Vivencias de tres terremotos

Miércoles 8 de febrero de 2023

El terremoto que ha asolado a Turquía y Siria, además de una inmensa tragedia que vemos en directo por televisión, me trae recuerdos de los tres  terremotos.  Para mí, salido del trance, el miedo a las réplicas es intenso pues el ser humano no puede hacer absolutamente nada y no sabe ni en donde agarrarse.

En primer lugar, la sopresa. Los terremotos y más los de esa envergadura no avisan y lo que se vive se hace con total sorpresa. Son treinta o más segundos terribles o incluso minutos donde el ser humano está al albur de lo que quiera la naturaleza.

El primero lo viví en Caracas en 1967. Estaba en la calle, sentí todo aquel movimiento y vi una casa caerse y de manera incrédula no sabía donde ir quedando con un miedo terrible a las posibles réplicas. Esa indefensión te deja hecho polvo. No sabes si se va a abrir la tierra, si se van a caer todos los edificios, si va a seguir el suelo ni si seguirá temblando. Y en el caso de aquel terremoto se produjo el fallecimiento del Delegado del Gobierno Vasco en Venezuela, Lucio Aretxabaleta y su esposa Miren Txintxurreta. Aquel sábado no fueron al Centro Vasco y el movimiento les cogió en el edificio donde vivían que se partió en dos. Lucio y Miren eran personas de referencia en la  colectividad vasca y la cercanía y conocimiento de las víctimas nos acercó al dolor de una familia.

El segundo terremoto lo viví en Costa Rica. Estábamos  en  una reunión de la Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno y fuimos allí una comisión parlamentaria de observadores. De madrugada, estando ya en la cama, aquello parecía una batidora y como locos bajamos todos al hall. Allí nos reunimos con cara de susto pareciendo una fiesta de pijamas. Fue un susto mayor que el de Carcaas. Y como curiosidad estaba Juan Carlos de Borbón que comentó que él creía que pasaba un tren.

Y el tercero fue en Mexico. Participábamos en una reunión de la Unión Interparlamentaria y nos cogió subidos al autobús que nos había puesto el Congreso para desplazarnos y nos dimos cuenta de lo que pasaba porque vimos los edificios moverse, ya que dentro del autobús parecía el movimiento propio de un vehículo  que había entrado en algún agujero. Y recuerdo que uno de los diputados se había dormido y no había venido con nosotros y le cogió el temblor en la habitación del  hotel donde estábamos en el noveno piso. El hombre nos decía angustiado que no sabe como había bajado nueve pisos en treinta segundos pero lo había hecho volando del miedo que pasó que fue tanto que nos dijo que se volvía a Madrid en el siguiente avión. Y lo hizo. Quedó muy traumatizado.

Es famosa la frase de Simón Bolívar cuando se produjo en Caracas en 1812  un  terremoto que destruyó media ciudad y dijo aquello tan rimbombante  de “Si se opone la naturaleza lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”. Es una frase famosa que incluso está escrita en la Plaza de San Jacinto de Caracas pero es irreal. Contra la naturaleza violentada no hay quien pueda y solo queda tratar de ayudar a las víctimas de semejante catástrofe.

3 comentarios en «Vivencias de tres terremotos»

  1. No das el nombre del político que se asustó y volvió para Madrid, porque no recuerdas el nombre, o por prudencia o porque no lo has considerado relevante ?

  2. Vivi uno en Italia agosto del 2016, estabamos durmiendo, se movia la cama como si estuvieramos en una atraccion de feria, se movian las ventanas y habia un ruido como si hubiera una ventolera continua. Nos despertamos subitamente y los primeros segundos no sabiamos que pasaba, cuando me vino a la cabeza la palabra «terremoto» y estabamos a punto de echar a correr ceso todo. Ahi termino todo, para nosotros, en la zona mas cercana al epicentro fallecieron mas de 200 personas segun lei despues.Acojona.

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