Inseguridad ciudadana

Estas últimas semanas ha sido amplio el eco de las agresiones “navajeriles” en lugares de ocio en Bilbao, lo que excita la hablilla popular sobre la inseguridad ciudadana. No son muchos casos, pero sí mediático-impactantes. La presencia policial es necesaria, pero no puede ser el «parche» a todas estas situaciones, como tampoco el inculpar a determinados grupos étnicos/sociales, porque es desplumar la gallina al viento. Se detiene violentos y se decomisan sus navajas, pero surgen más y crece la sensación de inseguridad.

Por su parte, la fiscalía ya advertía del peligroso aumento en Bilbao-Euskadi de los atracos por mor de la crisis y de los delitos contra el patrimonio (207/día en 2011/uno cada 30 ciudadanos), tales como estafas y robos con violencia a personas o en casas habitadas, además del incremento de okupas, evidentemente ligado al aumento de desahucios. Entiendo perfectamente lo que es sufrir la sensación de inseguridad como ciudadana, porque en mi entorno alguna vez han hurgado los cacos en la cerradura de casa estando dentro, porque también nos han sustraído la cartera, sacado dinero del cajero y utilizado nuestras tarjetas, y porque nos han “levantado” cadenas/pulseras en la playa.

Tras el cabreo supino, trámites burocráticos y la denuncia policial, queda la impotencia de no recuperar lo hurtado y de que el delincuente caso de ser atrapado, entra por una puerta y sale por otra. No afirmaría la certeza de esto último, porque confío en jueces y Ertzaintza, pero es un sentimiento ciudadano muy extendido que incrementa el difuso mito/runrún de impunidad delictiva e inseguridad ciudadana.  Nada que ver con el aura de gloria y pedestal para “Dioni” y ladrones de joyas en el aeropuerto de Bruselas. Y mucho menos con otros “latrocionios” de guanteblanco incluso legales.

Hace unos 30 años las hipotecas se pagaban al 15% y más, y últimamente ofrecen préstamos personales al 15,5% de interés, que siendo “buena cliente” podría reducirse al 13,5%: legal, nadie ve en ello inseguridad ciudadana alguna. Hemos visto/vemos llevárselo puesto a Roldán, Vera/SanCristóbal, Bárcenas/Rato, Sepúlveda/Mato, Camps/Fabra y Urdagarin&Cía, que al parecer no generan inseguridad ciudadana.

Tampoco nacionalizar pérdidas y privatizar beneficios en empresas públicas, ni re-cobrar prestaciones sanitarias o robar el sueldo a funcionarios. Seguramente si se arreglara esta inseguridad ciudadana de altos vuelos, la arriba citada, de poca monta pero muy visible, menguaría significativamente. En vez de esto se cubre todo con armiño de impunidad real legal o, como hace la infanta Cristina, mejor pasar por tonta que por delincuente.

 

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