#8 de Marzo. Los privilegios de los hombres

Hace unos días escribía a propósito del Día Internacional de las Mujeres sobre la Violencia de Género, sus consecuencias y sobre todo, lo que desde mi punto de vista queda por hacer para acabar con esta execrable lacra que sufren millones de mujeres en el mundo, cada día, cada hora, cada minuto…

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#8 de Marzo

Hoy #8 de Marzo es un día reivindicativo sí, un día para visibilizar las grandes desigualdades que existen todavía entre mujeres y hombres con cifras y con datos, pero sobre todo, para repensar qué se está haciendo realmente y para preguntarnos a quién, además de a las mujeres, les importa la Igualdad. Yo, cuando me lo cuestiono, llego a la tremenda conclusión de que importa poco y como causa de ello se frenan continuamente los avances conseguidos después de más de un siglo de lucha feminista. Como consecuencia de esa falta de interés y compromiso real, la Igualdad pasa a siempre a estar en los últimos puestos de la agenda política. Es ese carácter cíclico y perentorio que tienen las Políticas de Igualdad, que dependen de quién esté en el poder y de que las personas que estén tengan una gran capacidad de persuasión para hacer que la agenda cambie. Así, siempre nos encontramos con la eterna justificación de que hay cosas más importantes que solucionar: la crisis, el desempleo, la exclusión social, el cambio político… La cuestión es que en la base de todos esos problemas está la propia desigualdad de género y que la solución debe pasar por una implementación de las políticas de Igualdad a todos los niveles. Mientras no se afronte desde esta perspectiva de género, no se solucionarán y lo que es peor, se seguirán replicando continuamente. Por eso la Igualdad de Género debe estar  en la base de todas las Políticas, porque es Política en sí misma.

¿Qué puede hacer la UE?

Con este convencimiento he acudido esta semana a una interesantísima Jornada de trabajo en Bruselas The Fight for Gender Equality and Against Gender-Based Violence: European Perspectives 2015, (La Lucha por la Igualdad y contra la Violencia de Género: Perspectivas Europeas en 2015), organizada por el Grupo de los Verdes en el Parlamento Europeo. Se dijeron muchas cosas y se lanzaron muchos datos que aunque ya sabidos, nos resistimos a dejar de repetir. Algunos de ellos:

  • La crisis se está cebando con las Mujeres: El número de mujeres desempleadas es mayor que el de los hombres (en Febrero en el Estado español la Tasa de paro es superior en dos puntos a la de los hombres y hay 276.000 mujeres más que hombres sin empleo).
  • 1 de cada 3 mujeres han sufrido algún tipo de agresión sexual en la Unión Europea. En Euskadi en 2014, más de 5.000 denunciaron haber sido agredidas).
  • Si se alcanzase la Igualdad en el mercado laboral, el PIB se incrementaría en Europa un 30% de media (32% en Estado español).
  • Si se contabilizase el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado de las mujeres, este equivaldría al 27,4% del PIB *.
  • Las Mujeres dedican diariamente más del doble de horas al cuidado del hogar y de dependientes que los hombres (1:50 ellos y 4:04 ellas)*.

Sin embargo, y a pesar de estos y otros muchos datos más que confirman que la Igualdad de Género sólo aporta beneficios para toda la sociedad, los frenos son inmensos. Así, y a modo de ejemplo, en la Unión Europea acaba de ser paralizada la Directiva por la que se ampliaban los permisos de maternidad y paternidad, parece ser que «por salir muy caros». ¿Sólo por eso?. Y por poner otro ejemplo, a una pregunta que realicé en dicho Foro sobre si la UE podría hacer algo para frenar los ratios de desempleo voraz que atenazan la vida de las mujeres y las aboca a la pobreza presente y futura, la respuesta fue demasiado política y frustrante: «estamos en ello».

LLeno PE

Los privilegios no reconocidos

Lo que está detrás de la Desigualdad de Género es la incapacidad de reconocer que los varones parten de una situación de privilegio y que admitirlo supone dejar sitio a las mujeres para ocupar el espacio que les corresponde en todas las áreas de la vida: la política, la social, la laboral y la personal. Ese sería un buen principio pero me resisto a llamarlo simplemente generosidad. En un día como este 8 de Marzo, reivindico el derecho a ocupar ese espacio a sabiendas de que ello se traduce sistemáticamente en estar continuamente cuestionadas y observadas, requiriendo además, un sobre esfuerzo pocas veces reconocido. Por contra, hasta tenemos que oír que muchas ocupan un lugar que «se les ha regalado» simplemente por ser mujer. No cabe más injusticia, más desconocimiento y más ignorancia que lo que esa frase encierra. La cuestión es, cuántos espacios y oportunidades se nos han robado por serlo. Mientras, seguimos trabajando por conseguirlo, para que haya más mujeres en los ámbitos de poder que defiendan nuestros intereses y sobre todo, para que el patriarcado y los que se instalan en él, desaparezcan. Trabajo arduo, pero convencidas de que aunque todos esos beneficios que la Igualdad entre Mujeres y Hombres son una realidad, aspiramos a que se conviertan en hechos efectivos sin posibilidad de involución… Nuestro lema mientras tanto, «insistir, insistir e insistir» ( y me temo que también resistir). 

* Datos de Encuesta Empleo del Tiempo 2009-2010. INE

¿Quién da la cara frente al paro?

A veces me asombro de la capacidad humana para escuchar determinadas noticias sin que se nos mueva un pelo. Escuchar que el 1% de la población mundial acumulará más riqueza que el otro 99% en 2016, suena tan terrible que a mucha gente le dará por pensar que esto es cosa de los países más pobres del planeta. Si fuera así, España puede alardear de estar en el banquillo de honor ya que según un informe de Oxfam, el 1% de la población española concentra más riqueza que el 70% más pobre. España además, está a la cabeza en desigualdad en Europa. Más que banquillo de honor, es cum laude.

Uno de los indicadores que evidentemente inciden en la pobreza de las personas es el nivel de desempleo de los países: en España son 5,5 millones las personas que no tienen trabajo. En Euskadi son 174.100. He escrito las cifras a conciencia. Estoy cansada de los impersonales porcentajes porque, aunque abultados, son perversos: esconden las cifras reales que oculta la terrible realidad de personas con cara, con cuerpo, con ojos… con esos ojos que muchas veces no nos atrevemos a mirar. Nos da miedo… el miedo a reconocer qué poco estamos haciendo por ellas, porque quizás estamos mayoritariamente sumidas en una nebulosa que envuelve la quimera de “las cosas están cambiando» o » las cosas van a ir mejor”. Mentira.

Y es que las cosas están muy mal… para quien están mal, ¡claro! Mientras paradas y parados de larga duración, sin recursos, sin ingresos, aceptan trabajos precarios donde son explotados, hacen largas colas para obtener una miserable ayuda económica y sobre todo, y lo que es peor, han perdido la esperanza, vas viendo como personas encuentran trabajo sólo por puro y duro clientelismo, no por méritos. Y además, si eres mujer el paro te golpea fuertemente: entre el segundo y último trimestre del 2014 en Euskadi el paro femenino se incrementó en 6.000 mujeres, el masculino en 500. Y ya no importa si tienes formación: al acabar el 2014 había 32.400 mujeres con educación superior en paro, hombres 25.600. Y debo nombrar, porque además formo parte de ese colectivo, a las personas en paro de más de 45 años. Un drama del que apenas se habla: son las y los grandes olvidados, personas a las que se está excluyendo salvajemente en vez de articular fórmulas para revertir su conocimiento en la sociedad.  La doble o triple, ya casi he perdido la cuenta, discriminación es tan apabullante que todavía no me explico cómo no hemos salido a la calle en una marea de no sé qué color y le hemos sacado los colores a los que nos gobiernan.

No me explico cómo con los datos que han salido hoy a la luz sobre el último trimestre del 2014 y que arrojan la bochornosa cifra de 700 personas más en paro en Euskadi, no se le ocurre a ningún responsable político dar la cara, no para darnos porcentajes que para eso ya están los medios de comunicación, sino para decir que se le cae esa misma cara de vergüenza, que pide perdón a la ciudadanía por no ser capaz de erradicar el desempleo ni de frenarlo, y que va a poner en marcha políticas activas de empleo, que se acaban las políticas clientelares de dar empleo con criterios partidistas, que se van a eliminar los coches, los últimos modelos de telefonía para la clase política, los viajes innecesarios, las dietas y las comidas y cenas, cuando hay gente que se muere de hambre… en definitiva, que van a rendir cuentas y si estas no salen, se van a su casita.

Mientras,  las personas que estamos en este vía-crucis personal, estamos hartas  de que nos digan que hay que ser positivas, que no hay que dejarse vencer, o lo que es peor, que hay que emprender. Y la “purita realidad”, ésa que a casi nadie le interesa, es que tenemos suficiente con levantarnos cada mañana, porque no es que nos vayamos a enfrentar al mundo, es que el mundo se nos cae encima como una mochila que te impide pensar, hablar y moverte. Si nos levantamos ya es mucho… y si nos organizamos mucho más: esa es nuestra tarea diaria cuando sentimos que el futuro no existe y que las miradas condescendientes de nuestro alrededor muchas veces nos dan asco y rabia, mucha rabia que por algún lado va a explotar. No tengo la menor duda…

De “ochomarzos” y “camponabos”!

El pasado 8 de Marzo acababa mi post diciendo “Propongámonos todos y todas, aunque sea un mínimo gesto que durante este año nos ayude, a que para el año que viene haya mejorado la situación para todas las Mujeres y Niñas de este planeta. Porque lo que está ocurriendo es que con tanto por hacer, cada año nos damos cuenta de lo poco que han mejorado las cosas.”

Este 2014 no puedo empezar sino diciendo, que las cosas no han mejorado lo más mínimo. Lamentablemente, han empeorado visiblemente. No quiero ser negativa, pero tampoco quiero ser positiva porque “haya que serlo”, que es algo que últimamente parece obligado ser.

Algunos datos avalan la afirmación que acabo de hacer. La crisis está haciendo estragos en las mujeres. Lo llevamos diciendo desde hace mucho tiempo, pero ha sido más fácil mirar hacia otro lado y con cierta condescendencia pensar que es que la mujeres siempre nos estamos quejando. Porque lo de “”¿pero qué queréis?, ¿cambiarlo todo de un día para otro?”, ya no tiene otra respuesta que la de SI y ahora. Mi pregunta es “ ¿hasta cuándo?”

Con suficiente información en los medios, hoy no voy a dar datos sobre la brecha salarial de género que sigue creciendo. Sobre la discriminación salarial, que también sigue creciendo, sobre la cifra creciente de mujeres que han perdido sus contratos indefinidos y que me temo no van a volver a tenerlos. Sobre el aumento de mujeres que piden reducción de horario para asumir la “doble jornada”, porque la corresponsabilidad sigue siendo, aquí y ahora, una utopía ya que a los varones que deciden y mandan no les preocupa, y les importa poco que se pongan en marcha medidas que les obliguen a hacerse cargo de lo que también son sus responsabilidades.

Y para qué hablar de que el número de mujeres con mayor formación y mejores notas en su expediente académico sigue subiendo: de poco nos están sirviendo.

Hoy 8 de marzo veo sin embargo, un sospechoso exceso de noticias en todos los medios. Y por un lado me alegro, porque sin “ochomarzos” estaríamos totalmente invisibilizadas, pero es que ya empieza a ser urgente que haya más ochos de enero, febrero, etc.. todos los días.

Mientras, somos testigos de cómo la violencia machista en los dos últimos días ha llevado a la muerte a cuatro mujeres y niñas. Somos testigos de cómo se quieren recortar brutalmente nuestros derechos reproductivos y sexuales y como quedan al albur de las sotanas y los carcamales de la derecha. En definitiva somos testigos de cómo nuestra vida, nuestros derechos y nuestro futuro se van al carajo porque seguimos siendo como decía Simone de Beauivoir el “segundo sexo” privado de libertad y siempre en segundo plano.

Pero qué podemos esperar si las mujeres están en unos umbrales pírricos de presencia en los puestos de decisión. Y para muestra un botón: hagan un repaso a la prensa y verán las infinitas fotos llenas de «camponabos». Lo siento, pero en un día como el de hoy no me da la gana decir nada políticamente correcto… Me temo, por tanto, que con estos mimbres pocas cestas, y urgen las respuestas contundentes y el compromiso real todos los días del año. «Ochomarzos» sí, pero no para acallar conciencias, no para cumplir el expediente y un NO rotundo si son sólo una vez al año. El tiempo apremia! 

 

«La hiena con faldas»

Mary_Wollstonecraft_

Mary Wollstonecraft, mujer apasionante y durante mucho tiempo denostada, a la que también le hemos dedicado nuestro espacio radiofónico «No somos recién llegadas», es sin ninguna duda, una de las grandes figuras invisibilizadas del mundo moderno que sin embargo es más conocida en el mundo literario por ser la madre de Mary Shelley, la autora del famosísimo  Frankestein. 

Nació en 1759. Tuvo una vida azarosa y desafortunada, y una infancia dura ya que fue testigo de cómo su padre bebía y maltrataba a su madre, marcando en cierto modo su carácter rebelde. Siendo jovencita convenció a su hermana para que se separara de un marido que también la maltraba, y así lo hizo, aunque luego sufrió el castigo del rechazo de la sociedad. Habían sido demasiado valientes para la época y escandalizaron a toda la sociedad de su tiempo.

Mary Wollstonecraft es una de las grandes figuras del mundo moderno. Escribió novelas,cuentos, ensayos, tratados, unrelato de viaje y un libro de literatura infantil. Fue una mujer fascinante en pleno siglo XVIII porque además, para asombro de toda la sociedad, fue capaz de establecerse como escritora profesional e independiente en Londres, algo inusual para la época. Sin embargo, Mary W. fue minimizada y ridiculizada en todo el mundo anglosajón. En 1792 publica su libro“ Vindicación de los derechos de la mujer”, considerada la obra fundacional del feminismo y hoy no se entiende el feminismo sin este texto y la también imprescindible “Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana” redactada por Olympia de Gouges en 1791. Ambas mujeres pagaron caro su atrevido feminismo en aquellos años, Olympia como premio a su fama por su obra fue guillotinada. Mientras, Mary por la publicación de su obra fue presa de difamaciones y sarcasmos por parte de sus detractores que sin ningún tipo de rubor la apodaron “La hiena con faldas”: no podían soportar su espíritu libre e independiente.

En 1792, justo un mes antes de que guillotinaran a Luis XVI, viajó a París para participar en la Revolución Francesa ya que era una firme defensora de los principios que se defendían.  Una gran Revolución que sin duda trajo nuevos valores, aunque tampoco entonces se tuvo en cuenta los derechos de las mujeres. Lo primero era la Revolución, lo mismo que dirían luego los movimientos políticos del siglo XIX.  Lidia Falcón dice de los valores de la Revolución Francesa que “la herencia que hemos recibido más de dos siglos después es que con respecto a la Libertad, hemos ganado bastante las mujeres; con respecto a la Igualdad hemos ganado muy poca, y Fraternidad, no hemos ganado ninguna”. 

Mary Wollstonecraft se encontró un París en plena revolución y sumido en una gran confusión. Pensemos que ella estuvo allí durante el Reino del Terror de Robespierre… pero en medio de todo aquella vorágine, Mary se enamoró y tuvo una hija de un aventurero norteamericano que más tarde la abandonaría. Cuando los extranjeros fueron expulsados, se volvió a Inglaterra donde intentó suicidarse. Afortunadamente no lo consiguió. Pasado un tiempo, y aunque siempre se había opuesto al matrimonio, se casó con el filósofo William Godwin, uno de los precursores del movimiento anarquista, quedándose de nuevo embarazada. Pero moríria diez días después de dar a luz a su hija, Mary Shelley, a consecuencia de la falta de asepsia en el parto. Tenia 38 años.

Mary ha podido pasar a la Historia, aunque estuvo más de un siglo en el más profundo de los olvidos. Y es que su marido Godwin, profundamente enamorado de ella, cuando ésta murió, escribió su biografía para que su vida no cayera en el olvido, relatando asuntos de su vida íntima. Con ello, escandalizó a la reprimida sociedad de su época que la tachó de inmoral. Así que todos sus escritos fueron prohibidos, desapareciendo de la faz de la tierra, hasta que a finales del siglo XIX fue recuperada por otra mujer, George Eliot y más recientemente con los estudios feministas. 

Mary Wollstonecraft abogaba por el igualitarismo entre los sexos, la independencia económica y la necesidad de la participación política y representación parlamentaria. Dos siglos después, a pesar de los avances, seguimos reivindicando lo mismo. Proclamaba “No deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre sí mismas«. Fue una visionaria: ya estaba hablando de empoderamiento! Defendió a ultranza la educación y se sentía obligada a ofrecer consejos a otras mujeres: hay que tener en cuenta que en aquella época, en la segunda mitad del siglo XVIII, las mujeres pensaban que la única posibilidad que tenían para salir de la pobreza, o no entrar en ella, era casarse. Así que las criticó ardientemente y llegó a escribir que “las Mujeres parecían dedicarse más a sacar brillo a sus cadenas que a quitárselas» 

Su hija escribiría sobre ella: “era uno de esos seres que aparecen quizás sólo una vez por cada generación y que ofrecen a la humanidad un resplandor al que no puede sustraerse ninguna divergencia de opinión. Su genio era innegable”.

¡No somos recién llegadas!

 

http://www.youtube.com/watch?v=nApqBlv2t90

El sábado 10 de enero pusimos en marcha un nuevo espacio dentro de La Galería de Radio Euskadi denominado “No somos recién llegadas”, dedicado a contar la vida de las mujeres que de una forma u otra han hecho Historia, pero que ésta pocas veces la ha tenido en cuenta: o la Historia se las ha tragado, o simplemente no se les ha dado el lugar que merecen en ella.

Este transitar de muchas, muchísimas mujeres por los márgenes de la Historia es fruto de que ésta, la mayoría de las veces ha sido escrita en masculino lo que provoca que se convierta en “verdad universal”, presentando a las mujeres al margen de la civilización, invisibilizándolas a ellas y su contribución al progreso, a la igualdad y en definitiva a la vida de la que ahora disfrutamos. Este “no reconocimiento” ha hecho que las mujeres cuando aparecen, lo hagan como víctimas del proceso histórico, y esa imagen es la que nos hemos propuesto desmontar en el programa, porque es tendenciosamente falsa y porque “visibilizar el pasado y recuperar nuestra historia, nos evita ser permanentemente las recién llegadas».

Este granito de arena o como dice Amelia Valcárcel ese “infinitésimo moral” ante tal injusticia es el que pretendemos aportar todas las semanas (siempre y cuando el fútbol no nos desplace en la parrilla). Y lo vamos a hacer por ellas y para paliar esa falta de visibilización. Por ello lo hemos titulado No somos recién llegadas en una clara alusión a que sin todas y cada una de esas mujeres no estaríamos aquí, y a que por ellas, hoy seguimos aquí. Y dedicado a las que vendrán, porque recuperar la memoria histórica es esencial para seguir avanzando.

Ayer hablábamos de una mujer valiente: Concepción Arenal. Estoy segura de que han oído su nombre inumerables veces, pero la verdad es que pocas personas saben exactamente quién fue. Su nombre rotula algunas instituciones educativas y muchas asociaciones de mujeres, e incluso hay calles que llevan su nombre: una muy cerquita, en Sestao. Ella fue la primera mujer que asistió a la Universidad en el Estado Español.

Concepción Arenal fue una jurista y escritora realista vinculada al pionero movimiento feminista de finales del siglo XIX. En 1841 se convirtió en la primera estudiante de un título superior universitario, pero debido a su condición de mujer, sólo pudo cursar la carrera de Derecho en calidad de oyente y siempre que su presencia en los claustros universitarios no resultara indecente. En la práctica, esto se tradujo en la obligación de acudir a las aulas disfrazada de varón, pero no para que no la reconocieran como mujer, sino porque no podía distraer a sus compañeros vistiendo como lo que era: una mujer.

Por tanto, Concepción se vio obligada a ejercer, diríamos una especie de “travestismo”. El rito era el siguiente: acompañada por un familiar, Concepción se presentaba en la puerta del claustro donde era recogida por un bedel que la trasladaba a un cuarto en el que se mantenía sola hasta que profesor de la materia a impartir la recogía para las clases. Sentada en un lugar diferente del de sus aparentes compañeros, seguía sus explicaciones hasta que la clase concluía, y de nuevo era recogida por el profesor que la depositaba en dicho cuarto hasta la clase siguiente. Con muchísima paciencia y tenacidad, Concepción Arenal terminó sus estudios dederecho acomodándose a estos rituales.

Proseguir determinados estudios en aquellos años implicaba para el caso de las mujeres, que se les reconociera que meramente los habían cursado, esto es, que no tenían derecho a obtener el título, ni mucho menos a ejercer la profesión para la que estos estudios las validaban. De manera que bastantes mujeres que prosiguieron estudios a lo largo de la segunda mitad del XIX y hasta la segunda década del siglo XX y que aparecieron citadas en las actas de fin de carrera, nunca obtuvieron los títulos. En ocasiones se les hizo renunciar explícitamente a ellos. Fue a partir de 1880 cuando algunas universidades europeas comenzaron a admitir a mujeres en las aulas y por eso, aquellas primeras mujeres que tuvieron una educación superior, al verse rechazadas en los ámbitos que querían trabajar, encontraron refugio en la investigación. Enseguida esto se plasmó en los primeros premios Nobel como el de Madame Curie en 1903 y 1911.

Concepción fue una precursora del feminismo en el estado español en plena época del sufragismo. Decía: “La sociedad no puede en justicia prohibir el ejercicio honrado de sus facultades a la mitad del género humano”. Firme defensora de la formación como elemento clave para la consecución de la igualdad proclamaba: “Abrid escuelas y cerraréis cárceles”. En 1910 se permitió por Ley en el estado español que las mujeres pudieran matricularse en la Universidad. Una anécdota por ejemplo es que la Universidad de Deusto no admitió a una mujer hasta 1959. Tal y como decíamos ayer, apenas medio siglo! Lo que si es verdad es que lo hemos aprovechado bien si se miran las estadísticas en cuanto a rendimiento y matriculación. Pero ese tema da para un artículo completo…gracias Concepción!