Domingo 16 de febrero de 2025
Si se fijan ustedes en el balcón del edificio sito en el N 11 de la Av Marceau en Paris, verán junto a la ikurriña, la bandera gallega. Es una composición que hemos hecho el Profesor Xosé Estévez y yo publicando un librito autoeditado con el homenaje al primer presidente gallego Alfonso R. Castelao del exilio republicano, el gallego, catalán y vasco en 1950 cuando falleció el primer presidente de Galiza.
Don Manuel de Irujo me entregó una carpeta con las intervenciones que se hicieron en el salón principal de la Delegación Vasca donde hablaron todas las personalidades perseguidas y exiliadas de aquellos años, siendo anfitrión del acto el Lehendakari Agirre. Y fue Irujo, gran amigo de Castelao, quien organizó aquel homenaje en ese estuche fantástico que es la Delegación vasca en París donde el año anterior se había creado el Consejo Federal del Estado español del Movimiento Europeo y un año antes había entrado la DC alemana de Adenauer en los Nuevos Equipos Internacionales.
Xosé Estévez y yo no sabíamos que estábamos tan cerca de que se produjera la gran noticia de la devolución del edificio a su legítimo propìetario, el EAJ-PNV, cuando a mediados del año pasado decidimos auto-editar estos discursos y elegimos la fotografía de la Delegación para darle valor a una gran edificación tan cargada de buena historia. En breve presentaremos el libro. Este año 2025 ha sido proclamado “Año Castelao”
LOS LANDABURU
El 24 de diciembre del año pasado, día en el que el Consejo de ministros acordaba devolver el edificio de la Av. Marceau a su legítimo propietario , Gorka Landaburu me llamó emocionado y me dijo: ”Ya he comprado el vino preferido de aita. Marqués de Riscal. Lo abriré ésta noche para celebrar la devolución de Alma Marceau”. Y es que Javier de Landaburu, diputado del PNV en el Congreso en 1933, e impulsor a tiempo completo de la Liga Internacional de Amigos de los Vascos, vivió todo aquello apasionadamente. Los Landaburu son una familia siempre cercana. Su mujer Konstan Illarramendi, amiga de mi ama de muy jóvenes en Zarautz, a su hijo Jon le conocí en 1983 en Bogotá en el viaje con el Lehendakari Garaikoetxea, su hijo Xabier RR.PP del Arriaga, su hija Itziar, suegra de mi sobrina Libe, su hijo menor Eneko parlamentario vasco en la primera legislatura en 1980. Todavía recuerdo como si estuviéramos en una película, él y yo, sentados en el suelo de mármol, recostados contra la pared esperando en el Palacio de la Diputación de Bizkaia y charlando tras la entrada de los obreros de Nervacero donde allí nos tuvieron encerrados. Su hijo Gorka, en decenas de encuentros y con Ander Landaburu, ahijado de Irujo cambiándole el sitio para que volviera del exilio en el avión con Don Manuel en marzo de 1977. Y algo más. Había dejado Cambio 16 y El País, estaba jubilado, y le preocupaba el vacío de conocimientos de todo lo que él había vivido familiarmente tan de cerca y con tanta gente buena. Nos parecía que se aspiraba, desde la indiferencia a privar a toda una generación de las herramientas intelectuales que nos permitan acceder al conocimiento de lo que somos y de dónde venimos y a sustituir las fuentes de ese conocimiento por un caudal de informaciones banales y descontextualizadas y, en eso, los distintos Departamentos de Cultura no han hecho nada sistemático para una necesaria pedagogía de una historia silenciada. Se han hecho cosas, pero ésta no ha sido una prioridad. Y vamos por el mismo camino. Por ejemplo, no es comprensible que no se haya apostado por una película narrando aquella dura aventura del Lehendakari Agirre huyendo vía Berlín. Es incomprensible.
El caso es que decidimos escribir una historia novelada ya que entre aquel exilio, la entrada de los alemanes en París, la Gestapo, el policía Urraca persiguiendo republicanos y nacionalistas, el Lehendakari metiéndose en la boca del lobo nazi, vía Berlín, el Consejero Juan Gracia falleciendo tras huir andando de la capital francesa con su esposa y el continuo espionaje, los nazis y los colaboracionistas allí había más de un relato que si los hubiera conocido Steven Spielberg hubiera hecho mínimo tres películas.
Desgraciadamente Ander falleció en 2022 pero conservo el minucioso relato de su aita, que me dio Don Manuel, sobre la recuperación del 11 de la Av. Marceau en 1944 y que es todo un guión. Estas semanas hablando todo quisqui en Madrid “del Palacete regalado al PNV” por Pedro Sánchez me revolvía por el grado de desconocimiento de toda estos hechos y de como de repente, si pones un acontecimiento clave de ésta envergadura en relación con lo que ellos creen es la ruptura de la “unidad de España” lo desconocido se convierte en viral. ¡Qué País Mikelarena!.
EL DIARIO DE LA RECUPERACÓN
El informe escrito por Javier Landaburu va del 18 de agosto al 19 de septiembre de 1944. Por razones de espacio solo puedo publicar lo hecho en una semana. Escribía así Landaburu:
“El senador Pezet nos dice, ante nuestra petición, que lo que ocupa la atención de ese Consejo de la Resistencia es que tiene otras preocupaciones más graves. Que estemos quietos. Hablamos de otras cosas que ya no son del caso. Comentamos la situación de la calle donde ya empiezan a ser colocados pasquines de insurrección y quedamos con Pezet en comer juntos al día siguiente, si las circunstancias lo permiten.
19 Agosto. Y… no lo permitieron. Íbamos don José Luis, Agustín Alberro y yo camino de casa de don Ernesto cuando en la Concordia se organiza la más suculenta ensalada de tiros. Imposible pasar. Atravesamos los puentes y nos dirigimos hacia los Inválidos. Inútil. El centro de París en plena batalla. Nos dicen que la Prefectura y el Hotel de Ville están en manos de la Resistencia. Y anuncian el «couvre-feu» para las dos de la tarde. Media vuelta y hacia Passy. En este barrio burgués y sin alma sólo oímos, de muy lejos, la artillería y los fusiles.
20 Agosto. A misa «comme il se doit». En el «Baratín» todavía pululan los S.S. Después de comer llega la noticia de un armisticio entre el gobernador alemán de París y las Fuerzas del Interior. «Avanzamos» sobre París para ver lo que pasa. Estamos «mucho moscas». Acaba de haber una alarma y el tiro de D.C.A. con que se responde a los aviones aliados que cruzan el cielo sin bombardear nos hace suponer que el tal armisticio no es cosa seria. Al llegar al Trocadero, junto a la puerta del Palais Chaillot vemos colocada una bandera francesa sobre la verja. No acabamos de mirarla cuando se acerca un coche alemán y en él se levanta un oficial que con una «mitrailette» ametralla la tricolor. Pies en polvorosa. Tiros del lado del Majestic. Desorientación. Vuelta a Passy.
21 Agosto. A las nueve de la mañana se me presentan en casa Hernández y Neira, dos vitorianos del Consejo de la Unión Nacional. Me dicen que hay que tomar la Delegación. Pongo reparos en vista de lo acordado con Pezet. Insisten: los italianos, los checos, los húngaros, han tomado sus Legaciones, sus periódicos. Llega Elena. Viene de parte de Muley a decirme que la Delegación está tomada desde ayer y que a las 11,30 nos harán entrega del edificio. Ya no hay dudas ni escrúpulos de cortesía. A las once bajamos la Avenue Wilson (a) Philippe Henriot (por pocos días) el tío Ustin, su retoño «ainé», Kaxkabara, Lekeitiokua y yo, camino de Marceau por primera vez en cuatro años. En la esquina nos esperan Hernández, Neira y Muley padre e hijo. En la casa, un cuerpo de guardia, los F.F.I. españoles encuadrados en la Resistencia francesa que han tomado el inmueble sin encontrar resistencia por parte del conserje que era el único que en aquél se encontraba. En el que fue despacho del Consejero Gonzalo Nardiz el jefe de la guardia, jefe que ha sustituido al jefe de los guerrilleros españoles muerto la víspera en la Concorde entrega las llaves a Hernández y éste me las pasa a mí, en nombre de la U.N.E. El minuto es sencillo pero a todos nos pica la nariz y nos cosquillean los conductos lagrimales. Todos juntos visitamos la casa. Presidencia, Vicepresidencia y Secretaría, cerradas. En el segundo piso se redacta y se firma un acta. Se hace constar que U.N.E. entrega el inmueble a sus legítimos propietarios. Hacemos constar nuestro agradecimiento. Nos piden que les cedamos unos despachos provisionalmente, mientras ellos buscan una casa. Accedemos como es natural. Firman el acta: Hernández, Neira y Muley por la U.N.E. Yo como delegado del lendakari Aguirre y Agustín Alberro a nombre de Eliodoro de la Torre.. Y nos vamos a comer. Por la tarde, forzamos las puertas de los despachos del primero. Dos retratos del caudillo pasan a mejor vida un poco descortésmente por mi parte y por la del tío Ustin y los sustituimos por la ikurriña —que hemos encontrado en un armario— y por el busto del Lehendakari que Benito Cabredogoitia ha encontrado en la cava.
SORPRESA DRAMÁTICA
Y, ahora, sorpresa dramática, Agustín, por la mañana, ha encontrado unos papeles sobre una mesa y me ha hecho una seña dudosa. El papel o los papeles esos son la copia de una sentencia del Tribunal del Sena que atribuye todos los bienes de «Finances et Entreprises» al Estado español. Sentencia monstruosa, del más puro tipo totalitario. Resulta que esta casa que hemos «recuperado» es legalmente propiedad de Franco. Hay, pues, motivo para esperar una ofensiva. Los de U.N.E. quieren ir a asaltar el Consulado y la Embajada. Les hacemos desistir. No hay que crear dificultades al Gobierno francés. Seamos correctos.
En París sigue la batalla. Dicen que los americanos se acercan. Dicen también que los de la Resistencia se han adelantado. Salen los primeros periódicos y hablan de la escasez de armas. Esto se pone feo. Los alemanes se pasean por París en tanques y en camiones.
22 y 23 Agosto. Continúa la batalla con suerte diversa. Nosotros, clavados en los sillones del despacho del lendakari y de Vicepresidencia. En Secretaría, Kaxkabara gobierna las fuerzas de choque: los dos Luis Maris, Benito el carpintero, José Urbieta, etc. Para legalizar la ocupación del inmueble damos cuenta de ella a los jefes de la Resistencia del «quartier» que nos ofrecen toda su ayuda. Empiezan a llegarnos algunos visitantes tímidamente.
24 Agosto. Mr. Lucy, de la Prefectura, viene a visitarnos y a informarse de lo ocurrido. Nos pregunta si pensamos asaltar el Consulado y la Embajada. Respondemos siempre por la frase heroica de que no queremos crear dificultades al Gobierno francés; que nos hemos limitado a recuperar lo «nuestro». El hombre acaba por confesar que viene enviado por la propia Embajada para conocer nuestros proyectos. Luego ha resultado que el tal Lucy ya no es policía, aunque sigue siendo amigo del policía Urraca. En la casa vamos encontrando todos nuestros archivos del año 1940 salvo, desgraciadamente, lo que costó la vida a Luis de Alaba (G.b.) y algunas otras cosas que echamos de menos. También hemos atrapado todos los archivos del Comité de Recuperación y los que éste arrampló de la «Jare» y del «Seré».
Sigue la batalla en París. Hay incendios. En el XVI, nada. En un asco. Al fin, por la noche anuncia la radio la llegada de los primeros carros de Leclerc. Uno de los primeros en llegar al Hotel de Ville se llama «Guernica». El primer sargento mayor llegado a París es José Luis Porset. La nochecita es de «aupa». La noche más dramática de toda una vida. Los alemanes siguen resistiendo y aun contraatacando. Los «Tigres» se siguen paseando por París. Y disparan. Vaya si disparan.
25 Agosto. Por la mañana, en la «Dele». La policía nos pide amablemente, de parte del prefecto, que le digamos qué títulos tenemos para ocupar la casa. El comisario, muy amable, a quien visitan Ustin y Kaxka dice que él ya nos conoce desde 1937 y que él responde de nosotros. Preparamos notas explicativas «ignorando» la sentencia”.
¿A que todo esto es de película?.
Ahora que el cine vasco está de moda, podían hacer una buena película. Con lo explicado aquí y lo que falta por saber ya está hecho el guión. Me imagino el último fotograma, la cámara alejándose mientras se ve la fachada y la ikurriña ondeando en el balcón. Quedo a la espera.
En Madrid hubo mientras tanto otras peliculas. Homenaje a los nazis de la división azul y apología tolerada del terrorismo franquista. Todo eso en un solo dia. Quienes hicieron posible la recuperación del edificio del PNV de las manos ladronas del PP habrán sentido escalofríos al comprobar que nazis y franquistas, similiares, siguen ahí con la tolerancia absoluta de la monarquía española parlamentaria y todo eso. Qué verguenza de pais.
Continuamente se hacen testimonios audiovisuales de la Segunda Guerra.
Los episodios en torno a la Delegación del Gobierno Vasco en París constituyen un retrato fiel de la historia de un país, una ocupación física que muda, cuyos residentes «de facto» visten uniformes diferentes a lo largo de los diferentes años. En algunas épocas reposó una pistola en el cajón de la mesa del principal despacho; en otras el rastro de la escritura de propiedad de los propietarios legítimos. En todas, y desde la lejanía de un punto del techo, vecino de un desconchado que espera un tiempo mejor, observo agazapado el alma de un país.
El Hotel Carlton de Bilbao y el palacete nº 11 de la Av. Marceau en Paris, han sido testigos de un conjunto de gestas épicas que protagonizaron los miembros del Gobierno de Euzkadi, constituido el 7 de octubre de 1936, al inicio de la guerra civil española, bajo la presidencia del lendakari José Antonio Aguirre… Hasta que a comienzos de 1939, tras la caída de Barcelona y la derrota republicana, el Lehendakari Aguirre marchó al exilio y con él también su gobierno, que seguiría presidiendo hasta su fallecimiento en 1960.
Con la de magníficos historiadores que tenemos, la documentación que se atesora, las memorias aún frescas de algunos jeltzales…y la floreciente industria cinematográfica vasca…tenemos tal cantidad de guiones que, en expertas manos, y con el apoyo institucional necesario…podríamos estar produciendo películas ad libitum, que reflejen con veracidad historias que el “tiempo de silencio” de la dictadura sepultó.
Historias que es preciso sacar a la luz para que las nuevas generaciones asuman que están donde están y son lo que son, porque a sus bisabuelos no les quedó más remedio que empuñar un fusil para defender su identidad y sus libertades.
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(José Antonio de Aguirre y Lecube)
(Aula Máxima de la Universidad de La Habana, Cuba. 11-X-1942.)
Eskerrak Iñaki!
Aún recuerdo ir a ver a Ander a la imprenta frente a los cines o al baserri de Algorta los años 68-71.
Ya me haré con el libro.
De la parte cinematográfica no se salvo que hay varios buenos directores/ras que con buenos guionistas y toda esa documentación pudieran hacer algo francamente bueno.
Como siempre animarte a que nos continúes ilustrando y haciéndonos incrementar nuestro respeto por ese gobierno que en él y desde el exilio fueron capaces de estar en las estructuras internacionales democráticas de primer orden. De esto apenas tenemos pinceladas. Y no es baladí que perdamos su memoria, sus principios y su proyección actual.
Interesante como en otras ocasiones la aportación de anasagasti a nuestra historia contemporánea.
Y por supuesto emocionante.
Una mínima concreción al articulo..no has aportado el dato correspondiente a la militancia socialista de juan gracia y de Ander landaburu.
A pesar de las diferencias ideológicss hubo colaboración en esos años duros de nacionalistas vascos ( pnv, ANV )) socialistas , republicanos , comunistas..
cuando leo , lo que cuenta iñaki anasagasti sobre las vivencias de aquellos hombres que fueron derrotados ( pero no vencidos ) y de como despues algunos tuvieron que vivir en la ocupacion alemana de paris ..otros en el exilio en mejico,venezuela…o en las carceles suelo intentar leer lo que pueda tener en casa al respecto o como en el diade hoy , ver lo que hay en la «red».
intentando confirmar la adcripcion socialista de juan gracia al que menciono, anasagasti, leo el siguiente texto.
que honradez la de juan gracia y que grandeza la de jose antonio aguirre al reconocer a sus consejeros sin diferenciar por sus adscripciones politicas.
eso se llama LEALTAD .
en 1.956, en el seno del Congreso Mundial Vasco, José Antonio Aguirre, rindió un sentido homenaje al Consejero Juan Gracia dedicándole las siguientes palabras:
Y ese otro hombre que he citado, Gracia. Entero hombre. También por sus manos pasaron grandes cantidades, también, como Torre, contó con mi total y absoluta confianza personal, que es la única manera que yo he entendido que se puede gobernar en este mundo. Confiando en los hombres, y dejando a su propia conciencia el sentido de su propia responsabilidad. Murió Gracia. ¿Qué dejó? Su pobre viuda, también a nuestro auxilio, cobrando mísera pensión de nuestro Gobierno. ¿Queréis que Gracia de un recibo de actuación? Para mí éste es el recibo, exactamente como Torre, como Espinosa, más grande que puede darse. Ante él también me inclino.
Da la sensación de que a Trump le encantaría ser Putin, cuando no el líder chino.
Rafa.No es la primera vez que he solicitado para Juan Gracia una calle o plaza en Bilbao.No solo fue el primer Consejero de Acción Social sino asimismo concejal del Ayuntamiento de Bilbao.Con Santiago Aznar eran esperantistas y sobre todo buena gente.Ekain Rico es familiar de su viuda Aurea a quien conocí.El ayuntamiento de BIlbao debería tomar la iniciativa.
Que se cambie la plaza Moyua por la de uno de esos hombres y…, que se desentierren las cunetas con los que siguen dentro, la transición no puede hablar por las víctimas y sus familiares, no hay abrazos y reconciliaciones sin las víctimas y familiares, por las víctimas y familiares, solo pueden hablar las víctimas y familiares, mientras tanto conciliación incompleta (la ONU pide lo de las cunetas) y por supuesto hacer con el Valle de los Caídos lo mismo que en Auswitch, un museo contra el fascismo, la guerra y las dictaduras.
Ay Dr. Franco ! Muchísima gente no sabe que pasó en los bajos del Hotel Carlton, ni saben porque está situada ,allí cerca, .la estatua de un desconocido ( para algunos) personaje elegante y serio, no lo conocen. En un tiempo, frente a él, en un parterre de la plaza Elíptica había una placa explicativa. Ya no. La habrán quitado para que no la pisen los perritos. Yo confío, pero mucho cine hace falta, mucho.
A ver si Abascal de anima a sacar una criptomoneda…..
Kaixo Iñaki,
Que historia la que relatas, de esos momentos de incertidumbre y a la vez de fortaleza para resistir los siguientes episidios con nuestra casa que solo ahora a retornado a sus verdaderos dueños.
Te pido que nos actualices mas sobre todos estos relatos que hacen la historia de nuestra Euskal Herria.
Adelante estaremos la Diaspora Antioqueña y Colombiana, muy pendientes de toda la historia que nos aumenta el entusiasmo.
Gora Gora Euskal Herria.
Hoy Iñaki Egaña hace referencia en su artículo a Lezo Urreztieta. Creo que seria interesante que quien pueda nos relate su historia en relación a Jagi, el ejercito vasco del 36, la diáspora y hasta el principio de ETA.
Lezo Urreztieta según Egaña.
Milito en JAGI, contrabandista, en 1936 diseñó el ejercito vasco, consiguió una importante partida de armas desde la actual Chequia, también consiguió armas para la primera ETA.
Fue deportado a Mexico por la Gendarmería, que detectó un plan para matar a Franco.
Reunió dinero para comprar la isla de Guadalupe (Mexico ) deshabitada en el Pacífico, y destinarla a coger a los miles de exiliados que deambulaban por Chile, Mexico, Venezuela, Argentina, Francia…..
Describió un mapa de la misma y a la ciudad que pensaba edificar la llamaría Gernika.
Intento convencer a los líderes de los exiliados y al presidente Cárdenas, pero el proyecto decayó.
La utopía de una Arcadia euskaldun. Me identifico con su idealismo.