Votamos las Mujeres?

Lo he empezado a dudar durante esta campaña electoral. Y miren que he esperado hasta casi el final. Pero es poner la televisión, escuchar la radio, leer la prensa o lo que es peor abrir el buzón y encontrarte un montón de propaganda electoral y comprobar día a día que el voto se lo piden sólo a los hombres porque ni se toman la molestia de hablar con un lenguaje inclusivo, ni hemos sido protagonistas de la misma ni un solo día.

Se ha hablado muy poco de Igualdad entre Mujeres y Hombres en esta campaña, muy poco por no decir apenas nada. Como siempre, hemos sido invisibilizadas: parece que a nadie le interesa nuestros problemas, nuestras aspiraciones y sobre todo nuestro punto de vista. Así hemos desaparecido en los discursos de los mítines, y en la representación mediática y en algunos programas electorales.

Leo un interesante artículo sobre Obama y las elecciones en EEUU, cuyas estrategias de comunicación han sido y son admiradas por algunos partidos aquí, y dice que en el último debate Obama dijo hasta 50 veces la palabra mujeres, porque hablaba por y para para ellas. En los sondeos del día siguiente (ya saben como son allí) había subido su aceptación entre las mujeres significativamente. Vean que fácil. Pero aquí ni eso. Para qué? si ya saben que cuando hablamos en masculino es para ellas también.

Sí, ya sé que la crisis ha fagocitado todo, pero no es excusa. Se está hablando mucho de políticas de empleo, pero no se habla del colectivo femenino en particular, siendo que las mujeres son las que más están siendo golpeadas por el desempleo, la precariedad laboral y las desigualdades en los salarios. Firman menos contratos indefinidos, se ven abocadas a los cuidados de personas dependientes,a causa de que  las políticas sociales se van viendo reducidas, cobran de media un 30% menos que los hombres y van engrosando las lista del paro a marchas forzadas. Cuando la crisis tiñe todo el sistema patriarcal que nos domina, se ceba en las mujeres y como resultado, sin que a ningún político le importe, es que el paro y  la pobreza tienen rostro de mujer.

Y mientras tanto, los y las políticas, siguen hablando en masculino, y yo que lo escucho, siento que no están hablando conmigo. Aparte de vascos y vascas, ciudadanos y ciudadanos y creo que poco más, que se  han aprendido de carrerilla, no hacen ningún esfuerzo por hablar por y para nosotras.

Y mires señores y señoras, somos el 51% de la población. Se imaginan que todas decidiéramos no votar? Si hiciéramos una huelga de voto (fíjense que yo soy feminista y esto me duele mucho ya que muchas vidas se quedaron en el camino por conseguir este derecho), “su sistema” se iría al carajo, porque quieran reconocerlo o no, nos necesitan y no nos conformamos con que nos presten sólo atención en plan condescendiente: somos parte del progreso y de esta democracia cosida a su manera y por ello reivindicamos nuestro lugar en ella. Bueno, quizás otra democracia, porque esta no nos tiene en cuenta.

De todos los programas que he leído, hasta los partidos más de izquierda, no se han preocupado de cuidar su lenguaje, los de no se sabe ya qué izquierda, hablan absolutamente todo el rato en masculino, algún partido ha tenido la osadía de incluir las Políticas de Igualdad en el apartado de solidaridad, demostrando que no entienden nada aunque luego su redacción esté muy pensada y bien escrita. La candidata a lehendakari por el partido más abertzale posible, no ha nombrado ni una sola vez la palabra feminismo, (le da vergüenza?) Y de algún otro partido de derechas, ni me he atrevido a mirar porque temo ponerme tan de mala leche que igual no se me pasa en una semana.

Pocos son los partidos que ha afrontado en su programa este tema desde una perspectiva feminista claramente. Y aunque no se diga abiertamente, lo que pasa es que la democracia moderna sigue excluyendo a las Mujeres y ningún partido que no haya encarado este tema con valentía desde esta perspectiva, va a ser capaz de solucionarlo. Mis felicitaciones a quienes lo han hecho. Espero que no se quede en papel mojado y que se cumpla lo que se dice. Porque las mujeres vamos a estar ahí para vigilarlo y para denunciarlo y criticarlo si así no fuera. No podría ser de otra manera. No tengo muchas esperanzas, pero será que como dice mi admirada Lagarde, las feministas somos pesimistas en la razón pero siempre optimistas con el corazón.