Corrupción pública ‘Trending Topic’

Con el presidente del PP y del gobierno español en primera de todos los medios del mundo señalado como corrupto junto a sus conmilitones, podría pensarse que es cierto lo que se comenta en la pelu o en la tertulia del café y que todos viajamos en el mismo carro de Urdangarin/Gürtel/Filesa/GAL&Cía y que en la misma primera plana de corrupción debe incluirse a todos los políticos y personas con responsabilidades públicas: banqueros, empresarios, responsables sindicales, funcionarios, alcaldes, concejales… como si todos los ciudadanos debiéramos echarnos en el diván del siquiatra para arreglar nuestro cáncer heredado de innata tendencia a la corrupción.

Más de ocho millones de personas mueren cada año afectadas por un conjunto de enfermedades conocidas como cáncer. Cada 4 de febrero se conmemora el día Mundial contra el Cáncer para aliviar la carga mundial de la enfermedad, apostar por su prevención y por el aumento de la calidad de vida del enfermo.

Un grupo de oncólogos catalanes ha publicado un listado de falsas creencias ampliamente extendidas sobre el cáncer a las que a veces no sólo la hablilla popular, sino los propios medios damos pábulo infundado. Nos aclaran que no es hereditario, aunque en un 5-10% haya cierta predisposición genética.

Además, certifican que el cáncer no lo causa el estrés, ni el microondas, ni se padece más por ser pesimista, ni el de mama tiene relación con el uso de sujetadores de aros ni con la utilización de desodorantes y nos advierten de que con hierbas medicinales no se cura. Y una última información vital: que padecer un cáncer no supone una sentencia de muerte, «porque más de la mitad de los pacientes superan la enfermedad».

Se agradecen estas aclaraciones ante los falsos mitos circulantes, porque nos jugamos la vida y el vivir mejor. Pero también recuerdan que el sobrepeso/obesidad, el sedentarismo y el consumo de tabaco/alcohol sí aumentan las probabilidades de tumores. Solución: controlar nuestro modo de vida.

Antes de que la información circulante devore como noticia vieja la denunciada corruptela, sería conveniente recalcar que la corrupción no es la huella genética de toda la ciudadanía ni de sus representantes en bloque, sino el signo diferenciador de unos chorizos concretos, algunos de los cuales ocupan cargos públicos, pero que no son un cáncer genético imposible de erradicar.

Existen eficaces programas preventivos contra algunos cánceres. Todo con tal de evitar la metástasis. Seguramente aplicar programas preventivos contra la corrupción rampante no sería tan difícil, aunque hubiera que cambiar de presidente.

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