La Manada campando por las calles…

Este artículo va cargado de rabia, de mucha rabia. La puesta en libertad provisional de los cinco violadores (que no abusadores sexuales) es absolutamente inaceptable, vergonzosa e intolerable para las feministas de este país y quiero pensar que también para todas las mujeres, sean feministas o no.

Hay muchos argumentos jurídicos al respecto y los medios de comunicación están a rebosar hablando de los mismos; pero si tengo que hacer una valoración política aparte de lo expresado en el párrafo anterior, solo puedo decir que es necesario que las leyes se adapten de una vez por todas a lo que desde hace ya muchos años (quizás siglos) llevamos reclamando las mujeres, sobre todo a partir de los últimos acontecimientos como son las movilizaciones del pasado 8 de marzo y todas aquellas que masivamente se produjeron con la violación de estos cinco indeseables machirulos a una mujer en los Sanfermines de hace dos años.

Hoy el movimiento feminista ha salido espontáneamente a la calle y en Bilbao cientos de mujeres hemos gritado NO a esta justicia patriarcal que no está a la altura de lo que las mujeres están demandando porque además de no protegerlas del machismo, las criminaliza y las convierte en víctimas.

No tengo más remedio que acatar esta decisión judicial pero no la respeto. Hay muchas personas en prisión preventiva a las que no se las concede la libertad provisional y sobre todo, es difícil entenderlo con unas condenas de 9 años (por cierto ínfimas y que deseo que al no ser firmes aumenten considerablemente). Porque  estos indeseables que se han jactado por activa y por pasiva de su violación brutal a una mujer, que lo han negado y que ni mucho menos se han arrepentido (aunque a mí esto sinceramente me da igual) estarán en la calle en horas por el módico precio de 6.000 euros cada uno. No podrán entrar en Madrid porque allí vive la mujer violada pero igual se los encuentran de nuevo campando a sus anchas por los Sanfermines este año. Hay quien dice que eso no puede volver a ocurrir, yo permítanme, no pongo la mano en el fuego por nadie que haya sido capaz de destruir la vida de una mujer sin importarle un bledo a golpe de calentón de la entrepierna.

Y es que entre machitos anda el juego: hoy mientras el abogado de la mujer declaraba que «la puesta en libertad le parecía un circo mediático», el abogado de los violadores decía que «estaba muy contento porque son inocentes y que no había que hacer caso a las algaradas de histéricas que estaban dándose en las calles».

En las calles es por donde estos tipos van a caminar libremente, cuándo y cómo quieran mientras miles de mujeres no pueden hacer lo mismo porque sus vidas y dignidad están en peligro. Es lo que tiene la justicia machista. Es lo que tiene ser mujer. Es lo que tiene que no se apliquen políticas feministas desde ya en todos los estamentos gubernamentales. Y en la Justicia si cabe más, y de forma urgente.

Así que mañana 22 de junio nosotras sí que vamos a estar en las calles, porque créanlo: #ManadaSomosNosotras #ErasorikEZerantzunikGabe

 

 

Vaginal, anal y oral… ¿violación?

Muy, muy vergonzosa ha sido la condena de la justicia patriarcal a los cinco componentes de la manada que violaron a una mujer en los Sanfermines en 2016. Miren, según se lee en la sentencia, «la denunciante fue penetrada bucalmente por todos los procesados. Vaginalmente por dos de ellos (uno de ellos en dos ocasiones), otro la penetró por via anal. Dos de ellos llegaron a eyacular y ninguno utilizó preservativo».

¿Violación?, sin duda. ¿Abuso? eso piensan los magistrados.

Y ¿cuál es la diferencia entre Violación y Abuso Sexual? ambas están tipificadas como: «acceder al cuerpo de otra persona para una actividad explicitamente sexual»;  ambas son sin consentimiento. La diferencia está en que la violación conlleva la violencia o intimidación y el abuso sexual no.

Díganme después de oir el relato de la mujer violada, de ver los videos grabados con el móvil (claro, así era más divertido) y con el extracto de la sentencia que acaban de leer, si alguien puede tener dudas sobre lo que estamos hablando. Díganme si una mujer rodeada de cinco penes, porque es lo que eran, y penetrada vaginal, anal y oralmente ha sido o no ha sido violada.

Sí, los magistrados de la Audiencia de Navarra los cuales han decidido que no hubo violencia, incluso uno de ellos se ha atrevido a decir, y así consta en la sentencia del caso, que él incluso vió excitación sexual por parte de la mujer que estaba siendo violada. No tengo palabras para describir la rabia que siento ante los violadores y el asco que siento ante una justicia patriarcal que pone en duda incluso con hechos más que evidentes, la violencia, la humillación y el dolor que esa mujer tuvo que soportar aquella noche. Hay una campaña en change.org para inhabilitar a los magistrados y ha conseguido más de 260.000 firmas en menos de cinco horas.

Ellos se divertían, penetraban, grababan y aquello era una simple juerga de machirulos que tienen su cerebro lleno de semen. De hecho, así lo ha definido uno de los magistrados: el señor (no me da la gana ponerlo con mayúscula) Ricardo Javier González que dice que eran unos «actos sexuales en un ambiente de jolgorio y regocijo». Por supuesto, ha pedido la absolución para los imputados. Quizás lo que él esperaba es que ella hubiera sacado un puñal para defenderse. Claro que incluso en ese caso al final, la habrían condenado a ella en vez de a los cinco magníficos de la manada que hacían alarde de sus proezas sexuales allá por donde pasaban. Parece que en cada ciudad que pisaban tenían que dejar su huella de grandes folladores.

Ricardo Javier González, el juez discrepante del juicio de La Manada.

Y así nos hemos encontrado con una sentencia inadmisible. Nueve añitos que les permitirán estar bien pronto en las calles. Se quejan de que es robarles años de su vida. Yo me pregunto cuántos años le han robado a la víctima porque me temo que ella no va a poder ni recuperarlos, ni olvidar lo que pasó, en toda su vida.

Los abogados de ellos han dicho que van a recurrir. Lo que no han contado es que mientras ellos están profundamente dolidos en su orgullo machista se ha lanzado un grito de «todas a la calle» y las movilizaciones han sido masivas en todas las grandes ciudades. Verdadera marea feminista que no va a estar callada, que va a reclamar sentencias justas y que va a exigir de una vez por todas que el patriarcado y todo su sistema que no hace más que humillar a las mujeres, tenga los dias contados. Porque a todos los estamentos que lo sostienen, entre ellos el judicial, las mujeres les importamos cero, nada. Mientras, los que manejan los presupuestos siguen cambiando cromos y siguen recortándolos para que de esta manera esta lacra que es la violencia machista, se perpetúe. Al fin y al cabo son nuestras vidas, no las de ellos.

Esto como se ha gritado hoy, no es un abuso, es una violación. Y también hemos escuchado alto y bien clarito, «esta justicia es una mierda». Esta justicia que se fija más en lo que hacía y como reaccionaba la agredida que en lo que perpetraban los machotes con su pene en la mano. Esta justicia que con esta sentencia lo único que hace es fomentar la cultura de la violación y de la impunidad para ellos y continua poniendo así, la vida de las mujeres en peligro.

Yo desde luego, no tengo duda que hoy más que nunca #NosotrasSomosManada  y me pregunto como tantas mujeres, non dago justizia?

 

 

 

Caldo machista en ebullición

Ane es una mujer joven de 25 años. Es parte de mi familia y desde hace tres, no es capaz de volver a casa sola por las noches. No sabemos qué le ha pasado porque por mucho que preguntemos para intentar ayudarla, no suelta prenda. Se nos parte el alma cada vez que llama a casa para que sus aitas bajen para acompañarla cuando ninguna de sus amigas o amigos han podido hacerlo. He hablado con ella mirándola a los ojos, para intentar convencerla de que no puede sucumbir al temor de que algo le vaya a ocurrir. Me mira con tristeza y me dice que tengo razón y que lo intenta, pero que por las noches a la hora de regresar a su casa, le invade el miedo y no puede dominarlo.

Es desgarrador comprobar como una mujer a la que hemos educado en la libertad, la igualdad y en el empoderamiento como mujer, no pueda hacer una vida normal en base a esos valores porque todos y cada uno se van al carajo cada noche. Ni que decir tiene que nos aterroriza pensar qué le ha podido ocurrir para que su vida se haya teñido de miedo y de falta de libertad.

Puede que Ane esté entre las 3.465 mujeres (un 7% más que en 2016) que han sufrido violencia machista en Euskadi entre enero y octubre de este año, según datos de Emakunde: más de once mujeres al día que han sido vejadas, violadas, humilladas… la última, ayer mismo en Barakaldo donde una menor ha denunciado haber sido agredida sexualmente por cuatro jóvenes. Ya ven, las manadas se han puesto de moda y conocemos nuevos casos cada día: es lo que tiene sentirse más machotes cuando uno se cree protegido entre colegas a cuál más machirulo. El caldo machista está en ebullición.

Pero termina el año y aunque duela hay que hacer balance. Un balance trágico en el que la violencia machista ha dejado dos mujeres asesinadas en Euskadi y  52 mujeres y nueve de sus hijas e hijos en el resto del estado español.  Sin olvidar que 26 menores se han quedado sin madre. Si llevamos esta cifra al número de feminicidios las asesinadas son 90, según aporta la red feminicidio.net. 

Vuelvo a preguntarme y les invito a que ustedes se hagan la misma pregunta, si en vez de mujeres hubiera sido otro tipo de asesinatos, ¿qué se hubiera hecho? ¿Una simple declaración institucional? ¿Un rechazo simbólico? Sólo a nivel mediático una cadena de asesinatos como la que se produce cada año en el estado español hubiera tenido una repercusión mediática exponencialmente más intensa. Recordemos, porque no hay que dejar de hacerlo, que en quince años 920 hombres han asesinado a sus parejas o exparejas. De nuevo cifras oficiales que dejan en los márgenes de las estadísticas todas aquellas que fueron asesinadas por hombres familiares, amigos…

Cifras, estadísticas, declaraciones, condenas de lo políticamente correcto… pero ¿saben? lo que necesitamos son medidas. La primera de ellas es la de dotar a la lucha contra la violencia de género de un presupuesto honesto con la gravedad de lo que está ocurriendo. Sin embargo, estamos asistiendo al arranque del Pacto de Estado contra la Violencia Machista aprobado en Julio, con importantes carencias desde mi punto de vista, y que de sus más de 200 medidas acordadas después de amargos debates, ninguna ha sido puesta en marcha a día de hoy.

Estos días hemos visto como por fin, se va a dotar al Pacto con 200 millones de euros. De ellos, 20 corresponde a los Ayuntamientos. Hagan la cuenta: unos 2.400 euros de media por cada uno. Una cantidad pírrica para hacer frente a lo que empieza a denominarse ya, terrorismo machista. Hace falta mucha, mucha voluntad política para acabar con la violencia machista, y esa evidente falta de voluntad es la que está permitiendo que las mujeres sean asesinadas, violadas, humilladas y despojadas de su dignidad. Alguien tiene que poner fin a esta lacra, y ante la pasividad de los políticos, me temo que solo las feministas vamos a poder hacerlo con mucha presión en las instituciones, sí, pero también en las calles.

Y es que el machismo campa a sus anchas y  los machirulos no dejan de insultar  a las mujeres y poner en entredicho la lucha feminista, incluso los que se tienen por más intelectuales porque oigan, si algo tiene el machismo es eso, que no distingue de condición ni de intelecto: pone a todos los machirulos al mismo nivel, es decir el del puñetero barro.

Sigamos luchando porque miles de mujeres se lo merecen y porque ya vale de simples condenas autocomplacientes. No nos cansaremos de insistir. Somos feministas y estamos acostumbradas a resistir. Soy feminista y mi compromiso es serio y contundente. Cada día mayor, cada año con más rabia, y este que acaba es solo un preludio de lo que vendrá. Si dicen que este 2017 fue el año del feminismo, ahora empieza lo bueno!

 

25N: Danza maldita de hipocresía

Ana Belén 44 años, Noelia Noemí 32 años… son las dos mujeres asesinadas este año por violencia machista en Euskadi. Pero no quiero dejar atrás a Matilde, Laura, Margaret, Mª José, Gloria, Dolores, Cristina, Aramis, Ana María, Raquel, Maria del Rosario, Eliana, Ana, Susana, Toñi, Blanca, Virginia, Carmen y así hasta 50 mujeres y 5 de sus hijas e hijos asesinadas en el Estado español en lo que va de año.¿Cuántas más? me pregunto…  Son sólo cifras oficiales. Los feminicidios más allá de la pareja o ex-pareja sobrepasan ya la cifra de 70 mujeres asesinadas. 

https://www.facebook.com/UdalBerri/videos/1995490040722836/

Si hay un acuerdo en esta materia en el que coinciden todas las personas expertas, es que cuantos más recursos se dediquen a combatir la violencia machista, menos mujeres sufrirán los efectos de esta lacra social. La fórmula no hay que inventarla pero sin embargo, nos topamos de bruces con la cruda realidad y nos encontramos que quienes tienen que dotar de estos recursos que son las instituciones, a día de hoy no lo están haciendo. El Ayuntamiento de Bilbao ha congelado las partidas del presupuesto que atañen a la violencia machista, eso a pesar de la terrible evidencia de que este año hasta agosto, habían sufrido agresiones machistas en Bilbao un 30% más de mujeres. Exactamente 47.

Lo mismo el presupuesto de la Diputación Foral de Bizkaia el cual se ha incrementado sólo el 0,57%;  y en el Proyecto de Presupuestos del Gobierno Vasco esta partida se ha quedado prácticamente igual que el año anterior. Frente a esto  ¿saben cuántas mujeres han sufrido violencia machista en Euskadi en los primeros nueve meses del año? 3.126 según datos de Emakunde, es decir, 11 al día!!! Y repito, son sólo cifras oficiales.

Díganme donde están mirando los gobiernos que ahora detentan el poder, ¿a las Mujeres?, ¿a su integridad?, ¿a su dignidad? y sobre todo, ¿a sus vidas? Me temo que NO.

Porque la cruda y cruel realidad nos abofetea sin compasión y las mujeres sufrimos violencia machista todos los días, a todas horas, en todos los ámbitos. Una violencia intolerable que se cuela por todas las rendijas porque el machismo es así, lo impregna todo y pone en peligro nuestras vidas. Sí,  porque el machismo mata y viola y enjuicia a las mujeres que sufren la violencia machista antes que a los que la ejercen (mírese la Manada). Y además se regenera para oponerse de nuevas maneras disfrazadas a nuestra lucha feminista: el neomachismo es una prueba de ello.  Y mientras esta realidad no sea asumida, declaraciones institucionales y buenas palabras ya no son suficientes, ¿porque saben? Cada vez que se agrede, se ultraja o se asesina a una mujer, eso nos hace más vulnerables a todas las mujeres.

Y en este camino, mientras leemos estadísticas, salimos a la calle a manifestarnos y  asistimos a funerales y en definitiva mientras se nos hiela el corazón, el machismo campa a sus anchas. Así que hoy 25 de noviembre y todos los días del año, no nos vamos a cansar de decirlo: NOS QUEREMOS VIVAS y sobre todo no vamos a dejar de gritar ERASORIK EZ, ERANTZUNIK GABE.  De otra manera, esto no será más al fin y al cabo, que una danza maldita de hipocresía.

Nota: el video es la lectura de un texto propio, en parte recogido aquí, que se hizo el 25 de Noviembre con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres en el Teatro Arriaga organizado por el Ayuntamiento de Bilbao.