María de Maeztu: Volver…

 

Soy feminista; me avergonzaría no serlo, porque creo que toda mujer que piensa, debe sentir el deseo de colaborar como persona en la obra total de la cultura humana. María de Maeztu. 

Hace poco más de un mes que acaba de publicarse una nueva biografía ‘Vida de María de Maeztu’, y es una muy buena noticia porque no se ha escrito mucho sobre esta gran mujer. Dicen que el Instituto de la Mujer tiene una que la guarda como “oro en paño” y que es muy difícil acceder a ella. Por ello, en mi afán por visibilizar a las mujeres a lo largo de la historia además de este post le he dedicado también nuestro espacio radiofónico “No somos recién llegadas” en La Galería de Radio Euskadi.

A la vasca María de Maeztu se la considera la primera pedagoga y gran impulsora de la educación de las mujeres. María formaba parte de la ”prestigiosa y dura” familia de los Maeztu. Durante muchos años estuvo olvidada detrás del personaje polémico de su hermano Ramiro de Maeztu, y dedicó toda su vida a la educación persiguiendo un objetivo: la dignificación de la mujer. 

María de Maeztu Whitney nació en Gasteiz en 1881. Su padre era un hacendado cubano de origen vasco y su madre una señorita inglesa, afincados en Gasteiz. María vivió allí una infancia rodeada de opulencia y recibió una educación moderna, cosmopolita y liberal, con profesorado en casa impartiendo clases de todas las materias incluidos los idiomas y hasta de esgrima!

Pero a la muerte del padre la fortuna se desvaneció y su madre se estableció en Bilbao donde fundó una residencia de señoritas, primero en la calle Berastegi y luego en Obispo Orueta, en el magnífico edificio donde ahora está el Departamento de Promoción Económica de la Diputación Foral de Bizkaia.

Empezó a dar clases en una escuela pública bilbaina del barrio de Las Cortes, donde rodeada de pobreza y prostitución estuvo 10 años, llegando a ser directora y donde pudo poner en poner en práctica sus ideas innovadoras apostando por una educación laica. Hay que pensar que a finales del siglo XIX la educación sobre todo la de las mujeres dejaba mucho que desear: recluidas en el hogar su formación estaba encaminada a ser buena madre, esposa y cuidar de la casa. Las cifras hablan por sí solas: en 1900 un 74,1% de las mujeres eran analfabetas.

Así que en su afán por remediarlo fundó la Residencia Internacional de Señoritas, en estrecha colaboración con la Institución Libre de Enseñanza. No “sólo” eso: en línea con su militancia feminista fundó un Lyceum Club Femenino donde dirigió la formación de jóvenes universitarias. Una de sus ex alumnas, Carmen de Zulueta, la escritora Josefina Aldecoa y otras intelectuales de le época nos cuentan cómo era y qué pensaba María de Maeztu de las mujeres que por allí pasaron para formarse, en el programa Mujeres para un siglo que TVE le dedicó hace ya un tiempo.

lyceo club

El Lyceum fue creado con las mismas características de los ya existentes en Europa. Allí María de Maeztu organizaba todo tipo de actividades e invitó a dar cursos y charlas a todas las personas relevantes de la época. Pasaron Margarita Nelken, Alberti, Unamuno y Garcia Lorca.… Es posible que allí Lorca recitara su Pequeño vals vienés de su poemario Poeta en Nueva York que tan bien supo aprovechar Leonard Cohen en su maravillosa versión en inglés, Take this Waltz.

Como era y es habitual, el Lyceum fue muy criticado sobre todo por la Iglesia: era la primera asociación de mujeres que no estaba bajo el poder de las «sotanas» y por ello las llamaban excéntricas y desequilibradas y llegaron a proclamar que “la sociedad haría muy bien recluyéndolas como locas o criminales, en lugar de permitirles clamar en el club contra las leyes humanas y las divinas”. María tuvo entonces la oportunidad de viajar por todo el mundo para compartir sus experiencias educativas y llegó a ser nombrada profesora extraordinaria de la Columbia University de New York.

Cuando se proclamó la II República llegaron avances importantes para las mujeres: el sufragio universal, el matrimonio civil, el divorcio… Pero los buenos tiempos no duraron mucho y en 1936 estallaría la Guerra Civil española y su hermano Ramiro, un intelectual de derechas que pertenecía a la Generación del 98 fue fusilado. María sufrió mucho por ello y evolucionó políticamente hacia posturas más conservadoras.

La guerra destruyó todo lo que encontró a su paso, también la obra de María de Maeztu y tuvo que ser testigo de cómo lo más querido de su trabajo pasaba a otras manos: la Residencia se convirtió en el Colegio Mayor Santa Teresa y el denostado Lyceum fue confiscado por la Falange y se trasformó en una sede del Club Medina de la Sección Femenina.

María se exilió a Buenos Aires y aunque jamás se le prohibió su regreso a España, no se le permitía retomar su trabajo anterior, lo que para una mujer como ella fue inaceptable. Regresó sólo una vez para asistir al funeral de su madre, pero volvió a marcharse. Murió en Buenos Aires a los 67 años y sus restos están enterrados en Estella. Se la recuerda diciendo que LA EDUCACIÓN SIEMPRE ESTARÁ EN DEUDA CON ELLA.

Y con ese recuerdo y sabiendo que sufrió mucho siempre envuelta en la nostalgia de volver desde aquel Buenos Aires querido de los años cuarenta, le dedicamos un tango del argentino Carlos Gardel en la emocionante versión de Estrella Morente: VOLVER.

De coños y moños: ríase Sr. Gallardón!

gallardonLo reconozco, tengo un sentimiento de rabia, angustia y humillación que es difícil de explicar y de contener. Hoy escribo este post del tirón, tal y como me sale del estómago, por no repetir las palabras que la parlamentaria de Amaiur, Onintza Enbeitia, ha pronunciado hoy en el hemiciclo  (en mi coño y en mi moño, mando yo), y que aunque mal sonantes para mucha gente, sobre todo para muchos y muchas de las que estaban allí,  son claras y rabiosas, contundentes y obscenas, sí…. pero ante la propia obscenidad que significa en sí mismo el anteproyecto de Ley del Aborto del ministro que odia a las mujeres, esas palabras me suenan a «música celestial».

Son sólo eso, RABIA, porque las mujeres no nos merecemos lo que esta nueva ley nos echa encima. Porque no nos merecemos que importe más una vida en potencia que una vida real: la de una mujer que va a tener que poner en peligro su vida a partir de ahora, física y mentalmente. Porque no nos merecemos que después de tantos años de lucha lleguen unos energúmenos machistas, chupasotanas, reaccionarios y … (mejor me paro) a decirnos lo que tenemos que hacer, y a coartar nuestra libertad porque están convencidos de que somos unos seres incapaces que merecemos que los varones y la iglesia dirijan nuestras vidas, nuestro cuerpo, y decidan por nosotras…

Este post lleva mucha rabia contenida sí, porque aun sabiendo que esto podía pasar, he tenido el valor de ver en directo la votación y sus resultados, y lo peor ha sido ver al mamón de Gallardón, sí, ése que quiere que las mujeres muramos a toda costa, aplaudiendo y riendo cuando ha sido testigo de su victoria. Una gran humillación la de hoy para todas las mujeres, si señor… pero esto va significar que a partir de ahora vamos a luchar por cada mujer que aborte o por cada médico o médica que lo practique y por cada mujer que muera por ello… y se van a llenar las calles con nuestros gritos. Porque lo de hoy ha sido el inicio de la cuenta atrás. Afortunadamente las legislaturas tienen su fin, y vamos a ser testigos de su caída, y a la par de nuestro triunfo…

Mientras, aunque esta batalla se haya perdido hoy a la sombra de la purita derecha española, vamos a seguir haciendo lo que nos de la gana con nuestro cuerpo, muy a su pesar señor Gallardón y acólitos. Hoy, más que nunca, YO DECIDO!

¿Putas o sumisas?

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Me quedo realmente impactada viendo el esfuerzo que el arzobispo de Granada realiza al emitir un comunicado dando explicaciones acerca del libro que ha editado su arzobispado [Enlace roto.]. Ya me costó salir del shock, cuando hace unos días leía la noticia de su edición, que ahora, leyendo su comunicado he decidido que en vez de cabrearme, me lo voy a tomar con humor.

Y no es para menos. Una no sabe ya cómo reaccionar en estos tiempos de involución y rebosantes de reaccionarios que dueños de los medios de comunicación, y por lo que se ve también de las editoriales, se resisten a aceptar que estamos en el siglo XXI y siguen dale que dale con la matraka de querer enviarnos a las mujeres al siglo pasado. No, perdonen, al siglo I que para eso este tipo dice con todo orgullo que este libro (y el siguiente volumen) están inspirados «casi literalmente» en un pasaje de la Epístola a los Efesios. Y se queda tan pancho como si eso lo justificara todo.

Sinceramente, no me caben los emoticonos, exclamaciones y demás onomatopeyas que se me ocurren, cuando leo cómo afirma que el libro no incita a la violencia y que “sí lo hace una legislación que favorece el aborto”. No quiero insultar y debo ser políticamente correcta, pero yo me siento insultada cuando alguien dice esto, y si viene de la iglesia más. Déjennos en paz señores con sus diatribas hipócritas: dejen que las mujeres hagamos lo que nos de la gana, que en el fondo es lo que no pueden soportar, y sobre todo dejen que las mujeres decidan por sí mismas. No necesitamos sus consejos y menos que nos hablen de violencia, porque si a lo largo de la historia hay que nombrar a una institución en nombre de la cual se ha matado y torturado a más personas, esa es la iglesia… y su odio ancestral por las mujeres está escrito en los libros de Historia, al menos en aquellos que no han podido quemar ni censurar.

Y si siguen prohibiendo el aborto y los anticonceptivos ustedes y los gobiernos que como poder fáctico detentan, ustedes sí, ustedes, están enviando a la muerte a muchas mujeres: casi 50.000 mujeres mueren al año por someterse a abortos clandestinos… eso sí que es violencia. Les importamos una mierda, y nos prefieren muertas antes que libres.

Así que después de leer estas perlitas que aparecen en el citado libro:“Tendrás que aprender a ser sumisa. O sea, a ponerte debajo, porque tú serás la base de vuestra familia”  y “porque ya se sabe que nada atrae más a un hombre que un ‘no’, o que un teléfono que comunica, o que una puerta cerrada”, entre tantas otras, yo si pudiera, y de hecho escribo esto con la esperanza de que le llegue de alguna manera, le enviaría como respuesta esta canción de Meredith Brooks, Bitch… y si quiere que la traduzca, que si como alardea sabe tanto de mujeres, al menos lo esencial lo va entender… está bien clarito!

La derecha y la iglesia, calladitas!

Llevo tiempo intentando escribir sobre la reforma de la Ley del aborto que nuestro “amigo” Gallardón se trae entre manos (él y sus amiguitos de la iglesia), y no me decido. Se está escribiendo tanto, tan bien y con tanta razón, que a una ya le quedan pocos argumentos que esgrimir en contra de la barbaridad que estos energúmenos carcamales están a punto de poner en marcha.

A la conclusión que llego es que realmente esto de la vida humana que tanto defienden, se la trae bastante al pairo. Si con la contrarreforma (sólo escribirlo se me ponen los pelos de punta) quieren proteger a los no nacidos, o lo que ellos consideran que son no nacidos, argumentando que la vida es vida desde que ellos lo dicen, simplemente porque tienen la razón por encima de todo, me pregunto qué pasa con los miles de mujeres que van a tener que abortar poniendo en peligro sus vidas, y posiblemente llegando a morir, porque las condiciones en que van a tener que hacerlo puedan carecer de las mínima garantías para su salud. Estas por lo que se ve, no tienen derecho a la vida!

Ya, ya me sé la respuesta que me darían: que no aborten y si lo hacen, pues miren como que se lo merecen en cierta forma. Por tanto, mi conclusión es que lo que realmente está detrás de todo esto, es que no pueden soportar  que podamos hacer lo que nos dé la gana. No pueden con ello y se empeñan en ser ellos mismos los que quieren decidir, sobre nuestras vidas, sobre nosotras, sobre todo.

Ningún país en el que esté prohibido el aborto, ha conseguido que ninguna mujer aborte. Ningún país que ha restringido una ley del aborto creyendo que así se iban a reducir, lo ha conseguido. Esta cruzada que el ministro de injusticia está llevando a cabo para salvar su alma, imagino por muchos de los pecados que según su religión comete día a día, le reportará el cielo, cree él. A nosotras nos lleva derechas al infierno.

Al infierno de hace más de 30 años, donde a costa de la movilización de muchas mujeres y de los colectivos feministas, se consiguió allá por el año 1985  una ley que aunque ya venía llena de carencias, poco a poco ha ido ajustándose a la realidad de nuestros derechos reproductivos. Me viene a la memoria la vergüenza por la que tuvieron que pasar aquellas once mujeres de Basauri entre 1976 y 1982 en aquel vergonzoso juicio que se denominó “las 11 de Bilbao” y que sacó a la calle a todo el movimiento feminista y muchas mujeres solidarias, consiguiendo al final además de ser indultadas, sentar un precedente para que fuera aprobada la Ley del aborto por el Gobierno de Felipe González.

Igual lo que ocurre es que menosprecian nuestra capacidad de movilización y de reivindicación creyendo que el movimiento de mujeres está fragmentado y que no va a pasar nada… pero están muy equivocados. Hay cosas, y el aborto es una de ellas, con las que las mujeres no vamos a transigir, porque es nuestro derecho querer decidir sobre nuestro cuerpo, nuestras vidas y la de los hijos e hijas que vayamos a traer a este mundo. Porque estos elementos no entiende que lo que estamos reivindicando es eso, nuestro derecho a decidir, y que eso no significa obligar a que ninguna mujer  aborte si no quiere hacerlo.

Así que no, no  nos vamos a dejar… porque creemos firmemente en  lo que dice el cartelito que ilustra este post: las mujeres decidimos, la sociedad nos respeta, el estado garantiza y la derecha y la iglesia se callan. AMEN!

La derecha y la iglesia, calladitas!

Llevo tiempo intentando escribir sobre la reforma de la Ley del aborto que nuestro “amigo” Gallardón se trae entre manos (él y sus amiguitos de la iglesia), y no me decido. Se está escribiendo tanto, tan bien y con tanta razón, que a una ya le quedan pocos argumentos que esgrimir en contra de la barbaridad que estos energúmenos carcamales están a punto de poner en marcha.

A la conclusión que llego es que realmente esto de la vida humana que tanto defienden, se la trae bastante al pairo. Si con la contrarreforma (sólo escribirlo se me ponen los pelos de punta) quieren proteger a los no nacidos, o lo que ellos consideran que son no nacidos, argumentando que la vida es vida desde que ellos lo dicen, simplemente porque tienen la razón por encima de todo, me pregunto qué pasa con los miles de mujeres que van a tener que abortar poniendo en peligro sus vidas, y posiblemente llegando a morir, porque las condiciones en que van a tener que hacerlo puedan carecer de las mínima garantías para su salud. Estas por lo que se ve, no tienen derecho a la vida!

Ya, ya me sé la respuesta que me darían: que no aborten y si lo hacen, pues miren como que se lo merecen en cierta forma. Por tanto, mi conclusión es que lo que realmente está detrás de todo esto, es que no pueden soportar  que podamos hacer lo que nos dé la gana. No pueden con ello y se empeñan en ser ellos mismos los que quieren decidir, sobre nuestras vidas, sobre nosotras, sobre todo.

Ningún país en el que esté prohibido el aborto, ha conseguido que ninguna mujer aborte. Ningún país que ha restringido una ley del aborto creyendo que así se iban a reducir, lo ha conseguido. Esta cruzada que el ministro de injusticia está llevando a cabo para salvar su alma, imagino por muchos de los pecados que según su religión comete día a día, le reportará el cielo, cree él. A nosotras nos lleva derechas al infierno.

Al infierno de hace más de 30 años, donde a costa de la movilización de muchas mujeres y de los colectivos feministas, se consiguió allá por el año 1985  una ley que aunque ya venía llena de carencias, poco a poco ha ido ajustándose a la realidad de nuestros derechos reproductivos. Me viene a la memoria la vergüenza por la que tuvieron que pasar aquellas once mujeres de Basauri entre 1976 y 1982 en aquel vergonzoso juicio que se denominó “las 11 de Bilbao” y que sacó a la calle a todo el movimiento feminista y muchas mujeres solidarias, consiguiendo al final además de ser indultadas, sentar un precedente para que fuera aprobada la Ley del aborto por el Gobierno de Felipe González.

Igual lo que ocurre es que menosprecian nuestra capacidad de movilización y de reivindicación creyendo que el movimiento de mujeres está fragmentado y que no va a pasar nada… pero están muy equivocados. Hay cosas, y el aborto es una de ellas, con las que las mujeres no vamos a transigir, porque es nuestro derecho querer decidir sobre nuestro cuerpo, nuestras vidas y la de los hijos e hijas que vayamos a traer a este mundo. Porque estos elementos no entiende que lo que estamos reivindicando es eso, nuestro derecho a decidir, y que eso no significa obligar a que ninguna mujer  aborte si no quiere hacerlo.

Así que no, no  nos vamos a dejar… porque creemos firmemente en  lo que dice el cartelito que ilustra este post: las mujeres decidimos, la sociedad nos respeta, el estado garantiza y la derecha y la iglesia se callan. AMEN!