Rosquillas crujientes. Estas rosquillas están deliciosas ya que después de pasar por el horno se han dado un chapuzón refrescante en un almíbar exquisito que preparamos con un buen toque de miel y luego tras el secado, las rebozamos en azúcar blanquilla.
No pueden estar más ricas estos dulces que vienen de antiguo y que hemos rescatado la receta de esos tesoros de sabiduría que nos llegan de las abuelas.
Son muy fáciles de preparar y hoy nos van a servir para celebrar nuestro día. Estamos a 8 de marzo y en estos fogones nos ponemos a elaborar estas sabrosas rosquillas para la celebración del Día de la Mujer. A todas buen día, buena vida.
Ahora os detallo los ingredientes y si os apetece a tod@s hay que ponerse el delantal y empezamos.
INGREDIENTES: Para las rosquillas: 2 láminas de hojaldre, 30 g de mantequilla y azúcar blanquilla para rebozar. Para el almíbar: 100 g de agua, 100 g de miel y 100 g de azúcar.
ELABORACION:
Preparamos el hojaldre:
Fundimos la mantequilla (unos minutos en un cazo al fuego medio).
Estiramos 1 lámina y pincelamos con la brocha la mantequilla derretida.
Colocamos la segunda lámina encima de la primera y las dejamos pegadas.
Ahora con la ayuda de 2 moldes (1 más grande y otro pequeño para hacer los agujeritos) cortamos y vamos formando las rosquillas.
Situamos las rosquillas en la bandeja del horno sobre papel de hornear y horneamos durante 15 minutos a 200º.
Sacamos y dejamos que se atemperen.
Preparamos el almíbar:
En un cazo incorporamos los ingredientes y mezclamos bien durante unos 15 minutos a fuego lento.
Sacamos, dejamos enfriar para que la textura nos quede más pegajosa y reservamos.
Almibaramos:
Bañamos por ambos lados las rosquillas en el almíbar.
Sacamos y dejamos unos 5 minutos sobre una parrilla para que escurran.
Rebozamos con azúcar y al plato.
Un café y a disfrutar.
Espero que os gusten.
