Chupa y calla!

Comienza con el verano el festival sangriento de asesinatos machistas: que cuatro mujeres hayan sido asesinadas en 3 días solo pone en evidencia el nivel de tolerancia que esta sociedad tiene con la No puedo dejar de preguntarme qué pasaría si este nivel de crímenes hubiera sido cometido contra los hombres. Nunca lo sabremos porque nunca se permitiría que ocurriese.

Mientras, 27 mujeres han sido asesinadas este año, y también dos menores,  porque si hay que llevarse todo por delante, los asesinos lo hacen. Lo que ocurre es que muy a menudo se olvidan de que ellos son los primeros que si quieren pueden acabar con su vida, la suya propia. Se les olvida tanto, que primero arremeten contra las mujeres, porque son suyas, porque son unas putas, porque han decidido ser las dueñas de sus vidas, porque les han denunciado o porque han tenido el coraje de decirles que ya no les aguantan más… y luego, si eso, se quitan ellos la vida de pura cobardía.

Estos datos son más que alarmantes y no sé, tal y como decía en mi post de hace unos días, cómo no nos hemos echado a las calles… Este sistema patriarcal tolera hasta tal punto los asesinatos machistas que nos tiene adormecidas en un punto en el que ya corre peligro de normalizarse: llegan las fiestas y «estas cosas» pasan. Y eso asusta… ¡y mucho!

Y así con el verano se abre la veda (más si cabe) de las agresiones, de las violaciones, de los tocamientos, de la invasión de los espacios, y ya ven que más que a menudo, de los asesinatos. Ojalá se parara el reloj pero me temo que no va a ser así. O lo peleamos en las calles y en las instituciones o la lista negra seguirá creciendo.

Mientras, no se preocupen que siempre hay con lo que divertirse. Como las Manadas con las violaciones (ya no sólo en Sanfermines) o los asquerosos toca culos y toca tetas; o los indeseables sinvergüenzas que te sueltan una hostia a la mínima de cambio, y ¿cómo no? ese clásico del verano que son las txapas que luce la peña haciendo gala de lo graciosos que son, con lemas como «Chupa y calla», «Aquí mandan mis huevos», «Tu culo será mío», «Tú sigue leyendo mientras yo te miro las tetas» o «Llevo la bragueta abierta». Toda una sinfonía de machistadas que se siguen comercializando y comprando a pesar de que están prohibidas. Sí, seguro que a ellos les hace gracia, aunque no tiene ni la más mínima;  primero porque son repugnantes y nos ofenden a todas las mujeres y segundo porque para mí, quienes llevan esas txapas son agresores en potencia.

Llega el verano, y llegan las fiestas y los festivales pero con un lema muy, muy claro: #NoEsNO #EzBetiDaEZ. Habrá que tatuárselo a muchos en el cerebro.

Txupinazo Morado

Hoy de nuevo se reproduce el ritual que dará comienzo a los Sanfermines. Será como todos los años pero con una brutal diferencia: desde hace dos, Pamplona ya no es igual el 7 de julio. Una salvaje violación colectiva a una mujer en plenas fiestas, cambiaron para siempre no sólo el devenir anual de las mismas, sino que también significó el inicio de una movilización ciudadana que continúa a día de hoy. Las mujeres salieron a la calle contra La Manada, cinco sinvergüenzas violadores y agresores que se dedicaban a estos menesteres cuando iban de fiesta. Parece que presuntamente también habían realizado su gran hazaña criminal y machirula en Pozoblanco (Córdoba) contra otra mujer sólo dos meses antes que en Iruña. Al fin y al cabo, como declaró uno de ellos a la jueza “fue una noche más”. Noches en las que violar, obligar a felaciones y golpear a las mujeres parece ser que es lo que más “les pone”.

Estos dos asuntos están todavía dirimiéndose en los juzgados. Vean, más de dos años con el agravante en este caso de que estos cinco elementos están en la calle campando a sus anchas y las mujeres tenemos que soportar ver en los medios de comunicación su soberbia, sus risas, sus ademanes; en definitiva la impunidad con la que se mueven sin un mínimo de vergüenza que es lo que todas esperamos ante los graves hechos acontecidos. Uno de ellos, encima se ha hecho el listo y quiso conseguir un pasaporte.  Un escándalo pero miren, sigue en la calle. Luego, hablen mal de las mujeres que no denuncian. Hagan caer sobre ellas la responsabilidad de los hechos que ellas mismas han sufrido en vez de culpar y señalar a los agresores. En definitiva, no es otra cosa que el patriarcado sobre nuestras espaldas, el patriarcado que arrasa nuestras vidas y nuestra dignidad, el patriarcado que nos dice cómo sentir, qué decir y qué hacer, sólo por una razón: por ser mujeres.

Así que esperen unos Sanfermines combativos y por ende el resto de fiestas, no sólo en Euskadi, espero que en todo el estado español. De negro, de blanco, con capuchas, con antorchas, con manos rojas, con pañuelos violetas con lo que haga falta para salir a las calles. Para recordar y no olvidar porque lo que más deseo sin duda alguna es que no haya ni una agresión más en ninguna fiesta, en ninguna calle, en ningún sitio. Ni toca tetas ni toca culos, ni insultos, ni violaciones y por supuesto ningún asesinato. Ya son 23 mujeres y una menor las que han perdido la vida a manos de sus asesinos machistas. Y son más de 150.000 las agresiones machistas sufridas por mujeres anualmente.

¿Me preguntan si hay que salir a la calle? Lo que no sé es como no lo hacemos más: sin miedo, pero combativas, sin alertar pero siempre alertas, porque aunque nos lo nieguen, la razón está de nuestro lado y el miedo ha cambiado de bando. #GoraBorrokaFeminista

#ErasorikEZerantzunikGabe #NiUnaAgresiónSinRespuesta

25N: Y al día siguiente ¿qué?

Mil mujeres en los últimos diez años. Una violación cada siete horas… 45 son las mujeres asesinadas por violencia machista en el estado español. Sin embargo, las cifras oficiales dejan la cifra en 40 ya que solo registran las que han sido asesinadas por su pareja o expareja. Esta estadística deja fuera de la cifra total a los ocho casos que están en investigación, con lo que si se confirmara que son realmente asesinatos machistas, la cifra subiría hasta 48 a fecha 25 de Noviembre, Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres/ Emakumeen kontrako indarkeriaren aurkako Nazioarteko Eguna.

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Tampoco quiero omitir una cifra aterradora: 25 menores de dieciocho años han quedado en situación de orfandad por causa de la violencia machista. Una cifra que pocas veces se visibiliza quedando en los informes como un dato más que parece no tener importancia. Todo un horror que en su conjunto debiera provocar vergüenza a cualquier país civilizado en pleno siglo XXI.

Dedicar un día del calendario a la visibilización de la Violencia Machista es algo necesario sin duda. Todos los medios de comunicación dedican páginas y minutos sobre el tema. Muchos testimonios, algunas cifras y condenas a mansalva pero desde luego, pocas preguntas necesarias a modo de crítica sobre la cuestión central que sin duda es cuestionar si se están haciendo bien las cosas porque las cifras siguen creciendo. Poca autocrítica y una carencia total de propuestas de soluciones para que no se produzca ni un asesinato más.  Por ello, un día al año no es suficiente: tenemos que estar alertas todos los días y a todas horas. Y toda esa visibilización que se produce el 25N, debiera replicarse día a día.

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Y es que además, debe ser un día también para el rechazo y la reivindicación sobre una cuestión que sin duda es central: la de los recursos que se utilizan para la prevención de esta lacra y sin duda para denunciar los recortes que en esta materia se dan. He dicho en reiteradas ocasiones que las mujeres deben ser tratadas como lo que son, personas independientes y dueñas de su libertad y que por lo tanto, la violencia machista debe ser abordada desde esta perspectiva y no desde la de únicamente hacerse cargo de las mujeres cuando ya la han sufrido, lo que nos pone en un situación de eternas víctimas. Aunque sin duda necesario, la solución no pasa sólo por órdenes de alejamiento (por cierto, a menudo inefectivas) ni pulseras a los asesinos y agresores. Pasa por medidas estructurales que tengan como objetivo transformar el sistema patriarcal que nos domina.

Esto no es fácil lo sé, y no lo es porque sobre todo requiere de una apuesta fehaciente para dotar de recursos y medidas a la lucha por la Igualdad. No valen sólo palabras y no vale el politiqueo, porque  si de verdad importase la vida de las mujeres, esto debiera abordarse sin más dilación por parte de los poderes públicos.

NO a la ViolenciaMachista

Las feministas siempre hemos afirmado sin pelos en el lengua que la Violencia Machista es una #CuestióndeEstado y cuando lo hacíamos nos decían que nos estábamos saliendo del tiesto. El pasado 15 de Noviembre, quizás por la cercanía del 25N, el Congreso dio el primer paso, de forma unánime, para crear un Pacto de Estado contra la Violencia Machista. Sin duda, un gran paso que corre el riesgo de quedarse en papel mojado si no se ponen los medios suficientes para que ni una mujer más, ni una sola, sea asesinada, violada, agredida o discriminada. Me queda la duda de si la próxima noticia al respecto la tendremos el próximo 25 de Noviembre. Sería vergonzoso ¿no creen?

«Pollas violadoras, a la licuadora»

Ayer, en la multitudinaria Marcha contra las Violencias Machistas celebrada en Madrid, esta era una de las consignas junto con: «No son muertes, son asesinatos», «Si tocan a una nos tocan a todas», » El machismo es terrorismo», entre otras muchas que conformaron la banda sonora del #7NFeminista. Es verdad que algunas consignas suenan fuertes, incluso no del gusto de todas. Yo prefiero consignas más constructivas, pero no se me ocurre ni de lejos enjuiciar a las que las gritan. Si yo fuera una mujer violada o sujeto de un intento de la misma, es posible que las gritara hasta quedarme afónica. Son consignas reivindicativas llenas de hartazgo, y con el firme propósito de llamar la atención para de una vez por todas, acabar con la violencia machista.

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7 de Noviembre de 2015, una fecha que pasará a la historia del movimiento feminista, sí, del movimiento feminista porque aunque no lo parezca, fue dicho movimiento quien lo había organizado. Miles de mujeres abarrotamos las arterias centrales de Madrid, para que los violadores, los agresores, los asesinos, los maltratadores sientan en sus cuellos el aliento del rechazo; para demostrar que la sociedad los condena y los abomina. Sencillamente porque nos dan asco, mucho asco.

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Pero la noticia no ha sido portada en los medios, algunas fotos sí, pero apenas alusión a ese triunfo de organización y poder de convocatoria de 400 asociaciones feministas. Apenas titulares. Cuesta mucho reconocer un triunfo del Feminismo y desde luego, si se puede minimizar y reducir a su mínima expresión, pues aqui paz y después gloria… dejemos a esas locas que se «desfoguen» un día en la calle gritando lo que quieran, y a otra cosa mariposa.

NO he visto ni un solo artículo de opinión llamando a la reflexión, y mucho menos a la acción política. ¿Realmente esto le importa a alguien? ¿Tomaron nota los partidos políticos que estuvieron allí? Me temo que no, pero lo que sí presenciamos fue cómo los medios dieron como protagonistas a lOs dirigentes de los partidos, cuando se tenían que haber hecho eco de las organizaciones feministas. Creo sinceramente que hubiera sido un gesto de altura política que ellos mismos dieran un paso atrás y hubieran dejado los micrófonos a las mujeres feministas que llevan varios meses organizando la Marcha.

Esta actitud es muchas veces criticada, porque hay quien quiere entender que con ello las mujeres feministas no creemos que los hombres son parte de esta lucha. Lo son, por supuesto, pero no  los protagonistas. Ni Pedro, ni Pablo, ni Juan… En estos actos el protagonismo es de las mujeres. Entender lo contrario es contribuir al patriarcado que se resiste fuertemente  a dejar el espacio que nos corresponde. Incluso en este tema. En los actos de repulsa y condena a la violencia machista son ellas las que tienen que adquirir visibilidad. Los hombres tienen muchos espacios para demostrar que están en contra del machismo y deben hacerlo día a día, y más si cabe, si son representantes políticos. Y ya de paso, si les ponen un micrófono delante que sea para decir exactamente qué van a hacer para erradicar esta lacra, y no sólo condenarla y chupar cámara. Son responsables.

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Sin políticas feministas dirigidas por mujeres feministas dificilmente se va a luchar contra el machismo. Sé que es duro, pero es el inicio de reconocer de una vez por todas que ellos tienen los privilegios y que han de empezar a dejar de tenerlos para conseguir la necesaria transformación social que acabará con la discriminación de género y la violencia machista. No en vano, más de 800 mujeres han sido asesinadas desde 2003, superando el número de muertes por terrorismo en casi treinta años…

Creo que se puede decir más alto pero no más claro y para ello, comparto un video de El Tornillo sobre los hombres feministas del que quiero resaltar un mensaje: «Tenéis que ser compañeros en la lucha: mateneos en la retaguardia y, sobre todo, no nos digáis cómo tenemos que hacer las cosas«. Quien quiera comprometerse de verdad con esta causa, que reflexione al respecto. Son sólo 3 minutos.

Las fotos son de David de Ecuador Etxea.

¡Nos están matando!

La Violencia de Género es la mayor causa de muerte entre las mujeres de 15 a 44 años en el mundo. Por encima del cáncer, enfermedades del corazón, la malaria y las guerras… Son datos que aporta  el Fondo de Desarrollo de Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM). Vuelvan a leer por favor esa frase porque no, no han leído mal: la mayor causa. Y detrás de cada una de esas mujeres asesinadas no hay un número estadístico, hay un asesino: es decir,  #NosEstánMatando a la vista de todo el mundo y ante la impasividad de todos aquellos que siguen creyendo que esto es un asunto de unos pocos que simplemente “pierden la cabeza”. Si entre 2003 y lo que llevamos de año, 800 mujeres han sido asesinadas por la violencia machista en el Estado español, quiere decir que hay 800 asesinos con nombres y apellidos. Esto, tal y como decía en mi anterior post, Mujeres asesinadas: Crónica anunciada, sólo contando las estadísticas oficiales, es decir aquellos asesinatos que se han producido por parejas o expareja… se quedan en la «cuneta de la historia» todas las demás… Invisibilizadas!

Violencia dominó

Estas brutales cifras de asesinatos, no dejan indemnes a las mujeres. La violencia machista es uno de las peores manifestaciones del sistema patriarcal en el que vivimos. Uno de los objetivos del mismo es asegurar que las mujeres se sometan a la autoridad masculina y no abandonen ni por un sólo segundo los roles que les han sido adjudicados, perpetuando así el propio patriarcado. Una de las formas más claras en las que esto se materializa es a través de la violencia machista: sirve para poner orden y sobre todo para tener aterrorizadas a las mujeres. Y no es teoría. Hemos aprendido desde bien pequeñas todo aquello de lo que tenemos que tener cuidado. A nosotras las niñas, luego mujeres, se nos dice todo el tiempo las precauciones  que debemos tomar durante toda nuestra vida: «no vayas con desconocidos, no andes por calles oscuras, no vistas de forma provocativa, no tomes nada que te ofrezcan…» En todos estos avisos, que se graban de forma indeleble y permanente en nuestro cerebro y que condiciona nuestra libertad desde la raíz, hay un único objetivo: que nos comportemos como los hombres y la sociedad espera de nosotras.

De esta forma, la violencia machista materializada en agresiones, insultos, violaciones, menosprecios y asesinatos, actúa como coercitivo absolutamente eficaz que pretende, como siempre ha sido, dejarnos en casa atadas a la pata de la cama y parece que si es con una de nuestras «patas» quebrada, mejor…

No exagero. Hay muchos ejemplos que nos rodean de mujeres que tienen miedo: adolescentes que no se atreven a ir solas a casa, jóvenes que tienen que ir acompañadas a casa de su exnovio, mujeres que cuando sin esperarlo se encuentran solas en una estación, como me decía el otro día una amiga, de repente sienten miedo. Mujeres que como yo viajan solas, y que aunque nunca hemos tenido miedo, últimamente te asalta el temor de «igual me pasa algo», y reconoces que el miedo que está siendo provocado por los últimos asesinatos y agresiones sexuales cotidianas, conecta instantaneamente con todo eso que te dijeron desde niña y que de mayor te hace temer por tu vida.

Es el efecto que sin duda está causando este verano sangriento y este año lleno de asesinatos brutales premeditados, y que nos está dejando el corazón encogido y la posibilidad de ejercer nuestra libertad individual a la altura del barro. Es esa tolerancia social y política, esa hipocresía mediática, esa apatía de no querer poner freno a todo esto con todas las consecuencias, es ese menosprecio a la vida de las mujeres y niñas recortando presupuestos que incidan en la educación igualitaria y en la lucha preventiva contra la violencia machista y son sobre todo, esas pocas agallas para que se lleven a cabo políticas efectivas que acaben de una vez por todas con esta lacra, lo que sigue permitiendo que las mujeres cada vez seamos más vulnerables y que algunos hombres sigan creyendo que somos de su propiedad, escenificándolo de mil maneras diferentes.


Violence Love

Mientras, mucha denuncia en los medios, mucha palabrería (ya veremos cuando llegue el invierno) pero ni una sola acción que frene de una vez por todas esta «pandemia mundial» que tiñe de sangre cada minuto de nuestras vidas. Observen: según el INE, las víctimas de Violencia de Género menores de 18 años aumentaron en 2014 un 15,4% respecto al año anterior… ¿No es hora ya de hacer algo efectivo y contundente? Esto es una llamada a las mujeres para que luchemos contra el miedo que nos imponen, pero también a instituciones políticas y medios de comunicación para que eduquen, informen y transmitan valores que nos hagan ser más libres y menos vulnerables. Y sobre todo, para que dejen de matarnos.

#NosEstánMatando