, su homóloga Esperanza Aguirre que dice que el aborto «no es un derecho, es un fracaso de la mujer en todos los supuestos», y el resto de sus secuaces “peperos”, de nuevo no se enteran de que si ya es nuestro derecho, nosotras y no ustedes, sabemos y queremos decidir cómo hacer uso de él. Ni usted ni nadie, nos lo tiene que decir. Qué empeño por “legislar” lo que las mujeres tenemos que hacer. Como si fuésemos tontas o incapaces, que en el fondo es lo que deben pensar.

Así que aunque nos lo quieran amargar, hoy es un día cuyo fin más importante es visibilizar las desigualdades existentes entre Mujeres y Hombres y también para felicitarnos por todo lo conseguido. Por mucho que les pese, por mucho que no les guste, por mucho que quieran “mangonear” nuestras vidas sin querer enterarse de que ya no hay marcha atrás y que por mucha des-facha-tez que muestren no vamos a parar. Agridulce celebración sí, pero lo celebramos. Vaya que sí!