¿Puta barata?

Si apenas hace diez días pedía un «poco de por favor» a los machirulos para que midieran sus palabras y se cortaran un poco a la hora de verter insultos a las mujeres, desde mi post «Desnudas más elegantes»nos desayunamos con otro alcalde que se suma al de Málaga, Valladolid y Granada,insulta a la portavoz del PSOE en Castilla La Mancha llamándola [Enlace roto.]

DESMADRE MACHISTA

Llega el verano y por tanto el desmadre machista. Es como si el calor fuera sinónimo de luz verde para la incontinencia verbal de algunos cargos públicos que, incapaces de contenerse, se desmelenan con lo mejor de su repertorio. Siempre lo digo, cuando la sangre se concentra en el órgano con el que no se piensa, toda actividad cerebral desaparece y la verborrea de los machirulos alcanza niveles insospechados. Y el nivel como ven, va subiendo… este alcalde del PP de un pueblo de Cuenca, llama puta a una mujer y encima se jacta en FaceBook de «no querer callarse porque no le apetece»… y aquí paz y después gloria.

TWT PUTA BARATA

La machirulez campa a sus anchas estos días de Julio y no conformándose con las agresiones verbales furibundas, hace estragos en fiestas, bares y por supuesto, dentro de las casas. Así, este mes de Julio está siendo nefasto para nosotras: cinco mujeres asesinadas por la violencia machista en 15 días: quemadas vivas, apuñaladas, apaleadas, asfixiadas… En lo que va de año, 22. A día de hoy, quedan tres casos por investigar, que podrían elevar a 25 las víctimas hasta mediados de julio. Empieza a ser el pan nuestro de cada día, y lo peor es que corre el riesgo de convertirse en una sordina de fondo, y que al final nadie le preste atención.

LAS CAUSAS 

La verdad es que sería muy simple afirmar que todo esto es efecto del calor. En el caso de la violencia machista, el forense Miguel Lorente lo argumenta muy bien, desmintiendo esta creencia popular, y lo explica en torno a dos ejes: la convivencia y el control: “Hay dos factores: el hombre convive más tiempo con la mujer. Y, en los separados, el cambio en las rutinas de ellas intensifica el control de ellos, los enerva».

En el caso de las agresiones sexuales en fiestas donde tocar el culo, las tetas y todo lo que se ponga por delante que si pertenece al género femenino pasa a ser automáticamente de «consumo popular masculino», es una demostración sangrante de que la desigualdad pervive y que desafortunadamente las generaciones más jóvenes no están haciendo mucho por combatirla.

PUTAS, TETAS Y CULOS

Tratar a las mujeres de putas, violarlas, sobetearlas, y en último caso asesinarlas, es el exponente de una sociedad enferma donde las mujeres siguen siendo ciudadanas de segunda y la evidencia de que no tenemos los mismos derechos ni consideración social que los hombres. Mujeres libres, empoderadas, que se desnudan, que hacen lo que les da la gana y sobre todo, se acuestan con quien les da la gana, no gustan nada y para algunos por supuesto, es motivo de agresión de cualquier tipo.

https://www.youtube.com/watch?v=nEYdZ1mjpwo[/youtube

!Ay Diosas del Olimpo! (por hacer un guiño solidario a Grecia), cuánto camino nos queda por recorrer, cuántas bocas que tapar y cuantas manos manchadas de sangre que condenar. Y eso que el verano no ha hecho más que empezar… Atentas!

El poder de las Mujeres

A menudo se nos acusa a las feministas de estar continuamente contando el número de mujeres que aparecen en las fotos o en las noticias referentes al mundo de la política o entornos económicos. Me pregunto cómo sería posible no hacerlo, y sobre todo me pegunto que si no lo hacemos nosotras, ¿quién lo va a hacer? Este afán, que sólo pretende visibilizar, o mejor dicho, denunciar la invisibilización de las mujeres en los ámbitos de poder y toma de decisiones, nos está dando mucho trabajo últimamente, en todas partes.

Evidentemente, esto viene a colación del recién nombrado Gobierno griego, donde ninguna mujer «ha tenido el honor» de formar parte del mismo. Hace unos meses, ya denunciaba en este mismo medio con mi post: «Mujeres en Política, ¿quién dijo miedo?», la paupérrima situación de las mujeres en el ámbito político. Pero no me resisto a seguir lanzando nuevas cifras. Así en Europa, el 72% de las personas que constituyen los gobiernos son hombres: España 62%, Noruega y Suecia cumplen la paridad con un 50% y en Finlandia por el contrario, los hombres son el 41%. Es curioso, los países más avanzados tienen muchas mujeres en sus gobiernos. Grecia sin embargo, se lleva el puesto de honor con el 100% de hombres en el suyo recién estrenado. No se crean, antes del  triunfo de Syriza, también estaba en el top con un 95% de hombres (había una mujer en el gobierno anterior).

Sypraas 2

Una puede creer en determinados proyectos políticos, porque representan un cambio en un momento en el que hay que hacer frente a la austeridad dictada por los que más tienen (y quieren tener más),  a los recortes, a la pobreza y al desempleo, y también porque muestran el triunfo de que es posible converger si se quiere ganar, y sobre todo, porque representa una ideología de izquierdas que hace frente al  avance galopante de las políticas neoliberales que están arrasando con los derechos de las personas. Todo esto es legítimo,engancha, seduce… hasta que nos encontramos con los derechos de las mujeres. Hablar de izquierda y feminismo es en sí mismo complejo, porque nunca se han llevado bien. A lo largo de toda la Historia, para la izquierda siempre ha habido «cosas más importantes» y por supuesto más urgentes que las reivindicaciones de las mujeres. Nunca es el momento. Contaba Robin Morgan, activista feminista y escritora, que cuando las mujeres se incorporaron a los movimientos de los sesenta de la denominada Nueva Izquierda, a la hora de participar en las supuestas reuniones revolucionarias para cambiar el viejo orden (¿les suena?), al final acababan «pasando a máquina los discursos de los varones y haciendo café, pero no política…»

Algo han cambiado las cosas, por supuesto, pero quizás no lo suficiente si en la Europa del siglo XXI siguen pasando cosas como en Grecia, donde una coalición de izquierdas se hace con el poder y se deja a las mujeres fuera del ámbito político de primera línea, sin que a Tsipras y sus acólitos se les mueva un pelo. No es una fijación por contar, es que la ausencia de mujeres en los espacios de poder, pone en cuestión  tal y como dice Rosa Cobo  «la legitimidad de la Democracia».

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La paridad de género (más allá del trasnochado y simple denominado «equilibrio de género») debe ser una conquista de justicia social para las mujeres, pero además, debe servir para corregir las relaciones asimétricas de poder entre ellas y los hombres. No es una medida coyuntural, es una herramienta política que debe tener como finalidad acabar con el sistema patriarcal que sustenta la ya sempiterna desigualdad. No es democrático que la mitad de la población sea relegada sin ningún tipo de argumento, al menos válido, a estas alturas. Pero es de recibo que la izquierda, aquí y en el resto del mundo, deje de mirarse el ombligo y rinda cuentas ante las mujeres. Es su asignatura pendiente y nos lo debe. Y si no nos entienden cuando afirmamos que «la Democracia será Feminista o no será», nosotras se lo explicamos, porque tener, lo tenemos muy clarito. También la Revolución!