Sí, me quiero: sin naranjas ni príncipes azules.

Con  fuerte repercusión mediática no solo aquí en Euskadi sino también a nivel de algunas televisiones estatales como Antena 3 y La Sexta, la boda de 14 mujeres que se dieron el Sí, me quiero ha sido uno de los actos más emocionantes a los que he asistido en los últimos meses.

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May Serrano su alma-mater y creadora del “evento” dice en la presentación del acto que tuvo su primera edición en 2011 que “es una invitación a la reflexión, una acción que nos lleva a convertirnos en dueñas de nosotras mismas, a cuestionarnos qué lugar ocupamos en nuestra vida, una pregunta abierta a la sociedad que nos dice todo el tiempo que no estamos completas hasta que encontramos nuestra media naranja».

Esta acción tuvo lugar por primera vez en 2011 organizada por el colectivo Mujeres Imperfectas y se ha repetido en ciudades como Cádiz, Teruel, Sopela y Ondarroa. Pero el viernes aquí en Bilbao en un lugar que no podía ser más ad-hoc como es Bilbo Rock (antigua iglesia hoy recuperada como espacio cultural bajo la tutela del Ayuntamiento de Bilbao) fue muy, muy emocionante porque tuve la suerte de oficiar la ceremonia y casar a estas bellísimas y valientes mujeres que con su entusiasmo y sinceridad arrebatadora hicieron que se nos saltaran las lágrimas sin apenas poderlo evitar.

Se casaron consigo mismas y prometieron quererse y cuidarse por encima de todo. Hicieron sus votos para dejar de una vez por todas sus mochilas cargadas de complejos y problemas que sin ser suyos, les han robado parte de sus vidas. Prometieron vivir y ser felices pero consigo mismas, sin perdices y sin tonterías románticas. Todo lo contrario: con alegría y decisión, con rotundidad y unas ganas de seguir siendo dueñas de su vida que contagiaron a las más de cien personas invitadas que asistieron a la boda.

Este evento tiene como fin empoderar a las mujeres y una intención claramente pedagógica de cómo tenemos que aprender las mujeres a querernos más y  cuidarnos a nosotras mismas (de lo que hace tiempo nos hemos olvidado en nuestro afán de cuidar a las y los demás), muy al contrario de lo que este sistema heteropatriarcal que nos domina, nos quiere imponer día a día. Y en esa imposición, el concepto de amor romántico con el que se nos bombardea minuto a minuto y sobre todo en el que se  nos educa, juega un papel importante.

Sin duda el amor romántico es una forma clarísima de control sobre las mujeres y está en la raíz de la violencia machista. Conceptos como «el amor lo salva todo», «sin ti no soy nada», «no puedo vivir sin ti» y miles de ideas de este tipo, son tan perversas como letales aunque se quieran adornar de corazones y violines.

Decía Marcela Lagarde que «el sujeto simbólico del amor en diversas culturas y épocas ha sido el hombre y los amantes han sido los hombres. La mujer, cautiva del amor, ha simbolizado a las mujeres cautivas y cautivadas por el amor. Se trata del amor patriarcal y de los amores patriarcales». Qué haríamos sin tu inspiración, querida Marcela.

Así que señores y sobre todo señoras, ni príncipes azules, ni ranas que besar ni «contigo pan y cebolla» porque ni somos la costilla de nadie y menos una media naranja. Sin dudarlo somos, estamos y nos queremos enteras y sin necesidad alguna de que  nadie nos complete ni en rosa ni en azul. De eso iba la ceremonia, y en la siguiente la que se casa soy yo.

Nota: algunas de las fotos son de David de Ecuador Etxea.

¡La igualdad no es tal!

Esta semana ha estado cargadita de eventos donde las protagonistas han sido las Mujeres.
Desafortunadamente y no sé si debido a una falta evidente de organización (igual es imposible pedir esto cuando quien organiza los actos son de diferentes ideologías), o a un espíritu mal entendido de competitividad, los dos han coincidido en las mismas fechas. Quiero
pensar que ha sido fruto del azar. Así que me he tirado los dos días que han durado ambas jornadas, cruzando el puente de Deusto de un lado para otro en un intento, muy femenino por cierto, de “llegar a todo”.

En las Jornadas de Violencia de Género y Medios de Comunicación, asistí a una conferencia de Pilar López, experta en la materia, titulada “Avances y Retos de la formación de profesionales de los medios de comunicación contra la violencia de género”. El título no podía ser más explícito sobre a quién iba dirigido. Lo peor fue cuando nada más empezar, Pilar preguntó cuántos periodistas había en el auditorio. Calculo que estaríamos allí más de 100 personas. Saben cuántos levantaron la mano? Unos doce!!!! Me quedé atónita! Esto evidencia que es un tema que no suscita interés en la profesión. Y miren que las jornadas eran gratis y qué menos que aprender un poco si te lo ponen en bandeja. Pilar empezó afirmando rotundamente: “No puede haber profesionales neutrales. El periodismo tiene la obligación de posicionarse en contra de la violencia de género”, afirmación que yo comparto al 100%, como ya saben los y las seguidoras de este blog. Fue una charla relajada, amena y muy pedagógica, con un agradecimiento explícito al Feminismo porque como bien afirmó ella, “sin ese movimiento no estaríamos aquí hablando de esto”. Gracias también a ti, Pilar! Pena de todos y todas los que no estuvieron allí para hacer mejor su trabajo.

El otro seminario ha sido de un tinte diferente. Para nada institucional, más humilde en sus medios, pero tremendamente interesante bajo el título: De Pekín hacia adelante, pasos hacia la Igualdad Real (con mayúsculas, si señora). Ha sido un encuentro netamente feminista donde desafortunadamente han asistido pocos hombres (reto a conseguir). No puedo resumir en unas líneas, el “chute de energía” que ha sido escuchar desde luchadoras veteranas que estuvieron allá por 1995 en la tan fructífera Conferencia de Pekín, hasta jóvenes que han conseguido que el Feminismo sea parte protagonista del movimiento 15M.

Como he asistido a muchísimos foros profesionales donde prima lo masculino, no saben lo que he agradecido no escuchar sólo hablar para ellos, no ver sólo corbatas, no oír ejemplos estereotípicos, no escuchar chistes machistas que se ríen por complacencia, sin darnos cuenta de que forman parte de lo que Amelia Valcárcel, catedrática feminista, denomina Violencia de baja intensidad contra las Mujeres. En fin, que ha sido una soplo de aire fresco oír discursos llenos de vitalidad, sin acritud, sin agresividad, sin competitividad, con mucho humor y sobre todo con muchas, muchas ganas de trabajar en positivo, porque la Igualdad Real no está conseguida ni mucho menos, por mucho que intenten hacérnoslo creer cada día. Una lección interesante fue el mensaje lanzado por una de las jóvenes “indignadas”: “No importa lo que cada Mujer vote, creemos un espacio común para las Mujeres”. Cómo lo comparto! Pero de repente se me ocurre que poniéndolo en práctica, igual este desmán de coincidencia de los dos Seminarios en una ciudad como Bilbao, pudiera haber sido evitado.

Queda tanto por hacer que por eso apoyo el mensaje lanzado por mi admirada Marcela Lagarde defendiendo “la rebeldía, la osadía, la transgresión para defender vivir de otra manera. A las Mujeres nadie nos ha regalado nada, hemos creado cada oportunidad y hemos aprendido a conservarlas y además las hemos hecho universales. Pero me temo que los tiempos que se avecinan no nos lo van a poner fácil. Caminemos….