Con el cordón de San Blas no habría coronavirus

Lunes 3 de febrero de 2020

Habrá que hablar con los chinos que también hacen milagros como montar un hospital para mil enfermos en diez días y contarles la historia del cordón de San Blas, porque  estos chinos si son budistas o ateos no saben que existió un obispo en Sebaste, antigua Armenia y hoy Turquía, médico, al que decapitaron  los esbirros del emperador Licinio en el siglo IV porque hacía milagros. Al parecer salvó la vida de un niño al que se le había atragantado una espìna y por eso es hoy el patrono de los laringólogos  y el de los males de garganta se arreglan con un cordón de muchos colores  que  hay que quemar a los nueves días. Protege la garganta de catarros y faringitis. Entre varios le he comprado un cordón rojo a un izquierdista protestón propenso a los catarros..

La fotografía es de los tenderetes colocados alrededor de la Iglesia de San Nicolás hoy en Bilbao donde se vendían los cordones en diversos colores, caramelos de malvavisco, rosquillas y pasteles de San Blás. En la Iglesia de San Nicolás el párroco ilustraba sobre la vida de San Blas diciendo que seguramente no curaría  las anginas pero de él había que tomar ejemplo de su entrega a los demás. Buen mensaje. Y la gente, a iglesia llena y de forma continua, salía con sus cordones bendecidos para toda la familia. Pueblo llano de todas las edades. Ningún ejecutivo de Wall Street ni del Banco Bilbao que se fundó en el edificio contiguo.

Y mañana Santa Águeda con sus cantos solemnes que terminan con el bastón pegando fuerte en el suelo y un Eup!!!!! sonoro.

Solo queda para completar el día ir a la feria de Abadiño que es una hermosura donde se junta la tradición, la feria de ganado, el aperitivo y el ¡que bien te ves! Que tiene su valor.

Entiendo que a los descreídos, a los ateos y a los que han  cambiado los santos por el Che Guevara, Trotsky, Ho Chi Minh o Hugo Chávez ésto les parezca una fruslería, una pérdida de tiempo, una manipulación. Que lo piensen. Están en su derecho.

Sin embargo yo creo que estas tradiciones, sanas costumbres populares, y rasgos propios de una sociedad confoman de forma microscópica una identidad que además es simple, ingenua, bonita, y positiva. No hace daño a nadie, moviliza a la gente y la hace más feliz.

Desgraciadamente las nuevas generaciones ya no siguen estos usos y costumbres que vienen de los tatarabuelos de sus bisabuelos y lo malo es que solo la sustituyen por redes y usos globalizados. Hablarle a uno de Iowa por el cordón de San Blas o a otro de Macao de lo mismo, se las trae al pairo. Normal. Son costumbres cristianas arraigadas en Euzkadi. Como la de Santa  Águeda.

¡¡¡Qué sigan pues San Blas y Santa Águeda haciendo milagros!!!!

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