Nuestra relación con Alicia

Sábado 18 de enero de 2020

Acaba de fallecer Alicia Gómez Montano, periodista de TVE con la que tuvimos  relación informativa en los años de dirección de María Antonia Iglesias como directora de Informativos. Por poco no fue directora general del Ente siendo  en la actualidad Directora de Igualdad y para muchos en RTVE el timón hacia la despolitización de la empresa. Una TVE pública de todos. Los archivos de esa casa están llenos de reportajes con su firma  y, como mano derecha de María Antonia, se ocupó de hacer uno de ellos en 1995 con el centenario de la fundación del PNV. Veremos si ahora con el 125 alguien hace algo parecido.

Madrileña de 1955 fue redactora del programa En Portada, directora del programa Informe Semanal de 2004 a 2012, vicepresidenta de Reporteros Sin Fronteras, directora de Informativos de Televisión española en Navarra  y en 1988 y con María Antonia como jefa asumió hasta 1996 la jefatura de la sección nacional de los telediarios.

Cuando la brunete mediática hablaba de las “chicas de Arzalluz” de forma peyorativa ella junto a María Antonia Iglesias y Amalia Sánchez San Pedro lo celebraba en momentos en los que atacar la figura del presidente del EBB era todo un hobby. Recuerdo cenas en Madrid con ellas y Susana Olmo y llamarle a Pérez Rubalcaba que vino a los postres. Como se ve otros tiempos.

Su jefa,  la periodista gallega  fue  María Antonia Iglesias. Antigua militante del PCE, católica, dura, con personalidad, la conocí con el micrófono de TVE  en  los pasillos del  Congreso. Un día, siendo Felipe  González presidente y Jordi  García Candau director General de TVE me llamó pues quería estar con nosotros. Le habían nombrado directora de los servicios informativos y sabía  que entre sus manos tenía más poder que varios ministros. Eran los tiempos de la televisión única.

Fui a la comida con Rafael Suso, que  dirigía la comunicación del Lehendakari Ardanza en  Ajuria Enea  y con el secretario de presidencia  Carmelo Sáenz de la Maza. Ella  acudió con Amalia Sánchez Sampedro y Alicia Gómez Montano. Y nos  dijo, «Os he llamado porque no quiero un informativo a dos. El estado español es más  que dos partidos. Y este es un sistema parlamentario, no bipartidario y quiero deciros que vuestras noticias e informaciones serán tenidas en cuenta. Y además me interesa que Euskadi no solo sea noticia por ETA”. Nosotros le contestamos que nos parecía muy bien y que además ese principio también favorecía al gobierno porque no toda  la oposición estaba contra el PSOE sino muchas veces, fundamentalmente, contra aquel PP de Aznar.

Y cumplió. Recuerdo una vez que Xabier Arzalluz fue manipulado en sus declaraciones. Le sacaron llamando poco menos que «maricón de turno” a políticos españoles. Ante aquello le  llamamos a María Antonia y a Alicia y  ésta inmediatamente le mandó una cámara para que aclarase la manipulación. Arzalluz había criticado «a los Mario Condes de turno» que ni es lo mismo, ni se escribe igual. Y así varias veces.

Asimismo le recuerdo a María Antonia Iglesias  y a Alicia  en  Mutriku un 31 de Julio llegando con un  ramo de flores a la misa y posteriormente en la comida en el Batzoki, así como su reportaje hecho con mimo en el centenario del PNV y posteriormente su defensa de  la figura del presidente del EBB a quien  invitaba a visitar Madrid y explicar ante periodistas de todo tipo, las políticas que el EBB adelantaba en tiempos de los Lehendakaris Ardanza e Ibarretxe.

Todo esto acabó cuando llegó Aznar y puso a aquel manipulador llamado  Alfredo Urdaci que hizo verdaderas tropelías distorsionando la información, (Letizia Ortiz era su periodista  de cámara), pero María Antonia en Radio Euzkadi con Dani Álvarez , en su  espacio de radio y  en televisión, siempre fue una referencia de defensa, comprensión y apoyo a las tesis nacionalistas como opciones democráticas , no siéndolo ella en absoluto, y haciendo la distinción muy clara entre el terrorismo de ETA y las fuerzas democráticas. Lo hacía porque creía en la pluralidad de la información propia de un sistema democrático frente a las brunetes mediáticas que cada cierto tiempo disparaban a mansalva. A ella le llamaban la albóndiga. Y a Alicia epítetos parecidos.

Me ha sorprendido la muerte de Alicia como en su día la de María Antonia, periodistas de raza, plurales, con personalidad y curiosidad por la otra cara de la información. Se le echará en falta pues  hubiera sido una persona clave en esta nueva etapa. Descanse en paz.

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