Putas, brujas, bolleras…

Todas, piojosas de ultraizquierda. No soy nada original pero no he podido resistirme a comentar aquí estas bonitas palabras que nos ha dedicado a todas las feministas el líder de VOX en Andalucía, un tal Francisco Serrano. Un tipo que siendo magistrado lleva inhabilitado (en su cuenta de twitter dice que en excedencia) desde 2011. Solo por eso, una no entiende cómo puede estar en política, ocupar dentro de poco un escaño en un Parlamento y sobre todo, que la gente le vote. Como siempre decimos, es lo que tiene la democracia, grandezas y miserias… lo de este señoro, es una de estas últimas.

No contento con estas bonitas palabras, ha hecho una lectura más «profunda» todavía, eximiendo a todas las mujeres liberales (a saber) de los adjetivos que titulan este artículo. Además de machista (no sé porqué tengo la sensación de que se me queda corto este adjetivo) se cree dios. No es de extrañar, porque es un iluminado.

Lo que no sabe este señoro es que a nosotras estas palabras no nos duelen. No sabe que las feministas nos reivindicamos como nos da la gana y que tenemos ya más que superado todo lo que las lenguas de un partido que es aplaudido por el Ku Klux Klan pueda decirnos. Nos hace grandes. Ya sé que a usted y los que piensan como usted, les gustaría meternos en la cárcel por putas, quemarnos por brujas y exterminarnos por bolleras. No sé si les queda mucho para hacerlo porque con la deriva que llevan proponiendo cosas que van incluso en contra de las leyes, poco les faltará.

Mientras, le invito a que se venga a una manifestación feminista, aquí a Bilbao que fue la ciudad que el 8 de marzo pasado encabezó la manifestación feminista más multitudinaria nunca vista. Venga, a ver si siente el calor de millones de piojos sobre su cerebro ya recalentado.

No pueden con nosotras señores y señoras (que también las hay) de VOX porque nos venimos arriba ante tanta barbaridad oyendo decir que la violencia machista (de género como dicen ustedes) no existe, y al sentir su pútrido aliento en nuestras nucas. Llevamos mucho tiempo en la calle oyendo de todo, llevamos mucho tiempo siendo asesinadas, golpeadas y violadas aunque ustedes lo nieguen, y tenemos muchas victorias (pacíficas y sin muertos) en  nuestro haber: hasta pudimos echar a Gallardón cuando quiso reformar la Ley del Aborto. Ustedes tampoco nos van a vencer y el fascismo que ha marcado la vida de muchas de nosotras durante años, va a ser derrotado.

Dice Barbijaputa que «las feministas no tenemos miedo, tenemos la razón y lo sabemos», pero reconozco que cuando vi los resultados de las elecciones en Andalucía aquella noche, entré en shock y pensé: vaya miedo que dan estos! Pero me duró muy poco porque ahora lo que siento es asco. Mucho, mucho asco. #Venceremos #IrabazikoDugu

… monjas, putas, presas, locas y ¡endemoniadas!

Munilla, aquí una endemoniada que no puede más que reconocer que sus palabras constatan que vamos por el buen camino. Si usted dice que estamos endemoniadas es simplemente porque nos tiene miedo a todas las mujeres, a su poder, a sus avances, a su forma de organizarse y sobre todo, miedo a que a usted y todo lo que representa tengan los días contados de tanta ignominia contra nosotras.

Sí, estamos endemoniadas porque estamos empoderadas. Estamos endemoniadas porque somos feministas y encima nos sentimos orgullosas de serlo. Cuánto odio y cuánta humillación desprenden sus palabras desde su púlpito mediático, Radio María. Le imagino con un rosario en sus manos mientras su ignorancia se cuela por las ondas. Tenga lo que quiera entre sus manos, pero a nosotras sáquenos los rosarios de nuestros ovarios. Usted representa a la nueva Inquisición, la que deviene de aquella otra que durante siglos torturó y quemó a cientos de mujeres sólo por serlo, por nada más, queriendo ahuyentar con el fuego de sus hogueras, sus propios miedos. Pero no a todas, porque nosotras somos las nietas de las que no pudieron quemar los del hábito cruz en mano.

Señor Munilla, ha sido usted más que oportuno haciendo estas declaraciones a las puertas de la Huelga Feminista de este 8 de Marzo, una huelga que va a ser histórica y que a usted y a todos los suyos les van a poner los pelos de punta, no porque seamos brujas, sino porque van a poder ver, escuchar y oler muy de cerca nuestro poderío en las calles, en los trabajos, en las casas, en las universidades… por todos los lados, y no se lo van a querer creer. Puede que hasta usted diga que es un montaje mediático. Negacionistas siempre ha habido y usted tiene el perfil perfecto.

Yo, señor Munilla mientras tanto, le voy a mostrar cuál es el cartel de lo que las mujeres vamos a hacer en Bilbao, el día 8 de marzo además de la huelga. Y que le sirva de información, no vaya ser que quiera acercarse y no nos encuentre, aunque pensándolo bien también le puede servir para todo lo contrario, no vaya a ser que le entren ganas de exorcizarnos y la liemos. #EmakumeokPlanto  #YoParo8M.

Y deje de darnos clases de Feminismo. ¡Lo que nos faltaba!

Nota: el título de este artículo está parafraseado el de un libro de Marcela Lagarde “Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas” (1990).

Marcela Lagarde: madresposas, monjas, putas, presas y locas!

La gran Marcela Lagarde dice:“Para las feministas, cada mujer es la causa del feminismo. Cada mujer tiene el derecho autoproclamado a tener derechos, recursos y condiciones para desarrollarse y vivir en democracia. Cada mujer tiene derecho a vivir en libertad y a gozar de la vida”. Algo tan sencillo y tan simple pero que cuesta tanto conseguir. Me ha gustado siempre la relación entre Feminismo y Democracia porque sin esta última el Feminismo no sería posible, pero a la inversa tampoco. Por eso, creo sinceramente en el lema cada vez más extendido, la Democracia será feminista, o no será!

Hoy escribo este post sobre Marcela Lagarde, una gran defensora de Democracia y Feminismo como forma de vivir. También le hemos dedicado nuestro espacio “No somos recién llegadas” de la Galería de Radio Euskadi. Es una mujer conocida en los entornos feministas, pero fuera de ellos no tiene el reconocimiento que se merece.

Nació en 1948, en México, un año importante además de por su nacimiento porque ocurrieron hechos históricos de gran importancia: pocos días antes de su nacimiento, en Nueva York la ONU decretó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se habían celebrado los Juegos Olímpicos en Londres y fue el año en el cual Gandhi fue asesinado, apenas seis meses después de que India se hubiera independizado del Imperio Británico.

Es catedrática de Antropología en la Universidad Nacional Autónoma de México, pero sobre todo, feminista. A ella le gusta denominarse “feminista utópica”, y como mujer comprometida, ha participado activamente en política. Desde muy joven perteneció al Partido Comunista y entre 2003 y 2006 fue diputada independiente por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Congreso Federal de México.

Siendo diputada impulsó la Ley General de Acceso para las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, fundamental porque tenía en cuenta todos los tipos de violencia de género. Promovió la tipificación del delito de feminicidio (término que ella misma había creado) a raíz de los asesinatos masivos en México y sobre todo en Ciudad Juárez. El documental Silencio en Juarez, emitido por Discovery Channel, en 2012 nos acerca a esa cruel realidad que ha llevado al asesinato de casi 11.000 mujeres sólo en esa ciudad mejicana en seis años. En todo el estado mexicano se calcula que son asesinadas 6 mujeres al día:

Admirable, llegó a declarar en una entrevista que concedió a El País en noviembre de 2012 a Andrés García de la Riva: “[Enlace roto.] denunciando la intervención de la Iglesia contra los derechos de las mujeres y eliminado el derecho al aborto que tanto tiempo nos ha costado conseguir y por el que hoy, lamentablemente, seguimos luchando…

Pero si algo nos ha regalado Marcela Lagarde es el maravilloso término de la SORORIDAD. Uno de sus planteamientos fundamentales ha sido destacar, frente al concepto-lema de fraternidad proveniente de la Revolución Francesa, la Sororidad, que significa el reconocimiento y la unidad de las mujeres en su actuación pública. Ella lo explica mejor que yo en este encuentro en Fuenlabrada el año pasado:

Autora de más de 100 artículos y de varios libros en materia de género entre los que destacan Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas escrito en 1990 y que se ha convertido en uno de sus obras más conocidos. . Ella misma nos cuenta como fue fruto de una investigación:

El año pasado publicó El feminismo en mi vida. Hitos, claves y utopías: “un recorrido por la república feminista: un viaje por sus ideas, obsesiones y anhelos». Tengo que decir que me apasiona el término “república feminista”. La verdad es que Marcela no deja de sorprendernos con términos que amplían y profundizan en  la teoría feminista y sobre todo, nos inspiran para seguir construyendo una sociedad más justa.

En la actualidad preside la Red de Investigadoras por la Vida y la Libertad de las Mujeres. Enseña en instituciones académicas y agrupaciones civiles, y colabora con asociaciones de mujeres en España y Latinoamérica. Gran Mujer!

Me es casi imposible despedir este post habiendo hablado de México sin incluir en el mismo a la también mejicana de adopción Chavela Vargas que en una de sus canciones, Noches de boda, dice “que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena…», porque si algo no le ha faltado a Marcela Lagarde, es eso, valentía. No nos faltes…

¿Putas o sumisas?

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Me quedo realmente impactada viendo el esfuerzo que el arzobispo de Granada realiza al emitir un comunicado dando explicaciones acerca del libro que ha editado su arzobispado [Enlace roto.]. Ya me costó salir del shock, cuando hace unos días leía la noticia de su edición, que ahora, leyendo su comunicado he decidido que en vez de cabrearme, me lo voy a tomar con humor.

Y no es para menos. Una no sabe ya cómo reaccionar en estos tiempos de involución y rebosantes de reaccionarios que dueños de los medios de comunicación, y por lo que se ve también de las editoriales, se resisten a aceptar que estamos en el siglo XXI y siguen dale que dale con la matraka de querer enviarnos a las mujeres al siglo pasado. No, perdonen, al siglo I que para eso este tipo dice con todo orgullo que este libro (y el siguiente volumen) están inspirados «casi literalmente» en un pasaje de la Epístola a los Efesios. Y se queda tan pancho como si eso lo justificara todo.

Sinceramente, no me caben los emoticonos, exclamaciones y demás onomatopeyas que se me ocurren, cuando leo cómo afirma que el libro no incita a la violencia y que “sí lo hace una legislación que favorece el aborto”. No quiero insultar y debo ser políticamente correcta, pero yo me siento insultada cuando alguien dice esto, y si viene de la iglesia más. Déjennos en paz señores con sus diatribas hipócritas: dejen que las mujeres hagamos lo que nos de la gana, que en el fondo es lo que no pueden soportar, y sobre todo dejen que las mujeres decidan por sí mismas. No necesitamos sus consejos y menos que nos hablen de violencia, porque si a lo largo de la historia hay que nombrar a una institución en nombre de la cual se ha matado y torturado a más personas, esa es la iglesia… y su odio ancestral por las mujeres está escrito en los libros de Historia, al menos en aquellos que no han podido quemar ni censurar.

Y si siguen prohibiendo el aborto y los anticonceptivos ustedes y los gobiernos que como poder fáctico detentan, ustedes sí, ustedes, están enviando a la muerte a muchas mujeres: casi 50.000 mujeres mueren al año por someterse a abortos clandestinos… eso sí que es violencia. Les importamos una mierda, y nos prefieren muertas antes que libres.

Así que después de leer estas perlitas que aparecen en el citado libro:“Tendrás que aprender a ser sumisa. O sea, a ponerte debajo, porque tú serás la base de vuestra familia”  y “porque ya se sabe que nada atrae más a un hombre que un ‘no’, o que un teléfono que comunica, o que una puerta cerrada”, entre tantas otras, yo si pudiera, y de hecho escribo esto con la esperanza de que le llegue de alguna manera, le enviaría como respuesta esta canción de Meredith Brooks, Bitch… y si quiere que la traduzca, que si como alardea sabe tanto de mujeres, al menos lo esencial lo va entender… está bien clarito!