Caldo machista en ebullición

Ane es una mujer joven de 25 años. Es parte de mi familia y desde hace tres, no es capaz de volver a casa sola por las noches. No sabemos qué le ha pasado porque por mucho que preguntemos para intentar ayudarla, no suelta prenda. Se nos parte el alma cada vez que llama a casa para que sus aitas bajen para acompañarla cuando ninguna de sus amigas o amigos han podido hacerlo. He hablado con ella mirándola a los ojos, para intentar convencerla de que no puede sucumbir al temor de que algo le vaya a ocurrir. Me mira con tristeza y me dice que tengo razón y que lo intenta, pero que por las noches a la hora de regresar a su casa, le invade el miedo y no puede dominarlo.

Es desgarrador comprobar como una mujer a la que hemos educado en la libertad, la igualdad y en el empoderamiento como mujer, no pueda hacer una vida normal en base a esos valores porque todos y cada uno se van al carajo cada noche. Ni que decir tiene que nos aterroriza pensar qué le ha podido ocurrir para que su vida se haya teñido de miedo y de falta de libertad.

Puede que Ane esté entre las 3.465 mujeres (un 7% más que en 2016) que han sufrido violencia machista en Euskadi entre enero y octubre de este año, según datos de Emakunde: más de once mujeres al día que han sido vejadas, violadas, humilladas… la última, ayer mismo en Barakaldo donde una menor ha denunciado haber sido agredida sexualmente por cuatro jóvenes. Ya ven, las manadas se han puesto de moda y conocemos nuevos casos cada día: es lo que tiene sentirse más machotes cuando uno se cree protegido entre colegas a cuál más machirulo. El caldo machista está en ebullición.

Pero termina el año y aunque duela hay que hacer balance. Un balance trágico en el que la violencia machista ha dejado dos mujeres asesinadas en Euskadi y  52 mujeres y nueve de sus hijas e hijos en el resto del estado español.  Sin olvidar que 26 menores se han quedado sin madre. Si llevamos esta cifra al número de feminicidios las asesinadas son 90, según aporta la red feminicidio.net. 

Vuelvo a preguntarme y les invito a que ustedes se hagan la misma pregunta, si en vez de mujeres hubiera sido otro tipo de asesinatos, ¿qué se hubiera hecho? ¿Una simple declaración institucional? ¿Un rechazo simbólico? Sólo a nivel mediático una cadena de asesinatos como la que se produce cada año en el estado español hubiera tenido una repercusión mediática exponencialmente más intensa. Recordemos, porque no hay que dejar de hacerlo, que en quince años 920 hombres han asesinado a sus parejas o exparejas. De nuevo cifras oficiales que dejan en los márgenes de las estadísticas todas aquellas que fueron asesinadas por hombres familiares, amigos…

Cifras, estadísticas, declaraciones, condenas de lo políticamente correcto… pero ¿saben? lo que necesitamos son medidas. La primera de ellas es la de dotar a la lucha contra la violencia de género de un presupuesto honesto con la gravedad de lo que está ocurriendo. Sin embargo, estamos asistiendo al arranque del Pacto de Estado contra la Violencia Machista aprobado en Julio, con importantes carencias desde mi punto de vista, y que de sus más de 200 medidas acordadas después de amargos debates, ninguna ha sido puesta en marcha a día de hoy.

Estos días hemos visto como por fin, se va a dotar al Pacto con 200 millones de euros. De ellos, 20 corresponde a los Ayuntamientos. Hagan la cuenta: unos 2.400 euros de media por cada uno. Una cantidad pírrica para hacer frente a lo que empieza a denominarse ya, terrorismo machista. Hace falta mucha, mucha voluntad política para acabar con la violencia machista, y esa evidente falta de voluntad es la que está permitiendo que las mujeres sean asesinadas, violadas, humilladas y despojadas de su dignidad. Alguien tiene que poner fin a esta lacra, y ante la pasividad de los políticos, me temo que solo las feministas vamos a poder hacerlo con mucha presión en las instituciones, sí, pero también en las calles.

Y es que el machismo campa a sus anchas y  los machirulos no dejan de insultar  a las mujeres y poner en entredicho la lucha feminista, incluso los que se tienen por más intelectuales porque oigan, si algo tiene el machismo es eso, que no distingue de condición ni de intelecto: pone a todos los machirulos al mismo nivel, es decir el del puñetero barro.

Sigamos luchando porque miles de mujeres se lo merecen y porque ya vale de simples condenas autocomplacientes. No nos cansaremos de insistir. Somos feministas y estamos acostumbradas a resistir. Soy feminista y mi compromiso es serio y contundente. Cada día mayor, cada año con más rabia, y este que acaba es solo un preludio de lo que vendrá. Si dicen que este 2017 fue el año del feminismo, ahora empieza lo bueno!

 

Y las mujeres ¿ganaron las elecciones?

En las pasadas elecciones del 20D, ha ocurrido algo bastante poco habitual hasta ahora: fue la campaña en la que más he oído hablar sobre las mujeres, la Igualdad de Género y de Feminismo. Tampoco ha sido para tirar cohetes pero es verdad que la #ViolenciaMachista ha jugado un papel clave en algún que otro debate (sobre todo, porque durante la campaña electoral tres mujeres fueron asesinadas «oficialmente»). En uno de esos mediáticos (y mediatizados) debates, uno de los partidos (CiudadanOs) se jugó, o mejor perdió, muchos votos con unas declaraciones sobre la Violencia contra las Mujeres, en las cuales se hacía eco de su “visión” sobre esta lacra y que recogían en su programa, en el cual, y cito literalmente, quieren acabar «con la asimetría penal por cuestión de sexo» reformando la Ley Integral contra la Violencia de Género. A partir de esas declaraciones (no sólo, pero también, estoy segura) su caída fue en picado.

Este debate, es decir el del machismo recalcitrante que no cesa en querer equiparar que una mujer mate a un hombre a que un hombre mate a una mujer, solo refleja el no entender nada sobre la asimetría real del sistema patriarcal en el que vivimos, porque que las mujeres sean asesinadas por los hombres se produce en un contexto de desigualdad que los machirulos de turno se obcecan en no querer reconocer. Es lo que ya se ha denominado “la reacción posmachista del machismo”: todo para que este no desaparezca porque con él se van los privilegios, el rol dominante masculino que el patriarcado sostiene y la dulce sensación de poder decir siempre a las mujeres lo que tienen o no tienen que hacer.

no se nace machirulo

Entiendo, y quiero creer que muchas mujeres se movilizaron por tanto el pasado diciembre para no votar a partidos que además de ofendernos, cuestionan tal y como dice Miguel Lorente “la realidad de la violencia de género, al tiempo de atacar a las mujeres y a toda persona que la defendiera”. Pero nosotras hemos, o estamos aprendiendo la lección: cada vez tenemos un mayor grado de concienciación y ya no van a decirnos qué tenemos (o no) que hacer. Desde hace apenas un siglo (en Estado Español las mujeres votaron por primera vez en 1933) tenemos un arma irrefutable que nos da poder: nuestro voto. Y esto se lo debemos a las mujeres que durante casi dos siglos lucharon incansablemente por ello: las sufragistas.

LAS SUFRAGISTAS

Hace poco más de un mes llegaba a las pantallas la película Las Sufragistas, narrando cómo estas consiguieron el voto para las mujeres en Gran Bretaña en 1928. A menudo se ha identificado el movimiento sufragista como aquél en el que sólo se pedía el derecho al sufragio y nada más lejos de la realidad, así lo afirma Ana de Miguel en 10 palabras claves sobre mujer: “las sufragistas luchaban por la Igualdad en todos los terrenos apelando a la auténtica universalización de los valores democráticos y liberales”. Además, Amelia Valcárcel afirma en su artículo La memoria colectiva y los retos del feminismo que la política democrática debe al movimiento sufragista dos grandes aportaciones de estilo:

  • La palabra Solidaridad (para evitar fraternidad con raíz “frater”-hermano varón-)
  • Los métodos y modos de la lucha cívica actual. El sufragismo innovó las formas de agitación e inventó la lucha pacífica.

A todas esas mujeres en todo el mundo, les debemos que ayer, hoy y mañana no sólo nuestro voto, sino también nuestro compromiso político sirva para cambiar el mundo. Un mundo más justo, más habitable y sobre todo un mundo donde dejemos de ser ciudadanas de segunda y nos maten en parte, por eso mismo. Cuidado, porque las cosas están cambiado y estas últimas elecciones son una prueba de ello: hemos empezado a marcar la agenda política y ya no hay vuelta atrás: es una #CuestióndeEstado!

¿Puta barata?

Si apenas hace diez días pedía un «poco de por favor» a los machirulos para que midieran sus palabras y se cortaran un poco a la hora de verter insultos a las mujeres, desde mi post «Desnudas más elegantes»nos desayunamos con otro alcalde que se suma al de Málaga, Valladolid y Granada,insulta a la portavoz del PSOE en Castilla La Mancha llamándola [Enlace roto.]

DESMADRE MACHISTA

Llega el verano y por tanto el desmadre machista. Es como si el calor fuera sinónimo de luz verde para la incontinencia verbal de algunos cargos públicos que, incapaces de contenerse, se desmelenan con lo mejor de su repertorio. Siempre lo digo, cuando la sangre se concentra en el órgano con el que no se piensa, toda actividad cerebral desaparece y la verborrea de los machirulos alcanza niveles insospechados. Y el nivel como ven, va subiendo… este alcalde del PP de un pueblo de Cuenca, llama puta a una mujer y encima se jacta en FaceBook de «no querer callarse porque no le apetece»… y aquí paz y después gloria.

TWT PUTA BARATA

La machirulez campa a sus anchas estos días de Julio y no conformándose con las agresiones verbales furibundas, hace estragos en fiestas, bares y por supuesto, dentro de las casas. Así, este mes de Julio está siendo nefasto para nosotras: cinco mujeres asesinadas por la violencia machista en 15 días: quemadas vivas, apuñaladas, apaleadas, asfixiadas… En lo que va de año, 22. A día de hoy, quedan tres casos por investigar, que podrían elevar a 25 las víctimas hasta mediados de julio. Empieza a ser el pan nuestro de cada día, y lo peor es que corre el riesgo de convertirse en una sordina de fondo, y que al final nadie le preste atención.

LAS CAUSAS 

La verdad es que sería muy simple afirmar que todo esto es efecto del calor. En el caso de la violencia machista, el forense Miguel Lorente lo argumenta muy bien, desmintiendo esta creencia popular, y lo explica en torno a dos ejes: la convivencia y el control: “Hay dos factores: el hombre convive más tiempo con la mujer. Y, en los separados, el cambio en las rutinas de ellas intensifica el control de ellos, los enerva».

En el caso de las agresiones sexuales en fiestas donde tocar el culo, las tetas y todo lo que se ponga por delante que si pertenece al género femenino pasa a ser automáticamente de «consumo popular masculino», es una demostración sangrante de que la desigualdad pervive y que desafortunadamente las generaciones más jóvenes no están haciendo mucho por combatirla.

PUTAS, TETAS Y CULOS

Tratar a las mujeres de putas, violarlas, sobetearlas, y en último caso asesinarlas, es el exponente de una sociedad enferma donde las mujeres siguen siendo ciudadanas de segunda y la evidencia de que no tenemos los mismos derechos ni consideración social que los hombres. Mujeres libres, empoderadas, que se desnudan, que hacen lo que les da la gana y sobre todo, se acuestan con quien les da la gana, no gustan nada y para algunos por supuesto, es motivo de agresión de cualquier tipo.

https://www.youtube.com/watch?v=nEYdZ1mjpwo[/youtube

!Ay Diosas del Olimpo! (por hacer un guiño solidario a Grecia), cuánto camino nos queda por recorrer, cuántas bocas que tapar y cuantas manos manchadas de sangre que condenar. Y eso que el verano no ha hecho más que empezar… Atentas!

¡Desnudas más elegantes!

Una piensa que el pudor y una poquita de vergüenza ajena a menudo debiera contagiarse. Pero pasa el tiempo y veo sorprendida que esto no es así. Durante el año pasado, y si no recuerdo mal también en verano, los alcaldes de Valladolid y Málaga hacieron gala de ser unos machirulos de cuidado. Hoy el de Granada, sin haber aprendido nada al respecto, hace alusión a que las mujeres con “menos ropa, son más elegantes”.

Me pregunto cómo somos capaces de escuchar tantas machistadas y que no se nos remuevan las entrañas. A mi se me remueven y mucho… y están bien las disculpas, pero lo que exigimos es que declaraciones así no vuelvan a producirse. Decía yo hace poco, en este mismo espacio, que estos sarpullidos contínuos de micromachismos cotidianos nos dejan el corazón lleno de ronchas y añado ahora que con el tiempo estas heridas, si no mejoran, se convierten en postillas de esas que dejan marcas… y no se borran jamás.

Es tan cansino este discurso que lo mejor sería no hacerles caso, taparse la nariz y dejar que el aroma testosterónico que se respira por todas partes, nos de un poco de tregua, pero el caso es que el día a día no hace más que demostrarnos que cañetes (si, con minúsculas), y demás líderes políticos muy a menudo hacen flaco favor a las Mujeres y a la Igualdad de Género.  Y me refiero tanto a los de nuevo cuño como del antiguo, porque como llevo denunciando aquí hace mucho tiempo, aquí ninguna sigla se salva. Y sinceramente si no fuera por las mujeres que militan en todas ellas, y las denuncias que día a día llevamos a cabo, volveríamos unos cuantos siglos atrás… ¿Creen que exagero? Puede, pero por si acaso estemos alertas! 

¡No habrá PAZ para las Mujeres!

Creo que no habido, desde hacía mucho tiempo, una semana más trágica para las mujeres como esta última de agosto. Y si la ha habido la he olvidado en un doble ejercicio de por un lado, querer mirar hacia adelante y por otro y sobre todo, por la ilusa creencia de que no iba a volver a ocurrir. Craso error, y tal y como digo, ficticia ilusión…

Este sangriento mes de agosto han sido asesinadas por la violencia machista diez mujeres. La dos últimas hoy en Arganda del Rey. La más joven de ellas ha permanecido muy grave a causa de las heridas en un hospital en Madrid. Con un punzón clavado en el pecho tras siete puñaladas, salió a la calle para pedir ayuda, después de ver como su novio mataba a su madre. Me imagino la escena y no puedo dejar de estremecerme pensando que me retrotrae a los peores momentos de esa España negra que una nunca quiere rememorar. Poco después de las nueve de la noche, ha muerto.

42 mujeres asesinadas en lo que va de año. Ocho más que el año pasado en las mismas fechas. La violencia machista, sin duda alguna, se está cebando con las mujeres. En el año 2013 se produjeron casi 125.000 denuncias por agresión sexual en el Estado español. En Euskadi casi 4.000 (exactamente 3.937). Estamos hablando de un país donde se produce una violación cada ocho horas. En Europa 10 millones de mujeres han sido violadas. Europa!

Tal es la violencia contra las mujeres que todavía es más sangrante escuchar como ciertos sectores se empecinan en decir que las mujeres denuncian maltratos y violaciones que no son verdad, pura invención con no sé qué fines… Parece que a las mujeres les encanta ir por la vida diciendo que han sido agredidas, vejadas y violadas. No sé en qué ponzoñosa cabeza que no sea estrictamente machista puede caber tal pensamiento porque con ello lo que se consigue es que todavía se denuncien menos. Dicen las personas expertas en este tema que el 70% de las mujeres que denuncian y se dejan ayudar,consiguen superarlo y salir de la espiral de la violencia machista. Pero estoy segura de que si algo hace que las mujeres no denuncien es el proceso de íntima vergüenza que produce reconocerlo y el miedo a que no se las crea. A ponerlas en el punto de mira de una sociedad que todavía no termina de entender que esto es un problema de todas y todos, y que es más que urgente erradicarlo.

Un caso execrable de lo que estoy diciendo es el de la “supuesta violación” de 5 chicos a una mujer en Málaga, ocurrido este agosto maldito. Además de que la jueza no ha visto pruebas contundentes para condenarlos, lo más humillante del tema es poner en duda la palabra de la mujer y ver cómo se les ha jaleado con vítores a la salida del juzgado para mayor humillación, si cabe, de la víctima.

Con este tema tocamos “hueso”, es decir se llega al factor clave de la cuestión. Me explico: una chica conoce chicos, sale con ellos, baila con ellos, y si le da la gana decide tener relaciones sexuales con ellos. O no. El tema está cuando la chica dice exactamente eso, NO. Entonces automáticamente algunos hombres entienden que ese NO es que sí, que ”venga tonta que te va a gustar”, que” no sabes lo que te pierdes” y un montón de machistadas más que los machirulos con la testosterona en el cerebro entienden que debe culminar en lo que a ellos les dé la gana. Por supuesto, si ya “me has puesto caliente” pues ese punto final ya sabemos cuál es: que para eso “tienes la culpa por  ponernos tan cachondos”. Y ahí, la voluntad de la mujer importa una m…

Lo peor es que este tipo de hombres piensan que no han violado a una mujer. Simplemente han hecho lo que entienden como “ella se lo estaba buscando”. Y de ahí infieren que es su derecho, y por supuesto consentido, por parte de ella. Es terrible. Para evitarlo, chicas no salgan a la calle, corran cortinas, y sobre todo estén muertas de miedo, que al fin y al cabo son las  culpables de lo que pueda ocurrir. Lo de siempre: la culpa es de la agredida en vez del agresor! Nosotras no causamos el problema, pero se nos obliga a ponerle solución!.

Sin embargo, parece que en vez de tomar cartas en el asunto, con medidas realmente efectivas que vayan a la raíz del problema, la situación empeora día a día. El estado español, de hecho, ha descendido seis puestos en el Índice de Desigualdad de Género Europeo desde el año 2009 hasta ocupar el número 15. Después de que en este Agosto hayan sido asesinadas 2 mujeres por semana, es posible que se haya pasado al final de la cola. Purita vergüenza. Como decía en el título, me temo que efectivamente no habrá PAZ para las mujeres… pero sí para muchos, demasiados, malvados.

Nota: este post fue escrito el sábado día 30 de agosto por la noche cuando algunos medios daban por muerta a la mujer más joven. Afortunadamente la mujer, aunque muy grave y en reanimación, está en estos momentos luchando por su vida (domingo 31 de agosto).