III Congreso de Sortu, Pil pil incluido.

Lunes 24 de enero de 2022

El dibujo de Duson publicado en el diario Mundo hace años, es muy gráfico. Creo que viene bien recordarlo para expresar la doble visión y la doble moral de un partido como Sortu que habla de democracia y monitorea y se carga cualquier disidencia en EA y habla de nueva política y elige para su ejecutiva al mismo miembro de ETA que hace diez años comunicó la desaparición de la organización armada terrorista, capucha incluida.

Era de escucharle este lunes en Radio Euzkadi  a Maiorga Ramírez hablar de la estrategia de eliminación de la disidencia en EA para lograr que esta sigla se diluya en Bildu, es decir, en Sortu, expulsiones incluidas. Y era de escucharle a Arkaitz Rodríguez  alabar a un David Pla por su apuesta en desmontar a ETA pero sin hacer la mínima concesión a lo que supuso durante cuarenta años una organización de este tipo matando y secuestrando. Una cosa sin la otra no es de recibo.

Está bien que evolucionen pero no que esperen ninguna medalla, mientras sigan sin reconocer nada. De conexión con valores morales Arkaitz sigue sin demostrar gran sensibilidad. Y eso le quita autoridad moral. Lo vimos con los “ongi etorris” y ahora con Pla. Todos tenemos que comprenderles a ellos  pero él sigue sin comprender absolutamente nada. ¿O si?. ¿Acallan voces internas?. ¿Envían un mensaje de dureza y que no les importa la crítica externa?.

De todas maneras  en el frontón Bizkaia y en su III Asamblea Sortu  demostró que internamente es un puchero al pil al pil, mientras hace llamamientos a abrirse a otros sectores de la sociedad. No sé quien puede picar en ese anzuelo. Lo único constante es su petición de salida de los presos con una solución integral  y definitiva. Nada nuevo. ¿Se comprometió a la eliminación de los “ongi etorris” públicos?. No padre.

La ponencia oficial compitió con la de Joseba Álvarez y Karmelo Landa que creen que se ha ido demasiado lejos en la institucionalización y con los antiguos presos de ETA que no les gusta se critique a los “ongi etorris”. Otros creen que la disolución de ETA fue un error, aunque con poco peso y un discurso de extrema izquierda. Pero se mueven. De hecho han desplazado a Ernai en algunos municipios. Se aglutinan alrededor de Gazte Koordinadora  Sozialista, que el sábado 29 ha organizado una manifestación. No dudan en calificar a Sortu como traidores y situarles al mismo nivel que el PNV y el PSE. ¡Que honor!.

Otra de las tormentas internas ha sido que de los 15 nombres de la ejecutiva  que dieron, nueve eran  gipuzkoanos, un bizkaino, dos alaveses, dos navarros  y otro de Iparralde. La polémica no es nueva lo que nos da la fotografía de una Sortu gipuzkoana, empezando por su secretario general. Al parecer han rectificado y ahora seis  son bizkainos, dos navarros y dos gipuzkoanos. Al final no sé como han quedado este proyecto nacional..

No vi ninguna ikurriña en el escenario y si mucha Euskal Herria por todas partes. Hay que borrar todo origen del abertzalismo sabiniano histórico  cuando aunque sea un  pellizco les daría una mayor  legitimidad y mayor anclaje con la realidad del país. Les puede el antijelkidismo. Nada nuevo. Allá ellos.

Pero, lo más inquietante de todo de este congreso es la situación de EA, monitoreada en todo momento por Sortu.

Andreotti y la desmemoria colectiva

Domingo 23 de enero de 2021

Decía José Saramago que se empieza con el olvido y se termina en la indiferencia. Sobre esto leí en un libro, escrito por Giulio Andreotti, aquel viejo zorro de la política italiana decir que un proceso judicial puede ser más sutil que un asesinato.

Siempre me llamó la atención esta personalidad democristiana, siete veces primer ministro y más de una veintena de ocasiones ministro de Finanzas, Tesoro, Defensa, Industria o Asuntos Exteriores así como encausado por una poco clara acusación de conexión con la mafia. La última vez que le vi, en Atenas, en un congreso de la democracia cristiana europea, seguía con atención los debates, tomaba notas e intervenía. Tras tumbarnos una enmienda sobre la regionalización de Europa fui donde él y le hablé de la reunión de Roma de 1946 donde el PNV había sido invitado y le mostré cortésmente nuestra contrariedad por su voto. Me miró con sus ojos achinados, respiró y se excusó. ”Recuerdo aquella reunión de 1946 que fue fundamental, pero no pensé desgraciadamente en ustedes al votar, que salvaron los principios de la DC, sino pensaba en la Liga Norte”. El hecho  no es óbice para  destacar su figura que presidió Italia de una manera casi total durante cuatro décadas. Retirado de la primera línea y como senador vitalicio tuve la suerte de verle en reuniones de la Unión Interparlamentaria y en otras de signo europeo. Con su creciente joroba, no se podía dejar de reconocer que semejante personalidad era un fuera de serie a la hora de zurcir acuerdos. Maquiavelo lo hubiera elegido como retrato de otro Príncipe.

Escribió un libro “De prima Re Publica” sobre la historia de la República italiana, desde el referéndum sobre la monarquía en 1946 hasta nuestros días. Y es que en 1946, sólo el PNV y un partido suizo acudimos al Congreso de la naciente DCI en Roma tras la guerra donde emergió con fuerza la figura del europeísta Alcide de Gasperi, siendo Andreotti su secretario. Y fue también en aquella oportunidad en la que no triunfaron las presiones de la embajada franquista en Roma y el  ex diputado alavés Francisco Javier de Landaburu fue el invitado más importante de aquel partido que iniciaba una singladura de gobierno. El libro pues, es muy interesante.

“Mi libro -dice Andreotti-, traduce una preocupación personal por el hecho de que muchos de los nuevos políticos saben poco o nada de lo que hicimos nosotros en el pasado. Hay una tendencia a cancelar todo lo que significa “viejo sistema” o “viejo régimen”, lo que permite a los políticos de hoy poder decir “nosotros somos estupendos” y “nuestros predecesores no hicieron más que barbaridades”.

“Italia tiene una serie de problemas justamente porque ha crecido rápidamente, y es verdad que si un defecto puede achacársele es el no haber entendido que una sociedad que crecía de manera tan rápida a nivel económico, en calidad de vida, tenía necesidad de construir ese progreso sobre una base moral más fuerte. Considero que la crítica de Pier Paolo Passolini a la DC, acusándonos de materialistas, y recordándonos que “non in solo pane vivit homo”, fue válida. Aquello merecía una reflexión que no hicimos entonces porque lo consideramos un ataque político”.

“Yo el poder no lo concibo como un cargo público, como un mandato político. El poder lo entiendo en términos de influencia sobre la opinión pública. Indro Montanelli, por ejemplo, tuvo más poder que un ministro. Bajo esta perspectiva, pienso que el poder no desgasta si uno sabe comunicarse con la gente. Naturalmente, si se contempla el poder como ejercicio de un mandato, como un cargo público, sí que puede desgastar, incluso interiormente. Dicho esto me parece que una cierta profesionalidad política siempre cuenta, porque hoy estamos asistiendo precisamente a una gran falta de preparación para la vida pública e incluso del gusto de hacer política”.

Seguiría transcribiendo pensamientos de un político a tiempo completo que seguramente con el tiempo tendrá el debido reconocimiento. Con el viejo zorro no pudo ni la peletería a la que le llevaron las reyertas de su país tras el hundimiento del Muro y el fin de la política de bloques, ni los odios africanos hacia un tipo inteligente con las ideas claras al que he recordado viendo el pésimo espectáculo de un Boris Johnson, político exitoso en esta sociedad del espectáculo, la antítesis de Andreotti, al que nunca le ha importado mentir, frivolizar, mal usar el poder. En estos días se nos daba una de las pautas que siempre ha utilizado para salir flotando en todas sus crisis, su fórmula cínica y mágica que no es otra que “la desmemoria colectiva”. El tipo sabe bien que la gente se olvida de todo, tiene memoria de pez y en tiempos de crisis la falta de seriedad y de rigor se sustituye por el pan y el circo, el enamoramiento de la superficialidad, la infantilización de la política, la manipulación de la realidad, la exageración y sobre todo la falta de formación histórica de la clase política. Sobre todo esto. A pesar de que se nos diga que hay que escuchar fuera, cuando no se escucha dentro. Falta de cultura de país y de sentimiento de partido humanista.

El sábado 15 de enero falleció en su Araia natal Félix Ormazabal. Don Eduardo, el párroco de San Pedro, en su sentida homilía destacó de él los dos amores de su vida, además de su familia. Araia y el pueblo vasco con su propia identidad. Cura social muy comprometido en sus primeros años, el mundo rural fue su pasión y entrega además de haber sido Consejero de Agricultura y Diputado General de Araba. En su tiempo nació Artium y el proyecto de la Catedral, entre mil actividades y programas. También fue parlamentario donde le conocí en 1980. Fue asimismo presidente del Araba Buru Batzar. Escuchándole al sacerdote recordé a los presidentes de las ejecutivas alavesas del EAJ-PNV desde 1976. Mikel Estabillo, muerto en fatal accidente, José Mari Gerenabarrena, visitador incansable de todos los pueblos y con una gran cultura histórica, Xabier Agirre, resistente junto a Joseba Azkarraga, Patxi Ormazabal y Mikel Estabillo bajo la férula de Luis Mari Sánchez Iñigo, asimismo recientemente fallecido. Todos esos presidentes ya no están con nosotros y me da que sin haber dejado nada escrito y sin que nadie se tome el trabajo de contar  la verdad  de estos casi cincuenta años ni decir como estaba Araba en 1975 y como está ahora. Un trabajo casi desde cero, de poner en pie, desde el punto de vista institucional y democrático, la actual realidad. Somos un pueblo ágrafo y de ahí nos viene que las librerías estén llenas de títulos con historias manipuladas. Si a esto se le añade una resistencia de nuestras  instituciones, a las que hay que casi mendigar cuatro duros, porque no son ellas las promotoras de esa recuperación para editar la historia silenciada, el resultante no es muy halagador.

Animaría a los chavales a leer e interesarse por la historia con el fin de  lograr una mayor perspectiva de las cosas. Se entendería mejor las claves de la política y el por qué hemos durado tanto superando a grupos que basan su atractivo y sus posibilidades en la “desmemoria colectiva” de Johnson a los que nos les importa nada ignorar, tergiversar, silenciar o manipular lo realizado por hormigas tipo Ormazabal, Xabier Agirre, Sánchez Iñigo, Periko Arrrizabalaga basándolo todo en el desconocimiento de la historia de   unas generaciones a las que nadie  les ha enseñado qué ocurrió de verdad en Europa, en el estado español, en Euzkadi  y en Araba en estas décadas fundamentales.

Decía Julio Caro Baroja que “para liquidar a los pueblos se comienza por despojarles de su memoria, se destruye su cultura y su historia y alguien les escribe libros, les da otra cultura y les inventa otra historia… luego el pueblo comienza a olvidar lentamente lo que es y lo que era». Pero no solo lo decía  él. Václav Havel insistía en que ”sin memoria no hay continuidad histórica y así no es posible mantener una identidad”.

Algo de todo esto creo nos está pasando si seguimos creyendo que estas son batallitas del abuelo Cebolleta y no aprendemos de gentes con experiencia como Andreotti que se lamentaba del desconocimiento absoluto de lo hecho y no haber crecido asentados en una base moral más fuerte. Como decía sabiamente el viejo zorro, ”no solo de pan vive el hombre”.

No hay libros vascos en el Corte Inglés

Sábado 22 de enero de 2022

La fotografía es del stand de novedades editoriales del Corte Inglés de Bilbao este sábado. Sales de la escalera mecánica, llegas al primer piso y te das de bruces con este muestrario de libros, donde el Corte Inglés vende su pescado fresco. Bien ordenados por temas, hay libros de todo tipo, salvo libros vascos. Y eso que está en la mitad de la Gran Vía. El libro vasco está en una columna perdida como en una reserva india. Al parecer no hay  autores vascos, no hay temas vascos, no hay editoriales vascas.

Ni uno solo. Ni de muestra.

De actualidad política he visto el libro de Mariano Rajoy, de Iñigo Errejon, de Cayetana Álvarez de Toledo, de Inocencio Arias, de Pedro J. Ramirez, de Zarzalejos y Ekaizer sobre el Rey. No he visto libros de autores vascos ni en castellano ni en euskera. No existen. Este Corte inglés puede estar en Albacete y no desentona.

SÉ que no se trata de la sede de Cáritas sino de un gran local comercial pero por muy comercial que sea la cosa no puede ni debe hacer abstracción de donde está ubicado.

He leído que cierran este edificio de cibernética, libros, fotografía, móviles y  vuelven al viejo almacén, el pegado a la Torre Bizkaia, al incio de la Gran Vía. Vuelven donde nacieron, al solar donde estaba el Colegio del Sagrado Corazón, al lado de Jesuitas, en Urquijo. La competencia y las modas  les han pasado factura. Ya no están los tiempos para exquisiteces de tener grandes locales por todos los sitios. Pero en todo esto el Corte Inglés si ha tenido solo una constante:

Si por el Corte Inglés fuera el libro vasco habría desaparecido. Igual  ahora que vuelven a sus orígenes alguien en esa casa se da cuenta que está en Euzkadi y que lo vasco, en euskera y castellano, debe tener lugar preferente. ¿O no?.